OTRAS CONTRIBUCIONES

APARTADO PRECEDENTE

CAPÍTULO SIGUIENTE



Entre los sociólogos contemporáneos que han dedicado trabajos al estudio de los valores, merece ser mencionado Jean Stoetzel, y también Ronald Inglehart.

Jean Stoetzel, muerto en París hace algunos años, fue en Francia no solamente uno de los pioneros de los análisis y realizaciones de encuestas de opinión pública, sino uno de los sociólogos más interesados en el estudio de los valores. Todo su trabajo, desde Franceses e inmigrantes (1953) hasta Qué pensamos los europeos (1983) reflejan, de una manera u otra, un interés especial por los valores.

El libro de Stoetzel, como el mío propio, es uno de productos de la totalidad de encuestas realizadas entre 1982 y 1983 en 22 país del mundo. Todos estas encuestas fueron realizadas usando versiones de un mismo cuestionario, adaptando algunas preguntas a las circunstancias de cada país (por ejemplo las que se refieren a la preferencia por los partidos políticos). El libro de Stoetzel usa los datos sobre la antigua Alemania federal, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Irlanda e Italia. No hay prácticamente ningún valor que no sea considerado en ese libro. Menciono enseguida, sólo para que el lector tenga una idea de la amplitud del libro de Stotzel, algunos valores y actitudes mencionados y analizados de los nueve países: orgullo nacional, valores morales (sexo, economía, homicidio, aborto, varias virtudes), valores políticos (patria, libertad, tolerancia, justicia, paz, actitudes hacia los poderes legislativos e interés por la política, diferencias sociológicas entre la derecha y la izquierda, socialismo, independencia, orden, sindicatos, policía, sistema judicial, escuelas y universidades), valores con respecto a la enseñanza, iglesias, burócratas, escuela pública, extremistas; valores religiosos (creyentes, ateos, importancia de Dios, católicos, protestantes, judíos, factores sociales de la religión, sentido de la vida, relaciones de la religión con la política); valores familiares ("laxismo sexual", matrimonio, fidelidad, satisfacción familiar, relaciones de la religión con la familia, factores del divorcio, lugar de la mujer en la sociedad, número de hijos); valores sobre el trabajo (número de horas de trabajo, relaciones del trabajo con la familia y con el salario, iniciativa, satisfacción, cogestión, trabajo y política, sindicatos, salud, inseguridad), y edades de la vida (¡todo esto sobre nueve países!)(1).

Stoetzel intentó siempre no sólo estudiar valores aislados sino también sistemas de valores. Por ejemplo, escribió que "se descubre, pues, un tipo de moral de sistema de juicios de valor. A partir de un acuerdo general sobre virtudes como la honestidad, la tolerancia y el respecto por los otros, sobre los cuales las preferencias en general varían poco, se ve aparecer, en niveles por supuesto diferentes, preferencias opuestas, por la imaginación y la independencia de un lado, por la fe religiosa del otro"(2). He aquí otro caso de sistemas de valores: " El análisis de relaciones que las personas mantienen consigo mismos, con el mundo, con los otros ... El sentimiento de ser más o menos feliz. El grado de satisfacción en todos sentidos, la estimación de su propio estado de salud, el balance afectivo, el nivel de emotidad ... todas estas características psicológicas se han mostrado vinculadas entre ellas y haciendo sistemas más o menos coherentes"(3). Stoetzel dedica la tercera parte del último capítulo a mostrar que "si nos situamos al nivel internacional, observaremos, nuevamente, que las grandes opciones, la opción política y la opción religiosa, constituyen sistemas"(4).

Ronald Inglehart ha estudiado los valores desde hace cerca de 20 años. Desde 1981, sus trabajos, como los de Stoetzel, usan datos principalmente de la Encuesta Mundial de Valores 1982-1983, que he mencionado.

Reclama para la cultura un papel más importante como factor de la vida social en general y en la estructura política en particular (5).

Inglehart es conocido por su teoría del Postmaterialismo, que resumo enseguida.

Esta teoría se compone de dos hipótesis:

1. Una hipótesis de escasez. Inglehart la resume así: "Las prioridades de un individuo son el reflejo del ambiente socioeconómico. Uno pone el más grande valor subjetivo sobre cosas que no son relativamente abundantes" (7).

2. Una hipótesis de socialización. Según Inglehart, "en gran medida, nuestros valores fundamentales son el reflejo de las condiciones que predominaban durante los años que precedieron a nuestra edad adulta" (8).



Compara la hipótesis de escasez con el principio de disminución de la utilidad marginal en la teoría económica. Explica que en general, son esperables períodos prolongados de gran prosperidad que estimulen valores postmaterialistas, mientras que las crises económica tendrían el efecto opuesto.

Este autor precisa, en primer lugar, que estas dos hipótesis tienen que ser tomadas en conjunto, y que ellas "implican que, como un efecto de una prosperidad sin precedente histórico que ha predominado en los países occidentales desde 1945, los grupos de edad más jóvenes ponen menos énfasis que los más viejos en la seguridad física y económica, y que, al revés, los grupo de edad más jóvenes tienen una tendencia para a dar prioridad a necesidades no materiales, como el sentido de comunidad y la calidad de la vida(9).

Anadiéndole elementos tomados principalmente de Thomas-Znanieki y de Clyde Kluckhon, usaré en este libro la definición de valor resumida así por Raymond Boudon y François Bourricaud: "Los valores no son sino preferencias colectivas que aparecen en un contexto institucional, y que por la manera en que se forman, contribuyen a su vez a la regulación de este contexto" (10).

1. Jean Stoetzel ¿Qué pensamos los europeos?, MAPFRE, Madrid, prologue de Juan J. Linz, 1983, passim.

2. Ibid., p. 19.

3. Ibid., pp. 221-222.

4. Ibid., pp. 310-320.

5. Ronald Inglehart, Culture shift in advanced industrial societies(6)

6. Princeton University Press, Princeton, 1990, 484 p.

7. Ibid., p. 68.

8. Ibid., p. 56.

9. Ibid.

10. Raymond Boudon et François Bourricaud, Dictionnaire critique de la sociologie, PUF, Paris, 1982, p. 601. El subrayado es mío.