Siglo XIX y XX

Lucía Martínez Moctezuma nota557
Instituto de Ciencias de la Educación. Universidad Autónoma del Estado de Morelos


El texto escolar constituye para el historiador que se interesa en el estudio de la educación, en el desarrollo de las ciencias, en el de la cultura o en el de las mentalidades, una fuente privilegiada sobre todo cuando consideramos que durante mucho tiempo el libro de texto constituyó la base principal de la práctica cotidiana de los profesores.

Los libros de textos se prestan al estudio serial donde el historiador de la educación puede seguir, en la larga duración, los títulos o las ediciones de un mismo libro, la aparición y la evolución de una noción científica, de un método pedagógico, de una técnica de impresión o el tratamiento de un acontecimiento histórico o literario. nota558

Durante el siglo XIX, el término libro (del latín liber, libri) se refería a la reunión de muchas hojas de papel vitela, ordinariamente impresas, cosidas o encuadernadas con cubierta de papel, cartón, pergamino u otra piel, que formaba un volumen. Las obras técnicas se clasificaban en libros de texto casi siempre elementales y libros de consulta mas o menos extensos y dedicados a una especialidad dentro de cualquier rama de conocimiento científico. El libro de texto se definió exclusivamente como aquel que era usado en las aulas para que en él estudiaran los escolares nota559.

A pesar de su uso corriente en el aula, el libro de texto no siempre gozó de la aceptación de aquellos que intervenían en el proceso escolar. A finales del siglo XIX, Carlos A.Carrillo, consideraba que los maestros frecuentemente empleaban los libros de texto usando los antiguos métodos, creyendo de buena fe que su uso era "compatible con los procedimientos pedagógicos modernos" nota560. Por ello invitaba a los maestros a servirse de la naturaleza y no de los libros con el fin de imprimir a sus lecciones ese sello personal que se reflejaba en las palabras de cada uno, con el fin de que el niño, que ya conocía a sus maestros los entendiera y los comprendiera.

ENRIQUE C.REBSAMEN señalaba la importancia de contar con un método de enseñanza mas saludable que acabara con la antigua concepción de la educación: un libro, un maestro, un discípulo. Sugería imponer el arte de las preguntas y las respuestas, para el maestro propiciara el análisis profundo y sagaz. En su opinión la verdadera concepción de la educación era poner en contacto un pensamiento vivo con otro igualnota561.

Esta posición se mantuvo hasta los debates pedagógicos de 1920, en los que se intentaba "enseñar para la vida" como se muestra en el ejemplo del Estado de Tlaxcala, cuando el primer Director de Educación reiteraba a sus maestros la consigna de no leer directamente a los niños sino de transmitir y explicar el conocimiento de manera oralnota562 .

A pesar de estas opiniones, el libro de texto logró imponerse. Sin perder su espíritu éste ha conservado su definición inicial aunque ha sufrido ciertas evolucionesnota563. Actualmente se le considera como una literatura compleja colocada y compilada por varias partes interesadas (especialistas, autores, editores, autoridades) con la intención de servir a un grupos de usuarios (maestros, estudiantes/alumnos), padres de familia, etcétera nota564

El libro de texto forma parte de lo que hoy se denomina material didáctico pues en la actualidad no representa el único instrumento al que el profesor puede recurrir sino que forma parte de una serie con la que puede ejercer su función docente –textos manuscritos, textos impresos, textos periódicos, documentos audiovisuales, educativos, etc.
Los libros escolares son empleados en la enseñanza pero no están ligados a una secuencia didáctica como los libros de textos que son elaborados ex profeso para la enseñanza y de acuerdo con los procesos didácticos específicos según la asignatura nota565

Cualquier libro para niños es portador de ciertas implicaciones sociales, políticas e ideológicas, desde los de historia y civismo hasta los de ciencias naturales y matemáticas. Los libros como objetos de valor, están inmersos en una compleja trama de significaciones que van a impregnar de un determinado sentido al libro. Por una parte, las condiciones sociales de producción –las relaciones entre el autor y el editor, las agencias de distribución, las personas e instituciones a quienes está dirigido, el tipo de consumo que se hace de ellos (una compra o un regalo). Por otra parte, el conjunto de mensajes manifiestos y latentes que poseen, a través del lenguaje, las imágenes, los temas, las alusiones, las omisiones, las actitudes y las informaciones que promueven y el contexto en que las ubican.

Así pues, el libro de texto, considerado como un elemento de comunicación y de transmisión, es portador de una serie de representaciones sociales encaminadas a modelar comportamientos y a orientar conductas nota566. Concebido como un instrumento de poder, el Estado se ha visto forzado a lo largo de su historia a controlarlo hasta poder orientar en su provecho su concepción y su uso. México, al igual que países como Algeria, China, Egipto, Irán, Marruecos, Siria, Túnez, la Unión de Myanmar (exBirmania), Vietnam y otros, han adoptado la edición de Estado y han ejercido un monopolio sobre su concepción, su redacción, su edición, su impresión y su difusiónnota567 .

Es con esta visión, que un grupo de investigadores, orientados en este campo de estudio, han recurrido al uso de los libros de texto como fuente de sus inspiraciones. Desde el libro pionero de Josefina Vázquez en los años 70, que abordó el tema del nacionalismo y la educación en México y que motivó la elaboración de algunas tesis de licenciatura; el seminario sobre la lectura de un equipo de investigadores de El Colegio de México, que incluyó también la lectura de revistas y periódicos en diferentes épocas de la historia mexicana, hasta los seminarios y publicaciones que han coordinado Carmen Castañeda y Luz Elena Galván nota568. Actualmente el tema de los libros de texto sigue siendo una preocupación de los historiadores mexicanos que han abierto su perspectiva hacia otros caminos orientados al estudio de los libros de texto de diferentes disciplinas como la historia, las matemáticas, la lectura, las lecciones de cosas, el civismo, etc. o indirectamente a través del seguimiento los empresarios editoriales nota569.

Sin embargo, a pesar de la cantidad y calidad de estas investigaciones, creemos que el tema del libro de texto no está del todo agotado y aún posee muchas vetas por explorar. Como lo muestra la experiencia en otros países como España y Canadá, cuyo interés por el libro de texto ha llevado a los investigadores a establecer una red que sostiene un proyecto a nivel internacional y a dar a conocer a través del internet los fondos de una biblioteca al servicio del investigador interesado en estos temas nota570.

I.-LIBROS DE TEXTO DURANTE EL SIGLO XIX EN MEXICO


Hasta después del movimiento de Independencia, la formación elemental seguía siendo un importante transmisor de valores religiosos donde el uso del Catecismo de Ripalda era el común denominador y donde el alumno seguía manejando de memoria el alfabeto leído y escrito y la tabla de aritmética. Ni antes ni después se concibió que el maestro fuera quien transmitiera sus conocimientos y mucho menos que estimulara cualquier proceso intelectual que no fuese la recitación. La enseñanza formal seguía siendo durante este período el mero aprendizaje textual de un libro o trozo de él donde el maestro sólo se encargaba de ver que la recitación se hiciera biennota571 .

Las ideas centrales en torno a los conceptos de paz, orden y progreso, provocaron que se dé en el terreno de los libros de texto, un enfrentamiento entre las ideas liberales y las nuevas ideas surgidas durante el siglo XIX. Aunque en el liberalismo ya se habla de ideas como el progreso, éste se entiende como algo espiritual. Se intenta caracterizar el clima educativo bajo los postulados de educación popular, laica, gratuita y obligatoria pero éstos no se encuentran insertos dentro de una doctrina coherente y sistematizada pues hay una gran diversidad de planes de estudio, de programas, de sistemas y de métodosnota572 .

Será hasta el 2º Congreso de Instrucción Pública(1890-1891) que se tomarán resoluciones importantes en torno a los libros de texto. Para la Comisión de Enseñanza Primaria Elemental formada por ANTONIO GARCIA CUBAS, ENRIQUE C.REBSAMEN, ANDRES OSCOY y JUSTO SIERRA, el libro de texto representaba el auxiliar más fiel del maestro, su propia guía encargada de promover el desenvolvimiento integral de los alumnos mediante las verdades conquistadas y depuradas que atesoraba el texto. Para estos intelectuales, los libros de texto debían ser escritos breves, claros, precisos y económicos, elaborados por conocedores del tema que consagraran su cariño a la niñez y que fueran escritos conforme a los programas vigentes de cada disciplina y se adecuaran los conocimientos al grado de desenvolvimiento de los alumnos nota573.


Libros de texto de varias disciplinas circularon por todo el país. A partir de 1905 el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes sugirió los mejores textos para los cuatro años de las escuelas de Instrucción Primaria Elemental del D.F. y Territorios Federalesnota574 (Véase Anexo 1anexo1e). Gracias a algunos trabajos de corte regional ahora sabemos que muchos libros heredados de la Colonia y otros, como los que se presentan en este anexo efectivamente circularon en las escuelas elementales y tuvieron larga vida hasta la llegada del libro de texto gratuito en los años 60nota575 .

1.-Las disciplinas escolares

El gobierno provisional de Manuel María Lombardini decretó el 31 de marzo de 1853 que se enseñara la doctrina cristiana en el Catecismo del padre Ripalda, en la Historia Sagrada por Fleuri, en las Obligaciones del Hombre por Escoíquiz, las reglas de urbanidad, la lectura, la escritura, la enseñanza de la aritmética las cuatro primeras operaciones en enteros, quebrados y denominados y elementos de Gramática Castellananota576

Con la separación entre la Iglesia y el Estado se establecieron los principios de la educación laica, gratuita y obligatoria . En 1861 se suprimió por primera vez la enseñanza del catecismo en las escuelas dependientes del erario. El gobierno liberal encabezado por Benito Juárez decretó que la primaria incluiría el aprendizaje de las siguientes disciplinas escolares: moral, lectura, lectura de las leyes fundamentales, escritura, elementos de gramática castellana, aritmética, sistema legal de pesas y medidas y canto; el sexo femenino aprendería además costura y bordado notsa577

En 1864, el gobierno imperial de Maximiliano promovió y apoyó la elaboración de textos nacionales, dandole importancia a aquellos que rescataran y estimularan el conocimiento de las lenguas autóctonas, fue así que dos ejemplares del Catecismo de la doctrina cristiana en lengua zapoteca y mixe le fueron enviados por el director del Colegio de Oaxacanota578
En 1867 la Ley Orgánica de Instrucción Pública para el Distrito Federal y Territorios, determinó que los ramos para la instrucción elemental se ampliaban y se agregaban rudimentos de física, de artes, química y mecánica prácticas, dibujo lineal, urbanidad, nociones de derecho constitucional además de los rudimentos de historia y geografía, especialmente de México; las niñas aprenderían además higiene en sus relaciones con la moral y labores manuales con el conocimiento práctico de la máquina de coser nota579

Hacia finales del siglo el programa de la escuela elemental se había enriquecido pues comprendía la enseñanza de la Moral Práctica, la Instrucción Cívica, la Historia de México; la Lengua Nacional (lectura ,escritura y gramática); la Aritmética y la Geometría, la Geografía y las Lecciones de Cosas, el dibujo, el canto coral, los ejercicios gimnásticos y labores manuales para las niñasnota580
Un gran número de textos escolares que respondieron a estos programas circularon durante el período. Algunos de carácter enciclopédico fueron útiles cuando no se contaba con los libros de texto de las otras disciplinas. Estos fueron escritos antes de las reformas educativas propuestas durante los congresos pedagógicos de finales del siglo. Las recomendaciones atendieron a la idea de que la educación en la primaria laica, gratuita y obligatoria debía ser uniforme y conforme al desarrollo de las facultades mentales de los niños de acuerdo con su edad cronológica.
Los libros de texto modernos como en el caso de los de lectura e historia, respondieron a la idea de que según el grado al que iban dirigidos cambiaban el tamaño de su letra, la intensidad de la tinta, la evolución gradual de los contenidos y la extensión de las leccionesnota581 .

Una propuesta de esta enseñanza gradual puede verse claramente en la publicación de la Guía Metodológica para la enseñanza de la historia (1891) de ENRIQUE C.REBSAMEN. En el primero grado se introducía a los niños en la materia a través de la vida de grandes personajes; en el segundo se hacían relatos y conversaciones sobre dichos personajes; en el quinto año se ampliarían los conocimientos anteriores y en el sexto se sustituiría lo nacional por la Historia generalnota582 .
En el Amigo de los niños mexicanos, de Juan de la Torre, el autor se dirigía a los lectores como pequeños "amigos" para dirigir las actividades y en El lector moderno de García Purón, el autor dedicaba un apartado de "advertencias a los que enseñan"nota583
También circularon traducciones y libros especialmente adaptados para los gustos de los niños hispanoamericanos. Por ejemplo, la serie de lecturas de Sara Louis fue traducida por Fernández Junco. Autores extranjeros como García Purón, Luis Mantilla y José Trigo escribieron también para los americanos. El libro de gramática de Herrera Quiroz adaptado para el Estado de México circuló inicialmente en las escuelas primarias de la provincia de Matanzas, Cuba desde 1870 nota584

El Mosaico Literario epistolar para ejercitarse los niños en la lectura de manuscritos, se publicó originalmente en España en 1866 y diez años después circuló una versión dedicada a los niños mexicanos. El objeto de este libro de texto era que los niños aprendieran a leer distintos tipos de letra manuscrita a través de diversos ejemplos en la correspondencia, en los textos literarios cortos, en documentos comerciales y en descripciones geográficas e históricas escritas por Joaquín Ribó, ANTONIO GARCIA CUBAS o Roa Bárcenas nota585.

La Ley de junio de 1890 dividió los programas de estudio en tres ramos: de idioma, que abarcaba la enseñanza de la lectura y la escritura; de cálculo, que comprendía la aritmética y la geometría; y el de deberes, que incluía higiene , moral, urbanidad, así como constitución general. Además se impartían las clases de cosmografía, geografía, historia de México, lecciones de cosas, dibujo y canto coral. En todas las escuelas era obligatoria la clase de gimnasia, las excursiones mensuales al campo y para las niñas clase de costura.

Una de las innovaciones pedagógicas del porfiriato fue retomar la premisa central de que el conocimiento sólo es posible a través de los sentidos, mediante la observación y la experiencia con el uso de todos y cada uno de los sentidos, que le permitieran despertar en el niño como lo señalaba REBSAMEN "una idea clara de la realidad", donde la educación fuera un proceso donde se desarrollara la capacidad física e intelectual del individuo en forma equilibrada, es decir, no ejercitar la memoria en detrimento de la imaginación, "al conocimiento verdadero nos conduce tan solo la observación y la experiencia".

El método objetivo prevaleció desde entonces en la escuela primaria. Pretendía llevar al conocimiento en general a través de la observación de los objetos. Pedagogos como Manuel Guillé, indicaba que de acuerdo con este método, los profesores de instrucción primaria deberían escoger siempre aquellas ilustraciones del texto que fueran "las más precisas y convenientes para palabras normales" lo que demuestra que también tenía una aplicación práctica tanto en la lectura como en la escrituranota586.

Con esta idea se pensó que el libro de texto adoptaría un papel secundario, sin embargo gracias a algunos trabajos de investigación podemos matizar esta idea pues el método objetivo se aplicará también en la edición sobre todo de los libros de texto de historia, geografía y lecciones de cosasnota587 .

De esta manera, los libros de texto modernos que circularon durante el porfiriato estaban dirigidos al profesor a través de la indicación de una serie de ejercicios didácticos de expresión oral, de redacción, de descripción de imágenes, de tareas de ortografía y prosodia, etc. y a los niños a través de las imágenes. Una publicidad de las novedades de la Casa Editorial de la Vda. de C.Bouret presentada en la Revista Pedagógica México Intelectual señalaba sobre todo el valor de la cuarta edición "corregida, aumentada e ilustrada con un gran número de grabados (mas de 80) ...que ilustran los varios asuntos...representando héroes o personajes políticos, vistas panorámicas o de edificios, o cartas de la República en las diversas épocas de su historia"

A fines del siglo XIX a cada asignatura correspondía un libro de texto. Esto no significaba que cada alumno los tuviera. En el caso del Estado de México, el gobierno los repartía gratuitamente a la escuela de tal forma que los alumnos se los turnaran porque nunca fueron suficientes.

En las líneas que siguen señalaremos algunas características de los libros de texto que se usaron en el salón de clases.

RAMO DE IDIOMAS: LA LECTURA Y LA ESCRITURA

. Libros para la enseñanza de la lectura y la escritura.

Desde el siglo XVI hasta la primera mitad del XIX, la enseñanza de la lectura en México se llevó a cabo a través de cartillas o silabarios, catecismos y catones. En los establecimientos de la Amiga los alumnos aprendían primero a leer y años o meses después pasaban a la escritura y la doctrina cristiana con ayuda de la cartilla o silabario, el catón y el catecismo. La cartilla o silabario era enseñado a través del método individual que consistía en llamar a cada alumno y hacerlo pronunciar una letra impresa. La primera página de la cartilla tenía un grabado del niño Jesús, la maestra lo señalaba y el alumno respondía "Jesús y Cruz y la que sigue es...B" si indicaba una vocal o una consonante en la siguiente página. Pronunciar la letras era el deletreo y le seguían los ejercicios de sílabas y palabras.

Don Pedro de la Rosa en Puebla publicó una Cartilla que empezó a imprimir desde 1783. Contenía el abecedario en letras mayúscula, minúscula y sílabas, primero las combinaciones sencillas de consonante con vocal por orden alfabético y después las combinaciones de consonante más vocal más consonante y de dos consonantes más vocal. La segunda parte del texto contenía los conocimientos elementales de la doctrina cristiana. También imprimió en octavo la Nueva Cartilla de Primeras Letras, con advertencias y divisiones oportunas para la enseñanza, en 8 hojas sin foliar nota588
Esta cartilla databa del siglo XVI y el privilegio exclusivo de imprimirla correspondía al Hospital de Indios, en 1641 pasó a la imprenta de Paula Benavides, en 1741 al Hospital de Naturales y a partir de 1783 a la Imprenta de Pedro de la Rosa de Puebla. La Cartilla o Silabario para uso de las escuelas costaba medio real (8reales= 1 peso). Sin tomar en consideración los gastos de papel, tinta, distribución y una ganancia adecuada, se calculaba que para cubrir el pago del privilegio (aproximadamente 2 500 pesos anuales), el impresor De la Rosa tenía que vender en 1783 por lo menos 40 000 cartillas anuales, lo que demuestra que circularon muchos miles de estas cartillas.

Después de la cartilla o silabario, los alumnos empezaban a leer el Catón Christiano o Catón español que explicaba la doctrina cristiana con advertencias políticas y morales dirigidas a los padres y a los maestros. Desde 1820 fue reemplazado por el Libro Segundo de los niños, de la Real Academia Españolanota589

Además del silabario, los alumnos más avanzados estudiaron la lectura en el Catecismo y exposición breve de la doctrina cristiana por el P. y Maestro Gerónimo de Ripalda cuyo éxito fue enorme gracias a su accesibilidad y bajo costonota590 . El texto del catecismo era breve pero con "profundidad teológica, pureza de doctrina y lucidez". Pasó de padres a hijos durante más de tres siglos como "el librito de oro que resume en sus páginas las verdades de la fe y las principales obligaciones de la Iglesia Católica impone a sus hijos". Un ejemplar localizado de 1802 tenía en la portado un grabado de Jesús Sacrificado y estaba dividido en cuatro partes: la primera contenía un calendario religioso, la segunda una oración al santo del día, la tercera, las declaraciones en forma de preguntas y respuestas de cada oración y la cuarta un examen y devoción para acostarse y levantarse y el acto de contricciónnota591 .
En marzo de 1853 se decretó que en todas las escuelas se enseñara doctrina cristiana con el Catecismo del Padre Ripalda, rezándola los niños todos los días, cuando menos media hora por la mañana y media por la tarde sin que ninguno de los maestros pudiera eximirse bajo la pena de cerrarles el establecimiento nota592.

La cartilla o silabario que más circuló en México en el siglo XIX fue la que imprimió en octavo Alejandro Valdés. En la portada aparece un grabado de la Virgen de Guadalupe y al final del texto la imagen de un maestro enseñando a leer a dos niños. La cartilla presentaba 13 apartados con las vocales, los alfabetos y las sílabas en diferentes combinaciones. También incluía los diptongos y los números romanos, los signos de ortografía, los triptongos, la forma de persignarse y un soneto dedicado a la Virgen de la portadanota593 .

El método de lectura empleado era, primero la memorización de las letras, luego de las sílabas en sus diferentes combinaciones y después la práctica en frases. Cada escolar leía y releía en voz alta su texto hasta que una vez interrogado diera prueba de su capacidad para recitarlo todo de corridonota594 .

En Chihuahua se imprimieron alrededor de mil cartillas, mil catones y mil catecismo de Ripalda aunque también circuló el Catecismo de la república o elementos del gobierno republicano popular federal de la nación Mexicana de Anselmo María Vargas, un texto de difícil comprensión para los escolares pues en 28 páginas, con letra pequeña y apretada, lenguaje denso y en ocasiones confuso, resumía en 16 lecciones y 8 capítulos el conjunto de planteamientos de la doctrina clásica republicana y federalista de Locke, Rousseau, Bentham y Montesquieunota595 .

Debido a la escasez de libros en las escuelas y a la necesidad de enseñar la doctrina cristiana también se usaron otros textos como el Catecismo de los padres de las escuelas pías, el Compendio de José Pintón, los Misterios de fe del padre Torrejoncillo y libros religiosos de Francisco Amado Pouget, Cayetano de San Juan Bautista, Cayetano García Navarro y Pedro Septiénnota596

Podemos comprobar el uso de estos textos a través del testimonio de ANTONIO GARCIA CUBAS quien recuerda que en las escuelas lancasterianas los textos escolares para la lectura corrida de las dos últimas clases eran el Tratado de las obligaciones del hombre y El Amigo de los Niños del Abad Sabatier traducido por Juan de Escóiquis, el Libro Segundo de la Academia, el Simon de Nantua, premiado en Francia en 1818 e introducido en México hacia 1824, el Mercader forastero, el Catecismo histórico del Abad Claude Fleri y las Fábulas de Samaniego y las de Iriartenota597 . Aunque en algunas escuelas también se usó el Libro de la infancia, tarducido del francés por Miguel Copínnota598

El Libro Segundo de los niños para uso de las escuelas por la Real Academia de Primera Educación publicado hacia 1840. Era un libro pequeño, fragmentado en unidades cortas y separadas que abordaban lecciones como el sentido de la interrogación, el sentido de la admiración, el sentido de la reconversión y de represión y el sentido de la oración. Su contenido religioso marcaba la tónica del texto cuya lectura debía hacerse a través de preguntas y respuestasnota599 .

La enseñanza de la lectura y de la escritura fueron actividades separadas durante buena parte del siglo XIX. Dorothy Tanck (1988) afirma que esto se debió mas a razones técnicas y económicas que a razones de carácter pedagógico debido a que el papel era importado y por tanto escaso y caro; la tinta negra podía arruinar la ropa y el manejo de la pluma requería destreza y habilidad manual. De ahí la razón para reservar la escritura a aquellos que ya sabían leer. Este hecho provocó que muchos de los alumnos que abandonaron la escuela en los primeros años no pudieron adiestrarse en la escritura. Este fenómeno fue notorio sobre todo en el caso de las niñas pues generalmente en las Amigas, se les enseñaba a leer en el catecismo sin incluir la enseñanza de la escrituranota600 .

Los métodos "antiguos" para enseñar a leer y después a escribir seguían una marcha sintética con el deletreo y el silabeo. Fue hasta 1883 que ENRIQUE LAUBSCHER introdujo en la Escuela Modelo de Orizaba el método simultáneo de la escritura y la lectura y de ahí se propagó a todo el país. A partir de 1890 la enseñanza de ambas se llamó en el Estado de México "idioma castellano" y a partir de la Ley de 1897, simultáneo para todo el paísnota601 .

Después del Congreso Pedagógico de 1889 se determinó el uso obligatorio de un texto de lectura para cada grado escolar. Al primero correspondía el aprendizaje de la lectura y la escritura por medio del método analítico-sintético y breves ejercicios de lectura mecánica. Los libros de segundo a cuarto año contenían ejercicios para el aprendizaje de la lectura mecánica, lógica y estética. En general, las lecturas debían ser graduadas, con diversos temas de moral, instrucción cívica, lengua nacional, lecciones de cosas, nociones de ciencias físicas y naturales, historia y geografía, que les harían más atractivosnota602 .

En el Estado de México siguieron usándose durante todo el siglo XIX, el Silabario Metódico de San Miguel de circulación nacional y los de San Vicente, Oviedo aunque al mismo tiempo aparecieron nuevos libros de texto de lectura que enseñaron a los niños a leer y escribir de manera simultánea. Leticia Moreno(1999) los ha clasificado como libros enciclopédicos y libros modernos graduados y seriados. Al primer grupo corresponderían el Mantilla de Lectura escrito por Luis F.Mantilla y El Amigo de los Niños Mexicanos adaptado por el Dr.Juan de la Torrenota603 .

Luis F.Mantilla fue maestro de lengua y literatura en la Habana, Cuba, en la Universidad de Nueva York y miembro de la Real Academia Española. Sus libros fueron pensados sobre todo para los pequeños de habla hispana y en especial de Latinoamérica. Formado por tres libros de lectura, el primero tenía como finalidad introducir a los pequeños en el aprendizaje de la lengua a través de la enseñanza de la lectura y la escritura. El segundo libro buscaba perfeccionar la práctica de la lectura y la escritura siguiendo el método explicativo con la comprensión de la lectura y el tercero ofrecía una serie de ensayos, poemas, fábulas y otras obras de autores españoles e hispanoamericanos para los alumnos de los grados superiores.

El Mantilla
como otros silabarios contenía además del método para enseñar a leer y escribir, pequeñas lecturas con estampas, con el objeto de atraer la atención del lector. Presentaba las letras mayúsculas y minúsculas con el ejemplo de una palabra escrita y una ilustración. Las lecturas eran variadas pues hablaban del campo o la familia y tenían un carácter moral. La primera edición de 1892 del primer libro fue editado por la Librería de Ch.Bouret. En 128 páginas presentaba 95 lecciones, las palabras para enseñar las letras estaban ilustradas con 147 grabados negros y 4 cromolitografías a color que respetaban las indicaciones de los congresos: caracteres claros, nítidos y en un papel apropiado para una mejor visión. Los ejercicios del libro insistían en el cuidado de la pronunciación correcta de las palabras y en la división silábica que tenía como objetivo educar el oído para aprender a escribir correctamente. Esta edición había sido aumentada con lecciones de moral y urbanidad con el fin de formar el carácter y la personalidad de los niños ejemplificando formas de conducta socialmente aceptadas y poniendo en el papel central de la escena a los propios niñosnota604

El Amigo de los Niños de Juan de la Torre, además de la lectura proporcionaban conocimientos de astronomía, geografía, historia, higiene, estaba formado por cuatro libros que correspondían a cada uno de los años escolares. El cuarto se editó para las escuelas mexiquenses en San Louis Missouri. En cortas lecciones, el autor mostraba la importancia que tenía la observación, la experimentación y el raciocinio para conocer las cosas y los hechos. Su objetivo era mostrar que la cosas científicas tenían una utilidad real, como en el ejemplo de las propiedades del agua. De corte rousseauniano contenía lecciones que motivaban a los niños a acercarse a la naturaleza, como fuente de trabajo y bienestarnota605 .

Este libro estaba en la edición 19 en 1895 y se usaba en toda la República Mexicana para la clase de lectura y la de lecciones de cosas. En 250 lecturas se combinaban conocimientos científicos con máximas, relatos y fábulas con un contenido moralnota606 . El libro de texto recomendaba ciertas reglas para una buena lectura: utilizar el tono adecuado, no descuidar las pausas de la puntuación, etc. Las lecciones eran breves –de media página- y abordaban temas como la biografía de personajes ilustres mexicanos y del mundo entero; documentos comerciales (letras de cambio, pagaré, etc.), descripciones geográficas, composiciones en verso, etcétera. Este libro se destinó únicamente al uso masculino pues existía la versión femenina a cargo del mismo autor. El libro no tenía ilustraciones que ayudaran a la comprensión pero sí se resaltaban los títulos escritos en mayúsculanota607
La particularidad de los libros modernos de lectura era que estaban seriados y graduados según el año escolar, la edad de los niños, sus intereses y su desarrollo intelectualnota608 . Entre ellos encontramos
El Lector Mexicano de Torres Quintero y para el Estado de México los de Sarah Louise Arnold que también contenían cuentos, fábulas y máximas de moral, un texto que fue sustituido por el del Profesor Ricardo Gómez de la Casa Editorial Herrero Hnos. y El niño ilustrado de José Ma.Trigo.
La serie de Libros de Lectura 2º, 3º. Y 4º, escritos por Sara Louis Arnold fue traducido del francés por Manuel Fernández Junco, especialmente editado en Nueva York para uso de los niños mexiquenses, en 1897. Con un carácter moral, las lecciones se estructuraban a través de preguntas que tenían como finalidad didáctica comprobar la comprensión del lector. Como su finalidad era el perfeccionamiento de la lectura se cuidaba la expresión oral y la buena dicción. Para ello se incluyó una lista de palabras que los lectores debían pronunciar despacio para distinguir los fonemas. Para perfeccionar la expresión oral se hacían ejercicios de descripción de láminas en voz alta. Cabe señalar la calidad de sus imágenes. El perfeccinamiento de la escritura se hacía a través de la práctica con copiasnota609 .

El Lector Moderno. Libros 1º, 2º, 3º y 4º escritos por Juan García Purón también fueron editados especialmente para el Estado de México por la Appleton Co. De Nueva York. Se trataba de un libro para el perfeccionamiento de la lectura, seriado y moderno porque de acuerdo con un dictamen de la Academia Pedagógica de Toluca contaba con diversos caracteres de letras y buenas ilustraciones que les ayudan a los alumnos a desarrollar sus facultades inventivas, intuitivas y de observación a través de una serie de ejercicios iconográficos que proponía el autor. También se incluía la práctica de la escritura con ejercicios de composición y copias en letra manuscritanota610 .

El Niño Ilustrado de José Trigo ofreció a los lectores además de las lecciones morales, las de la naturaleza y las de la ciencia. En 133 páginas presentaba 24 lecciones donde el autor se planteaba como objetivo ilustrar a los niños con lecciones sobre los fluidos, el vapor, el hielo, los átomos, el trabajo del hombre, el movimiento de los cuerpos, etcétera. Las lecturas se presentaban en forma de relato cuyo eje rector era el principio de causalidad donde prevalecía una racionalidad científica positivanota611 .
Otro libro de lectura que circuló entre Guadalajara, León y la Ciudad de México fue el Mosaico infantil. Arte de Lectura u apólogos color de cielo. Nuevo libro de Lectura de José Rosas Moreno, destinado a los alumnos que ya dominaban el arte de leer. En él se abordaban las reglas del buen lector: dicción, pronunciación y claridad, así como las diferentes entonaciones y modulaciones adecuadas a un discurso, un poema o un guión de teatro. Este tipo de contenidos confirma la importancia de la lectura oral como una práctica frecuentenota612 .

EL RAMO DE CALCULO: LA ARITMETICA Y LA GEOMETRIA

.Libros de aritmética

Hasta 1850 no hubo libros de texto de aritmética para los niños. El maestro consultaba el Compendio matemático de Benito Bails o el libro de Puig y Mora para enseñar los guarismos, las cuatro reglas por enteros, quebrados y denominados, la regla de proporción, la regla de tres y sus operaciones. También se usaba una obra de Rafael Ximeno, Tabla para los niños que empiezan a contarnota613 .
Durante el porfiriato, los libros de aritmética que circularon en el Estado de México fueron: el Catecismo de Aritmética de José Urcullu; El tratado elemental de aritmética de José Joaquín Terrazas y Aritmética para los niños de Anselmo Camacho.

El de Urcullu que se encontraba en la 42ª edición en 1887, era un libro tradicional de aritmética que insistía en la repetición y memorización de definiciones y reglas, la escritura de números, cantidades y operaciones sin mayor explicación. Una alternativa para los escolares fue el libro de Anselmo Camacho estructurado en tres partes. La última en una edición rústica, de 78 páginas no tenía ilustraciones y seguramente fue usado por los alumnos mas avanzados de la clase pues manejaba temas como la regla de tres simple y compuesta, el interés, el tanto por ciento, las raíces y las potencias. En cada uno de estas lecciones había conceptos, explicaciones, ejemplos y ejercicios. Un recurso didáctico interesante al que se hacía referencia en este libro era la presentación y solución de problemas con el fin de introducir a los lectores en la comprensión de lo que se debía hacer ante una situación determinada, lo que implicaba un acto de reflexión y no una resolución mecánica de las operacionesnota614 .

.Libros de Geometría

Las Nociones de Geometría Práctica del profesor del Instituto Científico y Literario del Estado de México, el Ingeniero Anselmo Camacho fue uno de los más populares en el Estado de México. Su libro escrito para los alumnos de tercer año se centraba en la resolución de problemas. Su objetivo era cumplir el programa de estudios que contemplaba el aprendizaje del cálculo mental y escrito de las fracciones comunes y decimales; el nuevo sistema legal de pesas y medidas así como del moderno sistema métrico decimalnota615 . Se editó en la Escuela de Artes y Oficios en 1893 y en la tercera parte del curso que tenía 78 páginas se trataban temas como los números complejos, las cuatro operaciones básicas, razones y proporciones, potencia, raíces, regla de tres simple y compuesta, interés, tanto por ciento y al millar. Las explicaciones se hacía en párrafos pequeños en donde se destacaban los conceptos, después se presentaba una explicación gráfica con la resolución de problemas y finalmente se proponía una serie de ejerciciosnota616 .
Un aspecto importante además del estudio del cálculo y las nociones de aritmética y geometría, fue el conocimiento del sistema métrico decimal y las tablas de equivalencia, ya que desde 1884 se implantó un nuevo sistema. Silvano Pavón escribió Apuntes sobre el sistema métrico decimal (1883), editado en la ciudad de Toluca constaba de 55 páginas cuyo contenido giraba en torno a las tablas de equivalencia de medidas lineales, agrarias, de superficie, de volumen, de peso, de capacidad para granos, aceites, líquidos, de pesas para manantiales y mercedes de agua. Resultaba interesante los ejercicios de conversión y la presentación gráfica de la información.Otros textos que circularon fueron los Elementos de Geometría de Faustino Paluzie, la Geometría de Zamora y los maestros se basaron en la Guía Metodológica para la Enseñanza de la Geometría de LEOPOLDO KIELnota617 .

RAMO DE DEBERES: HIGIENE, MORAL, URBANIDAD Y CIVISMO

.Libros de Higiene

En el Estado de México circularon las Nociones de Higiene del Dr.Juan de la Peña editados por la Spanish American Educacional Co. Con un lenguaje simple, elegante y adecuado para los niños, se consideraba a la salud como un bien y como un saber escolar. En su libro se destacaba la importancia de la higiene del individuo y de la humanidad en general. Trataba 115 temas, entre ellos, el conocimiento de los meteoros, el aire, la luz, el calor, las habitaciones, el vestido, el aseo personal, el baño, los alimentos, el ejercicio y el descanso. Al final de cada tema se presentaba un cuestionario para afirmar el aprendizaje con preguntas como, ¿qué es la higiene?, ¿de qué idioma está formada la palabra higiene?, ¿qué quiere decir?, etc. se confirma que lla enseñanza catequística no estaba del todo desterradanota618 .

.Libros para la educación cívica

Tal vez la contribución más original de las Cortes de Cádiz al contenido de la enseñanza fue la de incluir la instrucción cívica entre las asignaturas de las escuelas de primeras letras y hasta 1820, leer, escribir, contar y la doctrina cristiana, formaron parte del plan de estudios de la escuela hasta que una real cédula ordenó la enseñanza de la educación civil por medio de la Constitución de 1812. La idea de incluir la enseñanza a los niños de sus derechos y obligaciones con relación al Gobierno, provenía de la Francia revolucionaria que publicó un Catecismo republicano, condenado por la Inquisición española. El proyecto educativo mexicano de 1823 también incluyó la recomendación de crear un catecismo político para los educandos, circuló entonces el texto de las Escuelas Pías de Castilla, Catecismo de urbanidad civil y cristiana. En1833 con el gobierno de GOMEZ FARIAS se incluye este requisito en las escuelas primarias y aparece la Cartilla social o breve instrucción sobre los derechos y obligaciones de la sociedad civil de José Gómez de la Cortina, que circula en escuelas municipales y lancasterianasnota619 .
Durante el porfiriato los libros de civismo más difundidos fueron el de Juan de la Torre, Instrucción cívica y organización política de México, el de E.castelar, Catecismo Democrático, el de Miguel Macías, Derecho Político y la Carta Constitucional de los derechos del hombre, el Cuadro de la Constitución de 1857 y la Constitución del Estado de Méxiconota620
El Manual de Enseñanza Moral de Esteban Echeverría fue escrito originalmente para los niños argentinos pero se preparó una edición especial para las escuelas del Estado de México, porque la Academia Pedagógica de Toluca reconoció su valor como obra de consulta pese a que por hábito los cursos de moral eran dados de manera oral por el profesor. Su contenido abordaba el conocimiento de la ley moral y la divina, los deberes para con el prójimo, la familia, la patria y la humanidad. El autor buscaba con su texto formar buenos ciudadanos puesto que la grandeza de los pueblos se fincaba en "la prosperidad material, en la cultura y en la moralidad de sus hijos"nota621 .

OTRAS DISCIPLINAS: HISTORIA, GEOGRAFIA, LECCIONES DE COSAS

.Libros de Historia Patria

Al asumir Porfirio Díaz la presidencia ya existen una serie de libros de texto de historia destinados a la educación elemental como los de J.M.Roa Bárcena, Catecismo Elemental de historia de Mexico desde la fundación hasta mediados del siglo XIX y Compendio de la historia de México para uso de los establecimientos de instrucción pública en la República Mexicana de Manuel Payno, y circularán en la primera etapa otros como las de FELIPE BUENROSTRO (1877)Compendio de Historia Antigua de México, TIRSO CORDOBA (1881)Historia elemental de México, JOSE ROSAS (1877 Nuevo Compendio de historia de México escrito en verso y dedicado a la infancia mexicana y un autor anónimo llamado E.R. (1885) Lecciones sencillas de historia de México. En general en sus obras, la exaltación del sentimiento patrio aparece de una manera aislada, donde el concepto de patria surge como un elemento más del discurso pero no como un producto creado a toda costa para despertar ideas de solidaridad nacional, libros de texto donde la enseñanza de la historia se debate entre los terrenos del cristianismo y de la poesía.
El patriotismo tenue de José Rosas, Tirso Córdoba y de Buenrostro no se refiere ni a las hazañas ni a los héroes, no se exalta desmedidamente a la patria; los autores toman los actos heroicos como un punto más en su descripción lineal del pasado y se concretan a narrar los acontecimientos en forma tal que los héroes son un elemento más de una historia formada por batallas, fechas anécdotas, etc. Héroes como Hidalgo y Morelos aparecen de una forma muy discreta pues quienes escriben la historia no necesitan favorecer al régimennota622

JOSE ROSAS MORENO (1838-1883) escribió diversas publicaciones que circularon sobre todo entre Lagos de Moreno, León y la Ciudad de México dirigidas sobre todo a un público infantil: Hojas de Rosa y Recuerdos de la Infancia (1864), fundó los periódicos El tío Canillas, La madre Celestina, La Educación y Album Literario (1864), La edad infantil (1873) Los chiquitines (1874) y su libro más exitoso, el Libro Segundo para uso de las escuelas, que se encontraba en la edición número 25 en 1892.

En sus textos articuló una propuesta con elementos neoclásicos y románticos, donde la naturaleza se describe y se relaciona con los sentimientos y las pasiones, se recrean paisajes y costumbres y se buscan expresiones bellas, puras y diáfanas. Tres son sus preocupaciones temáticas: Dios, patria y virtud. Dios como padre amoroso, dador de dones y creador de las bellezas de la naturales; la patria, donde los aciertos y errores de los héroes tienen la función de enseñar virtudes y pasiones para evitar errores futuros, donde a través de las analogías se exalta el amor filial que se le debe a la patria y donde la moral implica un deber ser impostergable y diferenciado para niños y niñas. Una imagen femenina delicada, hogareña, sentimental y amorosa en contraposición a la moral del niño orientada al mundo de lo público e instruido en temas relacionados con la ciudadanía –las leyes, el trabajo, las formas de gobierno nota623.

En 1870, el Compendio de la Historia de México para el uso de los establecimientos de instrucción pública de la República Mexicana de Manuel Payno fue declarado útil para el uso de las escuelas de la Compañía Lancasteriana. 1 600 ejemplares circularon en este año por todo el país, cinco años después se encontraba ya en la 4 edición. Se estructuraba en cuatro partes que narraban desde el descubrimiento de América hasta los acontecimientos de 1875. Presentado en forma de preguntas y respuestas, el objetivo de la obra era presentar un compendio, [...]sin comentarios ni apreciaciones para no herir las opiniones religiosas, ni las ideas políticas de nadie[....]". Objetivo que cumplió al pie de la letra pues cuando se refiere a la figura de Hidalgo, Manuel Payno nos hace saber que, "nació el 8 de mayo de 1753, día de la aparición de San Miguel Arcángel [...]era un hombre de capacidad, sabía el francés[...]afecto e instruido en agricultura y en varios ramos de la industria[...] y se hizo amar del pueblo por su trato sencillo y afable[...]en vez de acobardarse o de ocultarse, resuelve lanzarse a la revolución, y el 15 de septiembre a las once de la noche, o en la madrugada, según otros historiadores, dio la voz de Independencia y a este suceso se le llama en la historia el Grito de Dolores" nota624
El Catecismo de Historia General de Méjico escrito para las escuelas elementales de la República Mejicana de Ramón Lainé, se encontraba en la novena edición en 1890. Sin márgenes, en hojas delgadas y en 46 páginas estructuraba su información en 7 capítulos donde los héroes tenían un papel muy discreto. Para el autor, los niños debían saber que Hidalgo solo se abocó a [...]proclamar la independencia la noche del 15 de septiembre de 1810, en el pueblo de Dolores[...]en vez de huir como habría hecho otro de ánimo menos esforzado [...] nota625
En 1893, la Cartilla de Historia de México de Manuel Rivera Cambas estaba en la octava edición. La obra formada por 3 tomos tenía un promedio de 200 páginas cada uno y abordaba la historia antigua y moderna. En el tercero que iba desde la Independencia hasta 1893, describía al Cura Hidalgo como pródigo con su dinero, afecto a fomentar la industria y cariñoso con los indígenas. Al describir el movimiento de Independencia dice [...]la noche del 15 de septiembre de 1910, a las dos y media de la madrugada [...]siguióles toda la gente del campo armados con palos, flechas, hondas e instrumentos de labor [...] uniéndose en San Miguel el Grande el regimiento de la Reina[...]nota626
La seriedad de sus informaciones nos llevó a encontrar un elemento común que se observa en la necesidad de señalar claramente que la fuente de sus informaciones estaba basada en la Gaceta de México, el Despertador Mejicano y en las ideas de Lorenzo Boturini, Lucas Alamán, el Padre Cavo y William Prescott nota6266
Por su parte, las Lecciones de Historia General de México de Rafael Aguirre Cinta aparece en 1907. Dividido en cuatro períodos con un promedio de 27 lecciones numeradas y cuatro resúmenes, describía la hazaña de Hidalgo como [...] el alma de la conspiración [...] mientras todos tomaban chocolate, Aldama les refirió el peligro que corrían a ser reducidos a prisión [...] Hidalgo abarcó toda la extensión del peligro y después de deliberar con sus dos amigos y correligionarios dijo "Caballeros, estamos perdidos" no hay más recurso que ir a coger gachupines" [...] con mucha razón y justicia lo llamamos Padre de nuestra independencia y su memoria debe sernos sagrada[...]nota627
Su descripción llena de emoción quizá marca una transición entre los textos anteriores y el de Justo Sierra. Lo confirmamos en el informe de la Academia Pedagógica de Toluca que lo había aprobado considerándolo como útil en la realización de las tareas escolares a diferencia de lo que opinaba del libro de Manuel Payno, "plagado de inexactitudes", o del texto de Ramón Lainé,"falto de método, de orden, de dicción castiza y atractiva, a pesar del ínfimo precio en que se ofrecía" nota628.
Así, en los textos de Payno, Lainé y Rivera Cambas, la exaltación del sentimiento patrio aparece de manera aislada. El concepto de patria surge como un elemento más del discurso pero no como un producto creado a toda costa para despertar ideas de solidaridad nacional. Su patriotismo tenue no hace referencia ni a las hazañas ni a los héroes que no son más que uno de los elementos de una historia formada por batallas, fechas, anécdotas etcéteranota629
La manera de aprender la historia cambiará con la lectura de la Historia Patria de
Justo Sierranota630 . Antes de éste, los libros de texto centraban su atención en periodos como la conquista, la Colonia y la Independencia, como generadores de la nacionalidad. nnota631. La obra de Sierra, se orientará siguiendo el modelo francés del Profesor Lavisse, en torno al ejemplo dictado por el héroe, presentado además de una manera atractiva para los escolares a través de las imágenes del textonota632 .

De acuerdo con la legislación en 1908, los libros de texto cubren el aprendizaje del siguiente programa. En el primer año , simples conversaciones relativas a Hidalgo, cantos y fiestas en su honor en los días en que se conmemora la Independencia; en el segundo año, conversaciones y narraciones referentes a Hidalgo y Juárez; en el tercero, narraciones y conversaciones referentes a la historia de México y lo más notable de la vida de Colon, Cuahutemoc, Cortés, Josefa Ortíz de Domínguez, Hidalgo, Morelos, Mina, Guerrero, los Niños Héroes durante la Guerra de 1847 y Zaragoza; en el cuarto narraciones y conversaciones sobre Netzahualcoyotl, Moctezuma, Cuitlahuac, Cortés, Fray Bartolomé de las Casas, Virrey Mendoza, Iturrigaray, Lic.Verdad, Iturbide, Santa Anna, Ocampo, Zaragoza, Juáreznota633
Con esta enseñanza se esperaba desprender constantemente un intenso sentimiento de amor patrio con el fin de que los alumnos prepararan su vida y su conducta para defender las instituciones nacionales y contribuir activamente a la unión de los mexicanos.

Encontraremos entonces una forma de exacerbar el patriotismo en los libros de texto que circulan en esta época y en la obra de autores que indirectamente a través de sus suscripciones utilizarán la exaltación de lo heroico para llegar a los mismos resultados, estas ideas regirán los libros de JUSTO SIERRA, TEODORO BANDALA, ANTONIO GARCIA CUBAS, NICOLAS LEON, ANDRES OSCOY, CARLOS PEREYRA, JAVIER SANTA MARIA Y GREGORIO TORRES QUINTERO.

Como hemos visto en el Anexo 1, en 1905 la Secretaría de Instrucción Pública elaboró una lista de libros aprobados para las escuelas oficiales de educación elemental en el D.F. y territorios Federales y aprobó el libro de JUSTO SIERRA para el tercer y cuarto año, aunque siguieron circulando 13 ejemplares de la Historia de México de GARCIA CUBAS en la escuela elemental anexa a la Nacional de Maestros nota634.

Libros de Geografía.

Uno de los primeros libros que se usaron hacia 1860 fue el Catecismo Elemental de Geografía Universal de JOSE MARIA ROA BARCENA. Sus 145 páginas abordaban nociones de geografía en general, la división política y la geografía de México. El autor aseguraba que este libro de texto resultaría atractivo a los lectores debido a el método empleado de preguntas y respuestas, su corta extensión, la claridad del contenido y su bajo precio. Una característica de esta publicación era que señalaba las fuentes que habían sido consultadas para su elaboración: el Catecismo de Geografía Universal de Juan N.Almonte, el Curso Completo de Geografía Universal de Balbi y el de Letronne (edición española de 1858), la Nueva Geografía Metódica de Meissas y Michelot (edición francesa de 1856) y para la parte relativa a la República Mexicana, los artículos publicados en el Diccionario de historia y geografía y El Cuadro Sinóptico de Miguel Lerdo de Tejada y el Atlas geográfico, estadístico e histórico de la República Mexicana de ANTONIO GARCIA CUBAS.
Con el objetivo de contar con un libro más acorde con la realidad mexicana, ANTONIO GARCIA CUBAS escribió un Curso elemental de Geografía Universal. El autor fue ingeniero topógrafo, autor del Atlas geográfico, estadístico e histórico de la República Mexicana, del curso de dibujo topográfico y geográfico, socio de número de la Sociedad de Geografía y Estadística y profesor de Geografía en la Escuela Nacional secundaria de señoritas. Su libro se encontraba en la 5ª edición en 1890. En sus mas de 400 páginas se definían nociones de geometría, lecciones de cosmografía, geografía física y geografía política y descriptiva, con el objetivo de dar la idea exacta del planeta. Señalaba también la fuente de sus conocimientos: las obras de Francoeur, Arago, Humboldt, Secchi, Delaunay, Cortambert y Argüelles.
Otro libro de texto fue la Geografía de México de Alberto Correa, quien fue diputado por Tabasco en el Segundo Congreso de Instrucción Pública, miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, director de la Escuela Normal. Su libro en 118 páginas enumeraba 603 informaciones que estaban destinadas a la memorización y a presentar al público extranjero una visión del México que esperaba de la inmigración para desarrollar sus riquezas. La calidad de su trabajo le valió recibir una medalla de plata en la Exposición Universal de París de 1889nota635 .
En el Estado de México circularon 17 textos siendo los más populares la Geografía Física Universal y la Geografía Política Universal de José M.Trigo. La Geografía Universal y de México (1892) del inspector de instrucción pública Enríquez de Rivera describía el universo, las plantas, la tierra, el país y sus estados, dando mayor importancia al estudio de la entidad. También tuvo gran circulación la Compendio de Geografía de México de Juan de la Torre (1896) donde primero hacía conocer al niño lo que lo rodeaba –la aldea, pueblo o ciudad, el municipio, cantón y distrito- y posteriormente a través de ejercicios al final de cada lección los niños ubicaban los ríos o los puertos en un mapa. El Compendio de Geografía de Juan de la Torre se encontraba en la 8º edición en 1896. Su éxito se basó de los 15 centavos que costaba y del prestigio de su autor quien era miembro de la afamada Sociedad Mexicana de Geografía y Estadísticanota636.


Una innovación de los textos escolares de geografía fue la aparición de imágenes, mapas y grabados. Podemos verlo en las portadas de los libros o en la publicidad con la que se anunciaban las novedades. Por ejemplo, la Librería de la Vda. de Bouret anunciaba que había numerosos fotograbados, mapas y grabados a color intercalados en los textos de Nuestra Patria. Geografía Elemental de la República Mexicana Curso Elemental de Geografía y Mi primer libro de Geografía de Gildardo Avilés, más los 500 grabados y 100 mapas que contenía La República Mexicana en de EZEQUIEL CHAVEZ.

Libros de Lecciones de Cosas

La clase de lecciones de cosas apareció por primera vez en el Estado de México en 1890. Para esta asignatura los alumnos llevaban El Niño Ilustrado. Libro Cuarto de lectura o preparación para el estudio de las ciencias de José M. Trigo que también se usaba como libro de lectura. A partir de 1911, su contenido fue reafirmado en las excursiones escolares donde se buscaba desarrollar las facultades de observación de los niños nota637.

En una publicación dedicada a orientar a los maestros a través de la presentación de lecciones modelo sobre cualquier ramo, Gregorio Torres Quintero se proponía la enseñanza de las Lecciones de cosas a través de un ejemplo. A base de preguntas y respuestas los niños conocían lo que era un libro:

Maestro.- ¿Qué podemos hacer con los libros?
Alumnos.- abrirlos y cerrarlos
Maestro.- cada cara de una hoja se llama página. ¿Pueden decirme el número de páginas que tiene el libro? ¿Las páginas no contienen más que letras?
Alumno.-no señor, hay también láminas
Maestro.- ¿Nada mas?
Alumno.- Hay también números
Maestro.-¿Para qué sirven los libros?
Alumno.- para aprender a leer
Maestro.-los niños que ya saben leer aprenden en los libros otras cosas útiles. El que lee los libros se instruye y llega a ser reputado por su sabernota638 .

 

.Libros para mujeres

Los libros para mujeres adquieren especial importancia desde el ultimo tercio del siglo XIX. El control sobre lo que debían leer estaba prescrito en los reglamentos escolares y también en los contenidos de los libros, a saber, un conjunto de saberes científicos, técnicos y útiles que debía conocer la mujer moderna así como las virtudes morales femeninas que debían acompañar la realización de estas actividades . En estos libros encontramos las contradicciones y deseos de una sociedad que manejaba un discurso que reivindicaba la participación social de las mujeres y que al mismo tiempo las confinaba bajo formas modernas al ámbito doméstico.


En 1899 comenzaron a circular en Michoacán, libros escritos por mujeres como el Picturesque Mexico de la Sra. Marie Robinson Wright, editado en Filadelfia y dedicado a Porfirio Díaz. Otros libros como los de las señoras Flaquer, Gutiérrez y Acosta de Samper se referían a dar consejos prácticos para mejorar la vida doméstica. Para ello se introducía un novedoso formato que presentaba láminas de aparatos domésticos y donde se usaba un lenguaje técnico-científico para explicar la necesidad práctica y racional de realizar las tareas de la casa con eficacia y economía.


Otro libro de texto dedicado a la formación femenina fue el de los profesores Florencia Atjinson, el doctor Juan García Purón y los señores Francisco Sellén y Eduardo Molina, Economía e Higiene doméstica de Appleton. Editado desde 1888 tuvo gran éxito hasta las primeras décadas del siglo XX. Contenía información sobre economía doméstica –"el arte de manejar, dirigir o gobernar la casa y la familia, sin perder o malgastar tiempo, trabajo ni dinero"- a través de ejercicios matemáticos, de conocimientos de farmacia, de corte y confección y de preparación de remedios caseros entre otros. El libro estaba escrito de manera clara, amena y ofrecía una gran cantidad de ilustraciones. Este libro fue usado en todos los colegios de niñas de Morelia, sus mensajes invitaban a las mujeres a educarse a través del manejo de conocimientos modernos y científicos con el fin de mejorar la calidad de vida en el seno familiar nota639.continua...

 


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