Existe en Estados Unidos un linaje cautivo de lobos mexicanos conocido como "linaje del Museo del Desierto de Arizona-Sonora-Ghost Ranch" (ASDM-GR), en el cual se detectaron algunas características craneométricas que podrían deberse a hibridismo con perro o bien al prolongado cautiverio del linaje (1).  Por esa incertidumbre sobre su pureza, dichos lobos fueron rechazados categóricamente por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (U.S.F.W.S.) como reproductores del programa de cría en cautiverio del lobo mexicano.

   Sin embargo en 1987, Shields, et al estudiaron genéticamente al L-ASDM-GR con enzimas de restricción y DNA mitocondrial, encontrando que eran miembros de una misma población que el L-registrado o al menos muy cercanamente emparentados y que había evidencia directa de NO hibridismo; consideraban que el L-ASDM-GR debería ser parte integral del Plan de Recuperación (10,16).

   A pesar de estos nuevos elementos de juicio, el U.S.F.W.S. sigue negándose dogmáticamente al uso de linajes "no certificados" mientras que el L-registrado es solo el resultado de una decisión administrativa convencional (Cartas y oficios del U.S.F.W.S.) en los apéndices del "Mexican Wolf Recovery Plan" (18)).

   Si consideramos que el Plan de Recuperación del lobo mexicano surgió por presión de los grupos conservacionistas norteamericanos en contraposición a las asociaciones ganaderas del suroeste de los Estados Unidos y que el Gobierno Federal (U.S.F.W.S.) se mantiene reservado en su apoyo al plan, no es de extrañar que permita que el L-registrado se vuelva genéticamente inoperante para la reliberación y así no tener que enfrentar el problema político que implica la feroz resistencia de los ganaderos y granjeros (Petición al Departamento del Interior para eliminar al lobo gris de la lista de animales amenazados.  Hecha por las Federaciones de Granjeros de Wyoming, Montana e Idaho.  En Mexican Wolf Population Viability Analysis Workshop Briefing Book.) a que se reintroduzca al lobo, mismo que ellos erradicaron hace unos decenios con una fuerte inversión económica y un apoyo decidido y entusiasta de los gobiernos de ambos lados de la frontera (3,4,7,9,18,19).

   El lento avance del Plan de Recuperación y algunas de las políticas del U.S.F.W.S. parecen indicar el deseo de archivar el programa (4).