L
a palabra dinosaurio fue propuesta en 1841 por el anatomista inglés Sir Richard Owen, a partir de las palabras griegas deinos, terrible y sauros, lagarto. La forma latinizada es Dinosauria y la traducción literal es lagarto terrible, aunque es más usual la de reptil.

Un Tarbosaurus entre varios Therizinosaurus;
extremo inferior derecho:
Avimimus


El primer dinosaurio descrito fue el Megalosaurus o reptil grande, en 1824.
Una de las atracciones principales de estas criaturas es, sin duda, sus nombres. Los criterios que se utilizan para asignarles un nombre son, principalmente, cinco:


1. Ponerles el nombre del lugar, área o región donde fueron encontrados.

Por ejemplo Edmontosaurus significa reptil de Edmonton, una región de Canadá.

2. Destacar alguna característica de su comportamiento. Por ejemplo Tyrannosaurus, que significa reptil tirano.

3. Tomar en cuenta alguna peculiaridad de su anatomía. Por ejemplo Troodon significa diente para morder.

4. Dedicárselo a una persona por alguna razón. Por ejemplo Lambeosaurus significa reptil de Lambe. (Lawrence M. Lambe fue un paleontólogo canadiense que, a principios del siglo XX, colectó gran cantidad de dinosaurios, navegando en las márgenes del río Red Deer en un bote sobre el cual construyó una casita de madera. De esta forma consiguió optimizar su tiempo en las temporadas de campo y además, era la mejor forma de acercarse a las localidades.)

5. Dar el nombre con base en un evento o situación importante. Por ejemplo Eoraptor significa ladrón del amanecer. Este nombre, propuesto en 1993, se refiere al que hasta 1997 se consideró el dinosaurio más antiguo conocido. Fue descubierto en Argentina y tiene una edad aproximada de 235 millones de años, lo que lo ubica en el Periodo Triásico tardío.





Dilophosaurus vs Ramphorynchus