Ordenar de manera sistemática a los organismos, tomando como base las características que comparten en común, hace más fácil su estudio. En una biblioteca los libros se agrupan por temas de lo general (por ejemplo "Historia"), a lo particular ("Historia de América", "Historia del Arte", etc.). Siguiendo ese principio, las clasificaciones actuales de las distintas familias de dinosaurios conceden mucha importancia a sus relaciones de parentesco, lo que conocemos como relaciones filéticas.

La taxonomía (del griego taxis, ordenación, y noómos, ley), es la ciencia encargada de la clasificación de los seres. Su objetivo es definir unidades distintas, es decir, grupos de seres vivos que presenten ciertas semejanzas entre sí y en las que se distingan sus diferencias con otros grupos. Estas unidades, o taxones, están colocadas en seis categorías jerarquizadas o gradaciones. Éstas son, de la más amplia a la más restringida, las siguientes:

Phylum          
  Clase        
    Orden      
      Familia    
        Género  
        Especie

Familia Taxonómica Tyrannosauridae García
Género: Tyrannosaurus García-Mendoza
Especie: Tyrannosaurus rex Gerardo García-Mendoza

De esta manera las especies representan a cada uno de los diferentes organismos que han vivido en el pasado o viven en el presente geológico.

Tradicionalmente se agrupaba los dinosaurios en dos órdenes: los Ornitischia (Ornitisquios) y los Saurischia (Saurisquios), pertenecientes a la clase Reptilia (Reptiles), ya que se tomaba como base la forma de la cintura pélvica que tenían: tipo reptil para saurisquios y tipo ave para ornitisquios.

Sin embargo, los sorprendentes hallazgos recientes, incluidos los realizados en México, aunados a nuevas interpretaciones sobre la conducta de los dinosaurios, generaron la necesidad de clasificarlos de forma distinta. Analicemos algunas de ellas.

La poiquilotermia, esto es, el hecho de que los animales tienen una temperatura interna variable por el ambiente que los rodea, porque son ectotérmicos, era la característica principal para separar a los reptiles, y por lo tanto a los dinosaurios, de las otras clases de vertebrados. Además, se consideraba que sólo las aves poseían plumas.

Actualmente se cree que los dinosaurios eran capaces de regular su temperatura corporal; que poseían un mecanismo bioenergético efectivo y complejo que les permitió ocupar una gran variedad de nichos ecológicos, y que, por lo menos algunos dinosaurios de tamaño pequeño, tenían plumas. Esto último se confirmó con el descubrimiento de dinosaurios con plumas de aproximadamente 1 m de longitud, en el año de 1996 en China, a los que se llamó Sinosauropteryx prima (primera ala primitiva de China).

Algunos investigadores, entre ellos el autor de la presente obra, consideran que los dinosaurios no desaparecieron totalmente durante la llamada "Gran extinción", en el límite de los periodos Cretácico y Terciario, hace 65 millones de años, aproximadamente, sino que algunos grupos sobrevivieron, dando lugar a una amplia gama de formas. A los descendientes de los dinosaurios, entonces los llamamos actualmente aves.

Un argumento más en favor de esta propuesta es la relación entre dinosaurios herbívoros y carnívoros, semejante a la que se observa en las comunidades actuales de mamíferos, donde el número de carnívoros es muy inferior con respecto a los herbívoros, mientras que entre los reptiles el porcentaje de organismos que se alimentan de plantas es de 4:2, en relación con los que comen carne.

Otras características importante de los dinosaurios es que fueron animales que vivieron exclusivamente en la Era Mesozoica, en la que debieron ser muy eficientes para caminar y correr sobre las antiguas masas continentales, debido a las modificaciones morfológicas que presentaban, sobre todo en sus extremidades inferiores. Las patas traseras tenían una postura vertical y su movimiento era en plano parasagital. Este hecho da como resultado un cambio en la forma como se articulan la cintura y la rodilla, esto es, que las patas sostenían al cuerpo alzado del suelo, permitiendo un bombeo sanguíneo más eficiente que el de un reptil (Figura 1).


(Figura 1)

 

La mano tiene un número reducido de falanges en los dedos más externos, el IV y V (Figura g); el pie presenta tendencia a la tridactilia por reducción de los dedos I y V (Figura c); en la cintura pélvica el acetábulo está semiperforado y tiene cresta supracetabular (Figura d); la tibia es torcida y la cresta cnemial es muy prominente (Figura e).

 

 

Durante mucho tiempo se sostuvo la idea de que los dinosaurios, igual que los reptiles actuales, no eran organismos activos. De ahí la imagen tan difundida del dinosaurio de andar lento y prácticamente inamovible. Sin embargo, el Dr. Robert Bakker opina que al hablar de un Tirano saurio debe pensarse en algo muy parecido a un correcaminos de 4 toneladas de peso salido del infierno y no en una lagartija.

Obsérvese con detenimiento el pecho de los dinosaurios, en particular las tres primeras costillas. Éstas son enormes y el único órgano que se encuentra en esa posición en los animales modernos es el corazón. Los animales de sangre fría, como las tortugas, cocodrilos y lagartijas, tienen un corazón pequeño. Los animales de sangre fría tienen un metabolismo lento, no se mueven mucho, ni corren por un período prolongado, por lo que les basta un corazón pequeño. En cambio todos los dinosaurios, sin importar su tamaño, tenían un corazón grande. Esa es la mejor prueba de su elevado metabolismo, en comparación con las aves.







 

Además, ahora se han hecho mejores restauraciones de los dinosaurios, en las que se aprecia una gran ligereza. Hace tiempo, el peso calculado de un Tirano saurio era de 10 toneladas, pero las reconstrucciones que propiciaban ese cálculo mostraban a organismos muy obesos, con demasiada grasa en el pecho, con caderas, piernas y una cola poco precisas. Bakker ha elaborado otros modelos del Tirano saurio que se consideran más exactos y que proponen un peso de cuatro toneladas, menos de la mitad según los cálculos anteriores. Esto significa que para un animal de 8 metros de largo y 4 metros de altura, las piernas eran muy fuertes. (Algo muy parecido ocurre con el rinoceronte africano actual, que puede correr hasta 50 kilómetros por hora.) Las pisadas de los dinosaurios ofrecen a los investigadores una herramienta más útil para conocer sus hábitos, estrategias de defensa y desplazamiento, así como la velocidad a la que caminaban. (Véase la tabla de Pesos de Dinosaurios).

Pesos de Dinosaurios de acuerdo
a distintos cálculos realizados por:

 
E. Colbert
1962
R. Bakker
1986
Allosaurus
2 000 kg
3 000 kg
Apatosaurus
31 000 kg
25 000 kg
Brachiosaurus
78 000 kg
40 000 kg
Corytosaurus
4 000 kg
3 000 kg
Diplodocus
11 000 kg
17 000 kg
Stegosaurus
2 000 kg
3 000 kg
Triceratops
8 000 kg
2 000 kg
Tyrannosaurus
7 000 kg
3 000 kg

La clasificación de los dinosaurios no es tan sencilla. De hecho es muy compleja, sobre todo ahora que aún se debate si a los dinosaurios se les debe considerar todavía como reptiles, o se les asigna su propia categoría taxonómica en la que, además, también estén incluidas las aves.

La dificultad de esa clasificación es mayor cuando, al consultar la bibliografía, nos percatamos de que las jerarquías taxonómicas difieren según los autores. Asimismo, los géneros y especies varían en número y en ocasiones son colocados en distintas familias, según el criterio del paleontólogo que los estudie.

Por ejemplo, el paleontólogo Kevin Padian, de la Universidad de California, en Berkeley, propone el siguiente diagrama filogenético de los dinosaurios:

Por lo anterior, el diagrama tradicional de clasificación que consideraba a los dinosaurios como reptiles (Figura 2), debe modificarse e integrarlos en una clase dentro de los vertebrados, los que a su vez dieron lugar a las aves

(Figura 2)

 

Para el autor de la presente obra, los dinosaurios reúnen las características para ser considerados una clase aparte de los reptiles y, por lo tanto, su forma de clasificación es la siguiente:

Phylum: Chordata    
  Subphylum: Vertebrata  
    Clase: Dinosauria

Orden: Theropoda    
Familias: Herrarasauridae Triásico tardío
  Staurikosauridae Triásico tardío
     

Suborden: Coelurosauria    
Familias: Coelophysidae Triásico tardío-Jurásico temprano
  Podokesauridae Triásico tardío-Jurásico temprano
  Coeluridae Jurásico temprano-Cretácico tardío
  Compsognathidae Jurásico tardío
  Archaeopterygidae Jurásico tardío
  Noasauridae Cretácico tardío*

Suborden: Carnosauria    
Familias: Megalosauridae Jurásico temprano-Cretácico tardío
  Allosauridae Jurásico temprano-Cretácico temprano
  Ceratosauridae Jurásico
  Abelisauridae Cretácico temprano-Cretácico tardío
  Spinosauridae Jurásico tardío-Cretácico tardío
  Tyrannosauridae Cretácico temprano-Cretácico tardío

Suborden: Deinonychosauria    
Familias: Dromaeosauridae Jurásico temprano-Cretácico tardío
  Therizinosauridae Cretácico tardío*
  Troodontidae Jurásico tardío-Cretácico tardío

Suborden: Ornithomimosauria    
Familias: Ornithomimidae Jurásico tardío-Cretácico tardío
  Garudimimidae Cretácico tardío
  Deinocheiridaeidae Cretácico tardío*

Suborden: Oviraptosauria    
Familias: Avimimidae Cretácico tardío
  Caenagnathidae Cretácico temprano-Cretácico tardío
  Deinocheiridaeidae Cretácico tardío

Suborden: Prosauropoda    
Familias: Thecodontosauridae Triásico tardío
  Plateosauridae Cretácico temprano-Cretácico tardío
  Deinocheiridaeidae Triásico tardío-Jurásico temprano
  Melanosauridae Triásico tardío-Jurásico tardío
  Anchisauridae Triásico tardío-Jurásico tardío
  Yunnanosauridae Jurásico temprano

Suborden: Sauropoda    
Familias: Vulcanodontidae Jurásico temprano
  Cetiosauridae Jurásico temprano-Cretácico tardío
  Brachiosauridae Jurásico temprano-Cretácico tardío
  Titanosauridae Cretácico temprano-Cretàcico tardío
  Camarasauridae Jurásico tardío-Cretácico tardío
  Diplodocidae Jurásico temprano-Cretácico tardío

Suborden: Segnosauria    
Familias: Segnosauridae Cretácico tardío
  Enigmosauridae Cretácico tardío

Orden: Scelidosauridae    
Familias: Scutellosauridae Jurásico temprano-Cretácico tardío
  Scelidosauridae Jurásico temprano-Jurásico tardío

Orden: Stegosauria    
Familias: Huayangosauridae* Jurásico medio
  Stegosauridae Jurásico medio-Cretácico tardío

Orden: Ankilosauria    
Familias: Nodosauridae Jurásico medio-Cretácico Tardío
  Ankilosauridae Jurásico tardío-Cretácico tardío

Orden: Pachicephalosauria    
Familias: Pachicephalosauridae Jurásico tardío-Cretácico tardío
  Homalocephalidae Cretácico tardío

Orden: Ceratopsia    
Familias: Psittacosauridae Cretácico temprano
  Protoceratopsidae Cretácico temprano-Cretácico tardío
  Ceratopsidae Cretácico tardío

Orden: Ornithopoda    
Familias: Fabrosauridae Triásico tardío-jurásico tardío
  Heterodontosauridae Jurásico temprano
  Hypsolopodontidae Jurásico medio-Cretácico tardío
  Dryosauridae Jurásico medio-Cretácico temprano
  Camptosauridae Jurásico medio-Cretácico temprano
  Iguanodontidae Cretácico temprano-Cretácico tardío
  Hadrosauridae Cretácico tardío

* Familias basadas en un solo género.