Los experimentos de muchos años han probado que la cantidad de vapor de agua disminuye con la altura, y la razón física que se ha dado en el capítulo anterior explica el fenómeno suficientemente.

      Pero la cantidad absoluta del vapor de agua contenida en el aire, no es la que hace á éste parecer in más ó menos húmedo, sino la cantidad relativa o lo que es lo mismo, su estado de saturación más ó menos próximo á la precipitación de este vapor, ó sea su paso al estado líquido. La tensión del vapor de agua aumenta notablemente con la temperatura; pero como mientras más caliente está el aire, tanto más vapor necesita para saturarse, puede ser que contenga mucha cantidad, y sin embargo esté muy seco, así como otras veces, necesitando poco vapor para saturarse, por tener una temperatura baja, se hallará muy húmedo con esa corta cantidad.

      El aire del ecuador tiene una cantidad notable de vapor de agua; durante su marcha para las regiones polares se despoja por medio de las lluvias de gran parte de él, y sin embargo, se siente después más húmedo, y aun se revela esto en las espesas neblinas que enturbian su trasparencia.

      No es la cantidad absoluta de vapor de agua contenido en el aire, sino su grado de humedad relativa, lo que aprecian nuestros sentidos y lo que influye notablemente en nuestras funciones. Vamos á ocuparnos, por lo tanto, detenidamente de esta humedad relativa.

      Cuando el aire está saturado para una temperatura dada, contiene 100/100 de vapor; si la temperatura se eleva, disminuye el grado de saturación, y entonces contendrá, por ejemplo, la mitad, es decir, 50/100 la cuartaparte, ó 25/100 , y así sucesivamente. Esto supuesto, veamos cuál es la humedad relativa considerada de un modo general en la parte tropical de la República, única de la que hemos podido recoger algunos datos.

      En la tierra caliente, la humedad relativa media varía de 85.4 á 77 centésimas; en la tierra templada, ó lo que es lo mismo, de 1,000 á 2,000 metros de altura, de 77 a 60 centésimas; de 2,000 á 2,600 metros, de 67.5 á 48.4 centésimas.

      Parece, á juzgar por los pocos datos que tenemos, que la humedad del aire es un poco mayor en la costa del Golfo que en la del Pacífico, pues en la primera se separa poco de 5 centésimas, mientras que en la segunda suele bajar un poco de 80 centésimas.

      Otro fenómeno curioso se observa comparando á Guadalajara con Mazatlán, el cual no sabemos si se confirmará cuando haya un número suficiente de observaciones verificadas en ambos puntos. Dicho fenómeno consiste en que en las dos poblaciones hay una media de 77 centésimas de humedad, siendo así que Mazatlán está al nivel del mar, y en la costa y Guadalajara á 1,567 metros de altura, y a una distancia de más de setenta leguas de la costa.

      Creemos que se puede explicar ese fenómeno, reflexionando que los vientos dominantes en Mazatlán, son el N.E. y N.W.; es decir, que en Mazatlán domina el viento continental que es más seco que el marítimo, y cuando domina el N.W. no pasa por la población en una dirección perpendicular á la costa, como sí sucede en Guadalajara con el viento W. Ejemplos semejantes tenemos en otras partes del globo: en efecto, la isla de Madagascar, situada al E. de Africa, entre los paralelos 12' y 26' S., tiene una humedad notable en su atmósfera, y por consiguiente una vegetación exuberante, mientras que la costa africana oriental, que se halla enfrente y entre los mismos paralelos, tiene una atmósfera seca y abrasada, y ambos puntos están á los lados del canal de Mozambique. La Australia, rodeada de agua por todas partes, tiene un aire seco, aun cerca de las costas, y pocas y escasas lluvias refrescan su suelo. Pero la isla de Madagascar es fértil y húmeda por hallarse en la región de los vientos alísios del S.E., los cuales la atraviesan perpendicularmente, precipitando mucha parte de vapor, y al llegar al Africa están secos, á pesar de su paso por el canal de, Mozambique, que no es bastante ancho para restituir al aire la humedad gastada en las regiones de la isla. Si la Australia es seca, lo debe á que sus costas están casi en la dirección de los vientos húmedos del mar, y no perpendiculares a ellos.

      Repetimos, por lo tanto, que el examen de los vientos dominantes nos puede dar la explicación de por que se observa el mismo grado de humedad atmosférica en Mazatlán y en Guadalajara.

      Los autores dividen los climas, con respecto á la humedad del aire, en secos y húmedos. Los primeros son los que tienen 70 centésimas ó menos de humedad relativa, y los segundos de 70 centésimas en adelante; de manera que bien podemos considerar el clima de la República, en lo que respecta á la humedad, como húmedo en la tierra caliente, moderadamente húmedo en la templada, y excesivamente seco en la tierra fría.

      En la carta número 3 se pueden ver las lluvias en cada uno de los Distritos. Examinando la carta se nota: 1° que llueve más ó menos en toda la extensión de la República; 2° que las lluvias son mas abundantes en la costa del Golfo que en la del Pacífico; 3° que son abundantes al Sur de los golfos de México, de California y de Tehuantepec; 4° que en los Estados del Centro y del Norte son las lluvias moderadas en la mayor parte de los Distritos; 5° que en los Estados del Golfo son abundantes en Veracruz, Tabasco y la parte occidental de Campeche, moderadas en Yucatán, y que no tenemos datos suficientes de Tamaulipas; 6° que respecto de los Estados del Pacífico, son moderadas en los Distritos que están al Sur del Estado de Sinaloa, así como en la mayor parte de los Distritos de los Estados de Jalisco, Michoacán, Guerrero y Oaxaca y del Territorio de Tepic, y abundantes en toda la parte del Norte y del Centro del Estado de Sinaloa, así como en la mayor parte del de Chiapas.

      En el cuadro siguiente se puede ver la cantidad de lluvia anual en varias localidades de la República.