Referencia iconográfica
Lucas Alamán
(1792-1853)

La Convocatoria para realizar las elecciones, del tan esperado Congreso Extraordinario, apareció el 27 de enero. El documento fue obra de los conspiradores monárquicos, Salvador Bermúdez de Castro y Lucas Alamán. Este último estuvo a punto de abandonar la tarea porque no encontraba la manera de arreglar la elección por clases. El ministro español se encerró cuatro días con Alamán y entre ambos dieron forma a la Convocatoria.10 Los principios de esta Convocatoria fueron también acordados entre Alamán y Bermúdez de Castro: "1. la elección por clases, 2. el número de los diputados, 3. el método directo siempre que fuese posible, 4. la influencia del Gobierno en las operaciones electorales, 5. garantías de mucha consideración en los electores y en los elegibles"11.

El resultado final fue un documento único en nuestra historia electoral. Se eligirían ciento sesenta diputados dentro de nueve clases: propietarios, comerciantes, mineros, industriales, profesiones literarias, magistrados, administradores públicos, eclesiásticos y militares. Se establecía una relación población-clase; así, México podía elegir seis propietarios y Oaxaca, dos; Jalisco, dos industriales y Querétaro, uno; Guanajuato, tres mineros y Chihuahua, uno. Pero además, no todos los estados serían representados por todas las clases. Cada clase elegía a los de su clase y en algunos casos la elección era directa. Pero lo más notable es que la exigencia de la propiedad se medía por el monto de las contribuciones a la Hacienda pública en el último año, comprobable a través de los recibos de impuestos. Las autoridades de cada estado formarían las listas de los pertenecientes a una clase que podían votar. Además, las votaciones de las diferentes clases no se hacían en la misma fecha, sino en fechas sucesivas.12

Por primera vez, México tendría unas elecciones en las que no participaba el pueblo común y corriente, sino sólo las clases privilegiadas, arbitrariamente definidas. Por ejemplo, la lista por la clase de profesiones literarias y artísticas de los que podían votar en el departamento de México, que incluía a la ciudad del mismo nombre, se reducía a unas ciento cincuenta personas, de las cuales muchas eran eclesiásticos, militares, magistrados o administradores, que volverían a votar en otra clase. Porque tal y como definían a las clases, una persona privilegiada podía pertenecer a cuatro o cinco clases a la vez y votar en todas ellas.13

La Convocatoria fue el primer tropiezo serio del gobierno de Paredes. La prensa oficialista, por supuesto, ponderó las bondades del documento; la prensa de oposición y en general una gran mayoría de escritores vieron en la Convocatoria un paso dirigido a establecer la monarquía en México. Carlos María de Bustamante, apasionado republicano, decía categóricamente sobre este documento: "Por lo que a mí toca, protesto que más miedo le tengo a esta convocatoria, que a toda la leperada armada el 6 de Diciembre próximo pasado"14.

10. "Salvador Bermúdez de Castro al Exmo. Sr. primer Secretario del Despacho de Estado, México, 29 de enero de 1846", en DELGADO, Jaime, Op. cit., p. 203.
11. Ibidem, p. 203.
12. Convocatoria del Ministerio de Relaciones Exteriores, Gobernación y Policía, 27 de enero de 1846. Archivo General de la Nación, Gobernación, 1846, sin clasificar, vol. 1, exp. 3.
13. Lista de los individuos que tienen derecho a votar diputados al Congreso Constituyente, por la clase de profesiones literarias y artísticas. Archivo General de la Nación, Gobernación, 1846, sin clasificar, vol. 1, exp. 3.
14. BUSTAMANTE, Carlos María de, Op. cit., p. 122.

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