Desde Fustel de Coulanges hasta nuestros días, han sido mucho los investigadores sociales que han tratado de explicar las relaciones entre la actividad mental humana y la realidad externa, incluida la realidad social. Este problema ha sido planteado casi siempre como oposiciones binarias: entre lo subjetivo y lo objetivo, entre la estructura y la superestructura, o entre lo innato y lo adquirido. En el capítulo primero resumo las ideas de los autores que más han influido en la manera como planteo yo mismo el problema. Por ahora, lo que importa es señalar que este libro plantea e intenta resolver este problema, por lo menos parcialmente, desde una perspectiva particular, que resumo enseguida.
Siendo los valores sociales las preferencias colectivas sobre las concepciones de lo deseable(1), ellos son parte de la actividad cerebral humana. Su estudio implica, por lo tanto, entre otras cosas, su relación con la realidad social e, idealmente, con la realidad total. Yo parto del supuesto, que trataré de probar a lo largo de este trabajo, de que los valores influyen en la realidad social, y que ésta, a su vez, influye en los valores y en la cultura en general. Según veremos desde el capítulo primero, esta concepción debe mucho a las obras de Fustel de Coulanges, Tocqueville, Proudhon, Weber, Mannheim y Lévi-Strauss.
Este estudio supone que los valores tienen un poder explicador de la realidad social, es decir que influyen claramente en ella, sin determinar todavía el grado exacto de esta influencia. Dicho de manera muy resumida, este trabajo, asumiendo que en la realidad social hay factores más que causas, considera que los valores son factores de la realidad social más que efectos de ella, es decir que los valores son parte del conjunto de factores que dan lugar a que se produzca la realidad social.
Los valores sociales son, a su vez, para usar el lenguaje de Proudhon, la resultante de los valores individuales, y, por ello, son parte de la razón colectiva de los grupos(2).
1. Clyde Kluckhon, "Values and Value-Orientations in the Theory of Action", en Talcott Parsons and Edward Shils, Toward a General Theory of Action, Cambridge, Mass.:Harvard University Press, 1951, pp. 388-433; p. 395.
2. Armand Cuvillier, Proudhon, trad. de Ma. Luisa Díaz-Canedo, FCE, México, 1939, p. 200; Proudhon, Oeuvres choisies, prefacio por Jean Bancal, Gallimard, Idées, 1967, p. 326.