Ma.
Eugenia Espinosa Carbajal.
DGENAM-DF Dir.
Gral. de Educación Normal y Actualización del Magisterio
del DF.
Introducción
El siglo XX en México, en el terreno educativo, comienza y termina
discutiendo, entre otros temas: la federalización educativa
, la educación nacional e integral; la necesidad de la educación
indígena y rural; la diferencia entre instrucción y educación
y la imperiosa necesidad de la enseñanza moral. Pareciera que en
cien años no ha pasado nada y que la historia se repite. Sin embargo
no es así, aquella nación de principios de siglo poco tiene
que ver con el país actual, y aunque los temas a discusión
son los mismos, el contexto, su sentido y finalidad son diferentes. 
Este trabajo pretende dar una visión histórica muy general
de la educación primaria en casi cien años, fundamentalmente
de la educación pública, que nos permita entender su desarrollo
como un gran proceso histórico. Nuestro análisis parte de
ver la evolución de la educación primaria a partir de sus
grandes cambios en el siglo XX y desde la política educativa del
gobierno federal. No se nos escapa que esta política se cumple
y aplica de manera diferente dependiendo de las circunstancias locales,
regionales y de la misma escuela. De ello dan cuenta los distintos trabajos,
por fortuna cada vez más, de historia regional y estudios de caso
que se han producido.
Balance historiográfico
La escuela primaria, con toda seguridad, es el nivel educativo que ha
merecido el mayor interés de los especialistas del campo educativo.
Muchos de estas investigaciones se ubican en un tiempo y/o espacio determinado,
o se refieren a un tipo de educación como es el caso de la educación
indígena, la rural, la de adultos o la educación socialista,
etc.. Autores que se ubican en uno u otro caso son Carlos Martínez
Assad, Luz Elena Galván, Mary Kay Vaughan Engracia Loyo, María
Bertely, entre otros .
También en el análisis histórico encontramos que
el estudio de la educación primaria está ubicado como parte
del sistema educativo nacional, así tenemos los textos de Francisco
Larroyo, Fernando Solana, Ernesto Meneses, Carlos Ornelas, Pablo Latapí.

El tratamiento de los problemas y la evolución de la educación
primaria está íntimamente ligado con la formación
de profesores, su trabajo profesional e inclusive de su organización
laboral. por lo que es común encontrarnos estudios que hacen referencia
a uno u otro asunto. Entre ellos encontramos, entre muchos más,
los trabajos de Luz Elena Galván y Alberto Arnaut .
También el tema tiene que ver con las campañas de alfabetización,
sobre todo cuando en sus primeras etapas, eran los mismos maestros los
que trabajaban en la primaria y después alfabetizaban a los adultos .
El desarrollo de la educación y en el caso que nos ocupa, la educación
primaria, tiene que ver y depende en gran medida- con las condiciones
económicas, sociales y políticas del país, así
nos encontramos las obras de Bonfil, Eduardo Ruiz. Martha Robles, por
mencionar algunos .
Finalmente, la evolución de la educación primaria está
ligada a las tareas de extensionismo que realizaba el maestro, sobre todo
a partir de 1921, cuando se creó la Secretaría de Educación
Pública (SEP) y se mantiene en entusiasta participación
hasta 1940, cuando esta actividad empieza a decrecer .
Hoy, cerrando el siglo, y aunque en la realidad esta práctica nunca
ha dejado de hacerse, nuevamente se plantea la necesidad de que el maestro
-y la escuela- se vinculen a la comunidad. En verdad se trata de revitalizar
este vínculo, y sin embargo, no ya en los mismos términos
de antes, sino en un nuevo contexto nacional e internacional.
La escuela primaria mexicana laica, popular y gratuita
El siglo XX mexicano inicia con una escuela primaria donde domina el trabajo,
el silencio y el orden, donde se pretende desarrollar una educación
integral y en la que se ha distinguido claramente la diferencia entre
educar e instruir, asumiendo la escuela pública como tarea central
la de educar.
No obstante esa herencia del siglo XIX, el desarrollo y evolución
de la educación primaria en el siglo XX, sus vicisitudes, su cobertura
y apoyos; sus contenidos y planes de estudio, sus formas de trabajo y
enfoques, están ligados a la Revolución mexicana, a su aliento
e impulso. El mismo decreto que ordena la creación de las escuelas
rudimentarias (1911), es el preámbulo de este cambio, pues reconoce,
tardíamente, lo imposible de construir la nacionalidad mexicana
si los indígenas, las dos terceras partes de la población,
carecen de la comunidad de lenguaje.
El porfiriato había desarrollado la escuela primaria, pero la educación
era básicamente urbana, para la clase media y alta, la atención
a la población rural y a la clase obrera era mínima. A pesar
de tener un enorme número de analfabetas y una población
mayoritariamente rural, los distintos gobiernos del siglo XIX no se propusieron
como política, llevar la educación a los sectores más
desprotegidos. Será hasta después de la Revolución
mexicana cuando se impulse una vigorosa política de Estado en materia
educativa, y la SEP será el pivote de la escuela rural mexicana
con sus distintos énfasis y etapas, y de la educación laica,
pública, gratuita y popular de nuestro país.
Así nos encontramos que los investigadores del sistema educativo
mexicano han dividido el desarrollo de la educación del siglo XX
en diferentes etapas. Por ejemplo, Latapí nos habla de cinco proyectos
sobrepuestos:
a) el
original de Vasconcelos (1921), adicionado por las experiencias de la
educación rural de los años que siguieron a la Revolución;
b) el socialista (1934-1946); el tecnológico, orientado a la
industrialización, puesto en marcha desde Calles y Cárdenas
por influencia de Moisés Sáenz (1928); d) el de la
escuela de unidad nacional (1943-1958), y e) el modernizador,
hoy dominante, cuyo despegue puede situarse a principios de los setenta
A su vez,
Ornelas hace su propia división del sistema educativo mexicano
partiendo de analizar la filosofía del sistema educativo mexicano.
En razón de ello señala cinco proyectos: la educación
laica (1917-1934), el interregno socialista (1934-1946), la unidad nacional
(1946-1980), los albores de la modernización de la educación
(1980-1992) y la transición de la década de los noventa
(1992-) .
Los historiadores han hecho otra subdivisión. Por ejemplo, la clasificación
que Meneses hace de un primer periodo, 1911-1934, que a su vez subdivide
en varias etapas:
1) preparación de la escuela popular (1911-1914) con los ensayos
titubeantes de Madero, Huerta y los primeros años de Carranza;
2) creación de la escuela popular (1915), con la ley del gobernador
de Veracruz Cándido Aguilar; 3) grave crisis producida por la
municipalización (1917-1920) que afecta a la recién fundada
escuela popular; 4) edad de oro, con la creación de la SEP (1921-1925);
5) una segunda crisis (1926-1934) debida a la persecución religiosa
y a los inestables gobiernos del maximato, acompañada de momentáneos
destellos de progreso, obra de los secretarios Aarón Sáenz,
Puig y del mismo Bassols .
Empero, podemos afirmar que independientemente del nombre que se le dé,
el espacio que abarca de 1921 a 1940 corresponde a una misma etapa, resultado
del gran impulso generado por el movimiento armado de 1910-1917 y que
se concretó en el artículo 3º. Constitucional de 1917. Ese
período llamado por algunos populista, es el momento del gran impulso
a la educación rural y que abarca distintos momentos: la escuela
rural, las misiones culturales, los centros culturales, las casas del
pueblo y la educación socialista, prevaleciendo de manera general,
lo que conocemos como escuela de la acción.
De 1940 a 1958 se puede ubicar otra etapa: la llamada de la unidad nacional
(aunque desde nuestra independencia el propósito de la educación
pública, ha sido ese, la unidad nacional). Esta etapa incluye la
unificación de los planes de estudio de la educación primaria
y normal, perdiéndose la distinción entre lo rural y lo
urbano, una nueva Ley Orgánica de la Educación Pública
de 1941, la modificación del Art. 3º. Constitucional y el crecimiento
de la educación pública sobre todo en las zonas urbanas.
Una tercera etapa la ubicamos de 1959 a 1982, cuando, ante la demanda
creciente de educación básica y el abandono de la educación
rural, el gobierno federal toma nuevas medidas para ampliar la cobertura
educativa: en esta etapa se encuentra el Plan de Once años, los
intentos de planificación integral de la educación, la Reforma
educativa de 1972, hasta lograr la cobertura casi universal de la educación
primaria. A partir de 1982 se inicia un proceso de cambios paulatinos,
de una nueva modernización sobre todo en el campo económico,
y una reforma del Estado que en lo educativo culminará con la firma
del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación
Básica (ANMEB) en 1992 y que dio origen a una nueva relación
entre la Secretaría de Educación Pública, los gobiernos
estatales y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
(SNTE).
El impulso a la escuela rural
Es necesario decir que la historia de la educación primaria es
en gran medida, y sobre todo hasta 1940, la de la educación rural,
sin que ello signifique que no hay una educación urbana, después
de esa fecha la historia está mas referida a la escuela primaria
en general, tanto rural como urbana, aunque la política educativa
puso especial énfasis en esta última.
Remontémonos unos años atrás. En las postrimerías
del porfiriato se creó, en 1905, la Secretaría de Instrucción
Pública y Bellas Artes ,
antecedente inmediato de la actual Secretaría de Educación,
quedando bajo la dirección de JUSTO SIERRA MÉNDEZ,
quien convocó en marzo de 1910 a la realización del Tercer
Congreso de Educación Primaria, continuación de los dos
anteriores realizados entre 1889-1891, convocados por el entonces secretario
de Justicia e Instrucción Pública JOAQUÍN BARANDA.
La Comisión organizadora del Tercer Congreso estuvo formada por
GREGORIO TORRES QUINTERO Jefe de la Sección de Educación
Primaria y por DANIEL DELGADILLO, Secretario de la Dirección
de Educación Primaria. Los temas que se iban a tratar eran los
siguientes: la uniformidad de la educación, la atención
a la educación indígena, la revisión del cumplimiento
de los acuerdos de los dos congresos anteriores y el papel de la escuela
en la campaña antialcohólica. El Congreso se realizó
del 13 al 24 de septiembre, y el día 22 se inauguraba la Universidad
Nacional de México, (UNM) ambos acontecimientos en el marco de
la celebración del centenario de la Independencia. El Congreso
desaprovechó una excelente oportunidad, pues los temas a tratar
eran importantes y por demás urgentes, sin embargo, el resultado
fue una serie de informes sobre la educación primaria.
Poco antes de la caída de Porfirio Díaz, JORGE VERA ESTAÑOL
propuso una Ley de Instrucción Rudimentaria, -basada en un proyecto
de Torres Quintero- la cual es puesta en marcha por el gobierno interino
de Francisco León de la Barra, el 7 de junio de 1911 y cuyo objetivo
era proporcionar educación al pueblo, principalmente a los indígenas.
La escuela rudimentaria ,
como su nombre lo indica, se propuso enseñar a los indígenas
a hablar, leer y escribir en español y a manejar las operaciones
elementales de cálculo, duraría dos cursos anuales y no
sería obligatoria .
Las escuelas se establecerían en las regiones de mayor número
de analfabetas.
Meses
después ALBERTO J. PANI, subsecretario de Instrucción
Pública y Bellas Artes, publicó un estudio sobre dicha Ley
y señaló entre las principales dificultades para su aplicación:
la población tan grande a la que había que alfabetizar (más
de 10 millones en su mayoría indígenas y con una pluralidad
lingüística y de dialectos difícil de unificar en una
política común); lo insuficiente del presupuesto, ya que
se requerían más de 40 millones de pesos anuales y se proporcionaron
300 mil al principio y luego 160 mil; y, finalmente, la premura con la
que se elaboró la ley y su deficiencia en considerar una educación
integral .
Las escuelas rudimentarias fueron tema importante a discutir en el Segundo
Congreso Nacional de Educación Primaria (1912) ya que constituían
el primer paso para satisfacer una necesidad imperiosa olvidada por muchos
años: atender a la mayoría de la población, educándola
para integrarlos al desarrollo del país. como ciudadanos responsables.
Para 1912, a menos de un año de su creación, Torres Quintero
informó que había 88 escuelas en plena actividad, en octubre
se crearían 118 más, cada escuela tenía aproximadamente
50 alumnos.  
Aunque el presidente Madero (1911-1913) había
prometido ampliar la educación, lo limitado del presupuesto no
le permitió hacerlo, por lo que se concentró en el apoyo
a la educación rudimentaria. Su creación y ampliación
se comprende como parte del proceso de federalización de la educación
que se había establecido a raíz de la creación de
la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes.
Durante el gobierno de Victoriano Huerta (1913-1914) es nombrado Secretario
de Instrucción Vera Estañol, quien impulsó decididamente
las escuelas rudimentarias; se propuso construir 5 mil y para ello logró
un presupuesto de 4.5 millones de pesos. Al renunciar, pocos meses después,
la escuela rudimentaria fue suspendida.
Con Venustiano Carranza como Primer jefe del Ejército Constitucionalista,
(1913-1917) la educación pública da un giro de 180 grados:
la Secretaría, aún sin cumplir 10 años de creada
empieza a ser desmantelada, aduciendo que se había convertido en
un nido de corrupción y favoritismos. En realidad FÉLIX
A PALAVICINI, encargado de la Secretaría, al igual que Carranza,
eran unos liberales clásicos, convencidos de que el Estado debía
participar poco en las tareas públicas; por lo tanto la educación
debía ser responsabilidad de los estados y municipios. A fines
de 1915, Carranza había declarado a la prensa extranjera, México
tendrá dentro de poco tantas escuelas como les sea posible edificar
a las autoridades municipales y del estado. 
México, decía Palavicini, debía imitar los sistemas
federales de Norteamérica y Suiza. Fue así como las escuelas
rudimentarias, todas ellas federales, pasaron también a control
de los municipios y los estados. Promulgada la nueva Constitución,
el 5 de febrero de 1917, la Secretaría de Instrucción Pública
y Bellas Artes desapareció oficialmente, quedando la educación
bajo control de los estados y municipios, tal como lo estipulaba el Art.
3º. Constitucional, recién aprobado.
Como resultado de esta nueva organización, las escuelas de la capital
pasaron a depender del Ayuntamiento. Dos años después, y
ante la incapacidad del municipio capitalino para atender debidamente
a las escuelas, el gobierno federal asumió de nueva cuenta su control
pasando a depender del Departamento de Educación Pública.
Adolfo de la Huerta, presidente interino de México, (mayo-noviembre
de 1920) se encontró con una situación caótica en
el terreno educativo producto de la desaparición de la Secretaría
de Instrucción, ejemplificado claramente en el hecho de que: Entre
1917 y 1918, para el conjunto de las escuelas primarias, la asistencia
descendió 25%. En 1920 en Durango, de las 277 escuelas solamente
operaban 97,
por lo que pensó en la posibilidad de federalizar la enseñanza.
Nombró a JOSÉ VASCONCELOS como rector de la Universidad
Nacional de México (UNM) y jefe del Departamento de Bellas Artes
y a MOISÉS SÁENZ director general de Educación
Pública del Distrito Federal.
Álvaro Obregón, (1920-1924) encargó a José
Vasconcelos rescatar de las ruinas el sistema educativo mexicano. Vasconcelos
-un convencido de la federalización entendiéndola como el
compromiso del gobierno federal de formar a los niños y jóvenes
mexicanos- será el principal promotor de la creación de
la Secretaria de Educación Pública
(SEP). .
A partir de ella y una vez nombrado secretario en octubre de 1921 pondrá
en marcha su objetivo: crear un ministerio con jurisdicción federal
para establecer un sistema educativo nacional.
Con Vasconcelos da comienzo lo que para muchos será la época
de mayor esplendor de la SEP. El secretario inició una verdadera
cruzada nacional en contra de la ignorancia y la pobreza para llevar la
educación al rincón más apartado del país
mediante el impulso de la educación pública, que tendría
que ser necesariamente popular. Se propuso además, recuperar la
nacionalidad mexicana, entendiéndola como mestiza.
La propuesta de Vanconcelos fue integral y partió de tres elementos
básicos: el maestro, el artista y el libro, por lo que la SEP se
estructuró en tres departamentos: Escolar, Bibliotecas y Bellas
Artes. Se fijó dos objetivos centrales: lograr la identidad y unidad
nacional y acabar con el analfabetismo. Con anterioridad, siendo rector
de la Universidad inició esta política y la prosiguió
con todo vigor como secretario de educación.
Con la creación de la SEP se estableció una nueva relación
entre el gobierno central y los estados, por lo cual la Secretaría
celebró acuerdos y convenios con los gobiernos estatales. La relación
con cada entidad fue diferente dependiendo de sus condiciones económicas
y de sus circunstancias, los resultados, como es obvio, fueron también
diferentes. 
Vasconcelos consideraba que la escuela debía compensar las deficiencias
físicas y sociales que afectan a los educandos. Tenía de
la escuela un alto concepto y desde luego de su personaje central: el
maestro. Tendría que pensarse en un nuevo proyecto para este México
pues las escuelas rudimentarias habían fracasado en su propósito.
Para ello era necesario despertar el entusiasmo de las comunidades rurales
y la conciencia de sus necesidades.
Dos instituciones se encargaron de la educación
en el medio rural: a) Las escuelas rurales que llevarían las
primeras letras y operaciones fundamentales de la matemática
(suma, resta, multiplicación y división) a los niños
de las comunidades campesinas, b) Las misiones culturales cuya función
sería el mejoramiento profesional del maestro rural y la promoción
de progreso material de la comunidad .
Las
misiones culturales
cuyo principal creador y promotor fue RAFAEL RAMÍREZ. enfrentaron
muchos problemas, entre ellos: la pobreza de las comunidades y sus
habitantes, la oposición de los caciques e incluso, de algunas
autoridades locales y las condiciones económicas de las regiones....
En algunos lugares, en cuanto los misioneros
abandonaban la comunidad las cosas volvían a la normalidad,
es decir a como eran antes, a sus antiguas prácticas higiénicas,
de agricultura, de ganadería y de religión. A ello
debe sumarse los errores que podemos ubicar en el terreno administrativo,
las autoridades educativas no las dotaban de materiales adecuados
para el objetivo de otorgar al campesino de los conocimientossuficientes
para mejorar sus condiciones de vida Ejemplo de ello fueron las
películas que se enviaban a los lugares y que, o no tenían
nada que ver con la comunidad y con los fines propuestos o estaban en
inglés.
No
obstante estas deficiencias, su éxito fue enorme, Para fines
de 1924 operaban seis misiones: en Puebla, Mazatlán, Hermosillo,
Monterrey, Pachuca y San Luis Potosí. Lo que comenzó como
un medio de capacitación de maestros resultó, sin plan previo,
uno de los medios más efectivos para llevar la educación
a los adultos de las poblaciones rurales. 
En 1923 Vasconcelos aprobó el documento Bases que norman el funcionamiento
de la Casa del Pueblo, elaborado por ENRIQUE CORONA MORFÍN.
La Casa del Pueblo ...es una creación original, obra exclusiva
del maestro Corona [...] cuando el Estado organiza y desarrolla su admirable
sistema rural [...] y que transforma de raíz, [...] a nuestra Escuela
Rural mexicana.
La Casa del Pueblo perseguía cinco finalidades: sociales,
económicas, morales, intelectuales, y físicas y estéticas.
Los objetivos sociales definen muy bien lo que era la Casa del Pueblo:
Constituir la escuela para la comunidad y la comunidad para la escuela.
Se pretende que la escuela rural indígena sea el resultado de
la cooperación de todos los vecinos del lugar ya sean niños,
niñas, hombres o mujeres adultos, que sea considerada como algo
absolutamente propio de la localidad y que desarrolle sus actividades
teniendo siempre presente los intereses colectivos. 
La Casa del Pueblo fue un proyecto integral, lo mismo jugaba el papel
de escuela primaria para niños que de educación de adultos
y de orientación a la comunidad. Y las más de las veces
el mismo maestro realizaba todas esas funciones, por lo que el desarrollo
de la enseñanza primaria, la alfabetización y educación
de adultos, la educación rural e indígena se cruzaban permanentemente,
más aún, en los primeros años de la alfabetización
se usaron para los adultos los mismo textos y métodos pedagógicos
destinados a enseñar a leer y escribir a los niños.
Para finales del gobierno de Obregón y de la gestión de
Vasconcelos, el presupuesto educativo que había sido de los más
grandes de su historia, disminuyó de 52 millones a 25, por lo que
se tuvo que economizar, frenando de alguna manera el proyecto educativo
vasconcelista. No obstante se habían dado los primeros pasos a
favor de la educación popular y nacional.
La política de Vasconcelos si bien tuvo muchos adeptos, no necesariamente
todos coincidían con ella, baste leer la crítica que hizo
Bernardo Gastélum, su sucesor:
Acabar con los analfabetas ha sido desde hace algún
tiempo nuestra tendencia cuando bien comprobado está que el saber
leer y escribir no ha hecho mejor ni peor a ningún pueblo. La
cultura de las clases se hará aprendiendo una industria que satisfacerá
las necesidades más inmediatas de la existencia y no por el alfabeto
que, si bien es cierto, permite en algunas ocasiones elevar el espíritu,
queda por sí solo ineficaz para hacer desaparecer esa serie de
diversidades que caracterizan a nuestra patria y que les han impedido
formar un verdadero país, pues el alfabeto y la educación
primaria no podrán nunca formar el espíritu, no son selectivos,
no eligen ni rechazan al incapaz ni encienden el esfuerzo con el que
vence la vida... 
Calles (1924-1928) se propuso sentar las bases para el progreso de México.
La revolución significaba producir alimentos, crear industrias,
organizar las finanzas y educar. La educación, por lo tanto, tuvo
un enfoque más ligado a la economía: instrumento del progreso
y del desarrollo económico, y elemento central de la integración
nacional .
Nombró como su secretario a JOSÉ MANUEL PUIG CASAURANC.
La nueva política educativa iba a cambiar, aunque las grandes pautas
se seguirían, como afirmó Moisés Sáenz, subsecretario
de educación...el espíritu no ha cambiado: estamos
animados siempre del celo apostólico, la acción es rápida
y directa, la organización flexible, y el ideal generoso
Los
cambios se dieron en los siguientes rubros: las Casas del Pueblo cambiaron
de nombre por el de Escuelas Rurales ;
los misioneros se convirtieron en inspectores y los monitores en maestros.
Las acciones fueron mejor organizadas y sistemáticas. La educación
adquirió un carácter más práctico, el objetivo
de la escuela fue hacer del campesino un ser autosuficiente. Entre 1924
y 1928, final del régimen de Calles, se triplicó el número
de escuelas rurales, lo mismo sucedió con las misiones culturales.
El mismo Moisés Sáenz definió así las escuelas
rurales:
En estas escuelas rurales nunca se sabe dónde
termina la escuela y principia el pueblo ni dónde acaba la vida
del pueblo y comienza la escolar, porque volviendo por su fuero primitivo
de agencia social real, esta escuela es una con la comunidad. La Casa
del Pueblo se llamó al principio, de hecho sigue siéndolo
y también pedimos que el pueblo sea la casa de la escuela. 
Común
para ambos secretarios, era la visión sobre la escuela y lo que
se esperaba de ella: la panacea, la solución a los muchos problemas
del país. A partir de la escuela primaria se seguiría realizando
una amplia labor extraescolar, sus instalaciones se usaban todo el día,
dando atención a los niños y a los adultos. También
se mantuvo la mezcla entre la educación rural e indígena,
más aún, en 1925 el departamento de Cultura Indígena
pasó a ser el departamento de Escuelas Rurales e Incorporación
Cultural Indígena, quedando supeditadas a este departamento lo
mismo las escuelas federales de las comunidades rurales que los misioneros
e inspectores. Muestra de este política extensionista fue que la
mayoría de las escuelas rurales desarrollaron entre los vecinos
campañas pro-limpieza, celebraron exposiciones y ferias; algunas
organizaron cooperativas e iniciaron la construcción de caminos.
El
gobierno de Calles, por lo demás, debía lograr la gran promesa
de la Revolución Mexicana: la creación de una educación
nacional unitaria que difundiera los principios de la modernización
y creara un auténtico espíritu nacionalista y revolucionario.
Esta necesidad constituye la motivación primordial de la inagotable
actividad que desarrolló la SEP durante estos años.

A la mitad del gobierno de Calles en 1926 se desató el conflicto
religioso que en el terreno educativo llevó a la gran mayoría
de las escuelas privadas a cerrar o a trabajar clandestinamente y que
los niños dejaran de asistir a las escuelas oficiales, ya que sus
padres, influenciados por los sacerdotes, se los impidieron,. El ausentismo
escolar fue impresionante. 
Con Portes Gil (1928-1930) la escuela rural siguió siendo atendida,
incluso se extendió apoyándose en las escuelas de circuito .
En ellas se castellanizaba a niños y adultos principalmente, llegándose
a establecer un gran número de ellas, entre 500 y 700 que atendían
a múltiples escuelas. Después de un breve auge decayeron
y en 1932 solo quedaban 64. Para apoyar esta labor, el secretario de Educación
EZEQUIEL PADILLA fundó el periódico El Sembrador.
El crecimiento de las escuelas rurales entre 1922 y 1932 fue enorme, más
de la mitad de esas escuelas habían sido construidas con materiales
aportados por los vecinos, el trabajo de muchos de ellos e inclusive de
los niños
Escuelas
rurales
|
1922
|
1932 |
alumnos
|
17,925 |
593,183 |
maestros
|
400 |
8,442 |
escuelas
|
309
|
6,796 |
Sin
embargo, y pese a los esfuerzos de las comunidades y del gobierno federal,
hubo muchas limitaciones y fracasos, entre sus causas podemos apuntar:
falta de recursos, maestros ineficientes pues estaban mal capacitados
y mal pagados, y la resistencia a los programas oficiales, los cuales
desconocían las condiciones reales donde se desarrollarían
dichos programas .
Una pregunta que las autoridades educativas no se plantearon fue la de
encontrar las causas reales por las que la población no asistía
a la escuela. La respuesta estaba fuera del ámbito educativo y
tardaron en percatarse de ello.
Jugaron también parte importante para que no se lograra el éxito
pleno de los proyectos educativos de la SEP, la resistencia de los poderes
locales, desde los gobernadores hasta los presidentes municipales, pasando
por los poderes privados. Todos ellos trataban de escapar a las directrices
de la Secretaría. Para 1928, por ejemplo, la relación entre
las escuelas primarias urbanas sostenidas por la federación y las
controladas por los particulares era desfavorable al gobierno central,
lo mismo podemos decir de las escuelas sostenidas por los gobiernos estatales
y municipales, tanto en el medio urbano como en el rural, como podemos
apreciar en el siguiente cuadro.
Escuelas
primarias 
urbanas |
1928 |
federales
|
640 |
estatales
y municipales |
4,681 |
particulares
|
1,270 |
|
|
rurales
|
3,303 |
federales
|
5,079 |
estatales
y municipales |
|
La urgencia del control gubernamental central era evidente. Esta dispersión
o diferenciación, permitía la aplicación
de modelos y orientaciones educativas distintas, desde las de orden confesional
hasta los distintos enfoques revolucionarios: la escuela proletaria,
la escuela mexicana, la escuela acción, la escuela racionalista,
etc. Muchas de estas iniciativas nacieron en la periferia y después
llegarían al centro.
Por otro lado, y no obstante los esfuerzos realizados, el problema del
analfabetismo seguía siendo grave: para 1930 el 59.26% de la población
era analfabeta, más del 50% mujeres. A 20 años de iniciada
la revolución el analfabetismo había disminuido solamente
1.47%. Esta situación explica porque el presupuesto educativo,
que de 15% con Vasconcelos bajó a 7% con Calles, comienza a elevarse
hasta llegar al doble con NARCISO BASSOLS y entre 15 y 18 por ciento
con Cárdenas. Gran parte de este presupuesto se destinó
a la escuela rural.
A enfrentar estos problemas se abocaron el secretario Bassols,
Moisés Sáenz, subsecretario y Rafael Ramírez, jefe
del Departamento de Enseñanza Rural y Primaria Foránea,
nuevo nombre del Departamento de Escuelas Rurales e Incorporación
Cultural Indígena. Había que cambiar la educación
de adultos, la educación rural y la concepción de la escuela
misma. Para ello el secretario ordenó un diagnóstico preciso.
Bassols, MESA ANDRACA y otros hombres de visión similar creían
que los resultados positivos se obtendrían de un conocimiento íntimo
de los problemas locales, de la definición de soluciones y del
trazo de programas para lograrlas. 
Dos son los objetivos centrales que se propuso Bassols: hacer que la educación
fuera efectivamente laica, y lograr que la educación rural sirviera
para mejorar la condición del campesinado, ya que el desarrollo
nacional estaba ligado a las posibilidades de la agricultura. La educación
rural, por lo tanto, estaría encaminada a fomentar el desarrollo
del campo, convirtiendo a cada campesino en un pequeño agricultor.
...no es posible tratar de resolver seriamente ninguna de las cuestiones
importantes de nuestra nación [decía Bassols] sin tomar
en cuenta el estado económico y cultural de nuestro campesinado
más de las tres cuartas partes de la población. 
Los objetivos que se propuso para la educación rural, que concebía
integral, fueron los siguientes:
1)fortalecimiento de la salud del campesino y saneamiento
de las comunidades rurales; 2) dignificación del hogar con la
introducción de formas superiores de vida doméstica y
la constitución de la familia como unidad económica efectiva;
3) mejoramiento de la ocupación habitual con la sustitución
de hábitos rutinarios de trabajo agrícola por técnicas
científicas, elevando de ese modo la capacidad productiva del
campesinado; 4) creación de una vida social satisfactoria con
sanas formas de recreación; 5) finalmente, instauración
de oportunidades para la manifestación de la vida artística
del pueblo. 
Con relación a lo laico el secretario afirmó:
Para que el laicismo sea pleno, es indispensable que
cada uno de los pasos que la escuela dé, ora explicando el mundo
físico, ora los fenómenos de la vida o las relaciones
sociales que se desarrollan entre los hombres, no esté inspirado
en conceptos, creencias o actitudes de origen religioso, de tal suerte
que se eduque al niño dándole una posición ante
la vida y una interpretación del mundo que percibe, completamente
desvinculadas de datos o elementos de índole religiosa [...]
lo que el laicismo no permite y lo único que no permite-
es que sea religiosa la respuesta a esas cuestiones y, en general, a
todas las que la educación debe resolver en el educando. 
Para lograrlo, Bassols promovió que se legislara prohibiendo a
los ministros de cualquier denominación enseñar en las escuelas
privadas, prohibición que no se había dado con anterioridad.
A pesar de las protestas del clero y de la Unión Nacional de Padres
de Familia (UNPF), el presidente Ortiz Rubio apoyó a su secretario.
En cuanto a las misiones culturales se decidió prolongar su estancia
en cada lugar mínimo dos meses y máximo cuatro, aprovechando
los periodos vacacionales, además de que su trabajo debía
especializarse en razón de las características del lugar.
Tanto Bassols como Rafael Ramírez reconocían las limitaciones
de las Misiones, ya que su éxito pleno dependía de mejorar
las condiciones económicas en el campo.
En
1932 se crearon las escuelas regionales campesinas ,
resultado de la fusión de las escuelas normales rurales y de las
escuelas centrales agrícolas. La nueva institución vinculó
las normales, rurales y regionales, las escuelas agrícolas y las
misiones culturales con la escuela rural primaria. Para atender la educación
indígena, Bassols fundó el Instituto Mexicano de Investigaciones
Lingüísticas. Precisamente en estos años se inició
el proyecto dirigido por Moisés Sáenz instalado en la Cañada
de Chilchota o de los Once Pueblos, Mich., denominado Estación
Experimental de Incorporación del Indio, mejor conocido como Carapan .
La nueva revista editada por la SEP El Maestro Rural, dirigida a campesinos
y maestros, consiga el tema de la enseñanza de las lenguas indígenas
en varios de sus números.
En cuanto a las escuelas de circuito, las comunidades expresaron que no
podían seguir pagando al maestro si apenas tenían para comer.
Por ello el secretario dispuso, en 1934, que la SEP se hiciera cargo de
ellas y ofreció fundar mil escuelas más pagadas por el gobierno
federal.
En 1934 dos proyectos más se propusieron los cuales generaron enormes
problemas al secretario: iniciar la educación sexual
en la escuela primaria y lograr la reforma del Art. 73 Constitucional
frac. X con respecto a la obligación de los patrones de proporcionar
educación a sus trabajadores.
La educación sexual encontró la oposición cerrada
del clero y de la UNPF, la que fue ampliamente difundida e impulsada por
la prensa. El proyecto de programa enviado al Consejo de Educación
Primaria señalaba:
1º. Debe ser un proceso gradual de información
que comience en el primer año de la escuela primaria, y vaya
desenvolviéndose poco a poco;
2º. No debe destacarse artificialmente lo relativo a esta materia, separándolo
del resto de la educación en sus diversos aspectos, ni debe,
por tanto, constituir una asignatura especial, objeto de un curso separado,
distinto. 
En cuanto
a la obligación patronal de dar educación a sus trabajadores,
en base a la reforma del 9 de enero de 1934 al Art. Mencionado, el gobierno
federal podía actuar:
...para obtener que en las millares de fincas rústicas
y de negociaciones industriales que existen, sin excepción alguna,
se cumpla la disposición constitucional, abriendo escuelas [ya
que] los hacendados de la República todavía no establecen,
después de 17 años de vigencia de la Constitución,
más de 3000 escuelas que están obligados a sostener 
La posibilidad de aplicar esta reforma -con el consiguiente disgusto de
los afectados- además de la inconformidad levantada por el proyecto
de la educación sexual, crearon una efervescencia política
-en pleno año electoral- que llevó a Bassols a presentar
su renuncia el 9 de mayo de 1934, pasando a ocupar, inmediatamente, la
cartera de Gobernación. Su política, además de los
aspectos mencionadas, la resumió el propio secretario en la Memoria
de 1933:
1. Imprimir a la escuela un sistema igualitario
2. Darle carácter de integral y único, federalizando definitivamente
la enseñanza y controlando totalmente las escuelas Artículo
123
3. Hacer de la escuela primaria una escuela proletaria que refleje claramente
los ideales de la clase obrera y campesina. 
Poco antes de su renuncia el secretario había informado que en
tan solo un año, 1932, el número de escuelas rurales creció
de 6,044 a 6,730, sin embargo el número de niños sin atender
seguía siendo enorme, pues se calculaba que había cerca
de dos millones de niños en edad escolar y se atendían cerca
de la mitad, en una estimación optimista. Con relación a
la educación primaria urbana, la eficiencia terminal, de 1927 a
1932 tan solo en el DF. apenas rebasó, en promedio, el 20%. 
Esta situación, aunada a la insuficiente oferta educativa, obligaba
al Estado mexicano a implementar una política más agresiva
en el terreno educativo, política radical que tuvo que hacer extensiva
a otros aspectos del desarrollo nacional. Calles había abandonado
en la práctica la reforma agraria, por lo que los problemas de
la tenencia de la tierra estaban al orden del día. Un reparto de
tierras más agresivo y contundente era indispensable. Por otro
lado, la situación social era verdaderamente peligrosa, El
nivel de injusticia social superaba al de casi todos los países
del mundo [...] en 1934, la sociedad mexicana seguía pobre, pero
con un creciente y respetable número de ricos; seguía débil,
pero con una buena cifra de tutores poderosos [...] En el disfrute de
la cultura moderna la desigualdad era tan notoria como la desigualdad
en el disfrute de la riqueza. Sumaban cinco millones los que sabían
leer y escribir...
Es en este contexto donde surge la educación socialista.
 
La educación socialista tiene su fundamento explícito y
formal en el Plan Sexenal aprobado por el Partido Nacional Revolucionario
(PNR) en diciembre de 1933, como plataforma de la campaña política
por la presidencia de la República, que sería asumida por
el candidato Lázaro Cárdenas. Se proponía que la
enseñanza tendría una orientación socialista (colectivista)
en lugar de laica y, siendo coherente con el reparto agrario para formar
los ejidos colectivos, debía encauzarse a las clases trabajadoras
y el Estado ejercería un control estricto de la enseñanza
primaria. Disponía además destinar un alto porcentaje a
la educación, sobre todo a la educación rural. En el proyecto
cardenista la reforma agraria, el ejido colectivo y la educación
rural formaban un todo, una apoyaría y serviría de impulso
a los otros. Para 1934 la población rural constituía el
66.53%, 11,012,091 habitantes y el 79% de la población económicamente
activa se dedicaba a la agricultura, principal fuente de riqueza del país
.
Esta visión, se recordará, no era nueva, Bassols había
hablado del vínculo indisoluble entre la escuela y el ejido y la
escuela rural de los años veintes estaba también imbuida
de este espíritu. La escuela se había convertido en promotora
de la vida económica y social, transformándola para mejorar
los niveles de vida de campesinos y obreros. Sin embargo el énfasis
y los objetivos, durante el cardenismo, irían más allá
de lo que se había realizado en la década anterior. Ahora
se trataba de transformar la realidad a partir de la escuela y, para muchos,
de construir una nueva sociedad.
Cárdenas nombró como su secretario de educación a
IGNACIO GARCÍA TÉLLEZ, quien dirigiría la secretaría
solo medio año, y en su lugar fue nombrado GONZALO VÁZQUEZ
VELA, encargado de llevar a la práctica la reforma.
Los antecedentes de la escuela socialista los podemos ubicar en varios
terrenos: el espíritu de la Comisión que propuso el Art.
3º del constituyente del 17; el énfasis en la educación
rural desarrollada por los secretarios anteriores, en especial Vasconcelos,
Puig Casauranc, Moisés Sáenz y Bassols; y las diversas experiencias
educativas en diversos puntos del país, las más sobresalientes
las de la escuela racionalista
de Yucatán y Tabasco .
Por ello no es de extrañar diversas afirmaciones que señalan
la educación socialista como resultado natural de las experiencias
anteriores:
En su México Integro, el maestro Sáenz
reproduce un escrito de esa época y en una nota fuera del cuerpo
del texto, al pie de la página, escribió: Este ensayo
fue escrito en 1931, con anterioridad a la reforma del Artículo
3º. de la Constitución, que establece la educación socialista;
por su lectura podrá verse como la escuela revolucionaria, anticipándose
a la prescripción legislativa, implantaba, de facto, un programa
socialista, [y agrega el maestro Isidro Castillo] En verdad, la
idea de la escuela socialista no era extraña a nuestro medio,
ni había que hacerla extraña, mistificándola con
doctrinas de acarreo o con fines proselitistas de partido político.
Simplemente prolongando idealmente las líneas de desarrollo de
las fuerzas potenciales de la escuela rural hasta el límite de
su perfección, para obtener una prefiguración ideal de
lo que era capaz de ser, se llegaba a la escuela socialista. 
La escuela
racionalista tiene sus orígenes en Yucatán, en donde, desde
1915 existía una corriente pedagógica con ese nombre, el
profesor JOSÉ DE LA LUZ MENA fue su impulsor. La escuela
racionalista se opone a la escuela tradicional en donde:
...el niño permanece atendiendo, inmóvil
de tres a cinco horas diarias, durante varios años, las lecciones
que le da el maestro; éstas son para él, con frecuencia,
un fastidio y carecen de sentido. La escuela tal parece que sólo
persigue realizar una herencia del dominio que privó en tiempos
pretéritos y hacer del futuro ciudadano un ser dócil,
sin iniciativa y sin responsabilidad. 
No se trata [la escuela racionalista] de una mera experiencia aislada,
sino en estrecha relación con aspiraciones de una sociedad distinta
a la conocida y que recién había salido de la dictadura
porfirista.
Ese es precisamente el contenido del voto particular del diputado y también
profesor LUIS G. MONZÓN, quien al presentar el dictamen de la Comisión,
en el Constituyente del 17, dijo:
Los miembros de la comisión ...hemos formulado,
de común acuerdo, el Artículo 3º. de la constitución
reformada, como aparece en el dictamen relativo, y no hemos disentido
sino en el empleo de una palabra que, precisamente, es la capital en
el asunto de referencia, porque es la que debe caracterizar la educación
popular en el siglo XX. Esa palabra es el vocablo laico, empleado mañosamente
en el siglo XIX, que yo propongo se sustituya por el término
racional, para expresar el espíritu de enseñanza en el
presente siglo....[por lo que, después de una amplia explicación
dada por el diputado] pido se haga al Artículo 3º. de que me
ocupo, la única modificación de que la palabra laica,
en todas las veces que se presente, se sustituya por el vocablo racional.
Como antecedentes inmediatos están el Congreso Pedagógico
reunido en Jalapa en 1932; el XI Congreso Nacional de Estudiantes en Veracruz,
en agosto de 1933 y la Segunda Convención de la Confederación
Mexicana de Maestros, dirigida por CELERINO CANO, ésta ultima propuso:
la federalización de la enseñanza primaria, la socialización
de la educación primaria y normal del país, y la reforma
al artículo tercero constitucional, sustituyendo la enseñanza
laica por la educación integral socialista, y desde luego el Primer
Plan Sexenal. A los ojos de las gentes más radicales del PNR la
educación laica, por neutral, carecía de contenido. 
Cárdenas por su parte, declaró lo que entendía por
educación socialista:
[...] lo que la escuela socialista persigue es identificar
a los alumnos con las aspiraciones del proletariado, fortalecer los
vínculos de solidaridad y crear para México, de esta manera,
la posibilidad de integrarse revolucionariamente, dentro de una firme
unidad económica-cultural. De este modo la escuela ampliará
sus actividades constituyéndose como la mejor colaboradora del
sindicato, de la cooperativa, de la comunidad agraria, y combatiendo,
hasta destruirlos, todos los obstáculos que se oponen a la marcha
liberadora del trabajador. [...] presupone un fuerte y decidido apoyo
por parte de los maestros revolucionarios, sin cuya colaboración
sería imposible realizar el programa que, conectándose
con las formas económicas en que se está desarrollando
nuestra Revolución, pretender armonizar las fuerzas del trabajo
de hoy con la conciencia que va a sustentar la acción de los
hombres de mañana. 
No entendía por consiguiente, que se iba hacia un régimen
socialista, sino que ayudaría a afianzar la unidad nacional. Lo
que si era claro es que la educación socialista ayudaría
a los campesinos a defender los logros de la revolución, entre
ellos el del reparto agrario y a los obreros a luchar por mejorar sus
condiciones laborales y defender los logros obtenidos.
¿Qué características debía tener la escuela
socialista? Debía ser obligatoria, gratuita, de asistencia infantil,
única, coeducativa, integral, vitalista, progresiva, científica,
desfanatizante, orientadora, de trabajo, cooperativista, emancipadora
y mexicana .
En el mismo documento se decía que la escuela socialista se derivaba
de la escuela socializada producto de la revolución mexicana, y
tenían razón pues muchas de estas características
fueron motivo de discusión en los distintos congresos nacionales
de educación primaria y los congresos pedagógicos locales
que entre 1915 y 1916 -en plena Revolución- se llevaron a efecto
en distintas partes del país. 
En el Programa de estudios y de acción de la escuela socialista,
referido fundamentalmente a la escuela primaria, se estableció
el trabajo como valor fundamental, tanto de los escolares como el respeto
por el trabajo del otro, especialmente por el productivo y manual. El
niño tiene el derecho de ser agente de su propia educación,
y sentir el placer de la investigación y el descubrimiento de la
verdad, por lo cual se debe dejar que colabore él mismo en la formación
de su propia cultura, guiándole y ayudándole en ello.

La escuela socialista se proponía fomentar la unidad familiar,
el maestro procuraría realizar excursiones y actividades donde
convivieran los alumnos, maestros y padres de familia. La coeducación
era fundamental para impulsar en los niños la igualdad de hombres
y mujeres. Debía ser desfanatizante, para que el pueblo se librara
de cualquier forma de idolatría y superstición, debía
basarse en la ciencia, desechando todo dogma y verdades absolutas venidas
de la autoridad, cualquiera que esta fuera. Los niños tenían
sus propios derechos, y también sus obligaciones, se fomentaba
el amor, respeto y ayuda a los padres y mentores.
Ejemplifican claramente este espíritu los libros de lectura de
Rafael Ramírez y también de Daniel Delgadillo.
La diferencia entre la educación burguesa y la socialista, se afirmaba,
es que aquella enseñaba para el éxito individual de acumular
riquezas, mientras que la segunda educaba para el beneficio propio
pero, al mismo tiempo, en insoluble colaboración y armonía
con los demás...La escuela rural, con más de dos lustros
de existencia, constituía el ensayo previo de la escuela socialista,
que no era sino la escuela rural perfeccionada y llevada a su plenitud
transformadora 
La implantación de la educación socialista requirió
varias modificaciones para su realización: el gobierno federal
concentró sus esfuerzos y actividad en las comunidades agrarias
e indígenas, dejando a los gobiernos estatales y municipales la
atención de los otros tipos de escuelas ;
creó el Instituto de Orientación Socialista en 1935, encargado
de elaborar los planes y programas de estudio y folletos de divulgación,
los centros de Divulgación Pedagógica que colaboraban con
la Dirección General de Educación Primaria y con el Instituto
Nacional de Psicopedagogía (1936) para apoyar al magisterio y atender
a la población escolar.
Con la educación socialista el papel que el maestro rural había
venido desempeñando se precisa. El maestro debía ser un:
1) educador, lo cual incluían la capacitación agrícola
y la labor social; 2) agente rural, modificador de hábitos y costumbres
tradicionales y 3) gestor político y social. La escuela a su vez,
se transformaría en agencia de la vida económica, en promotora
del mejoramiento de las técnicas agrícolas, la eficiencia
en el trabajo y la organización de sistemas productivos colectivos.
Las escuelas debían de ayudar a organizar cooperativas de producción
y de consumo siempre que fuera posible, para 1940 llegó a haber
más de 400 cooperativas.
Para
la formación de estos nuevos maestros las escuelas regionales campesinas,
creadas en 1932, jugaron un papel fundamental en la consecución
de esta política, siendo ...el experimento que tuvo mayor
éxito en la década de 1930 a 1940, sobrepasando las expectativas
del Plan Sexenal...en 1934 había 10 con 900 alumnos y en 1940 eran
33 con 4,116; el 64% eran de origen campesino y, al terminar sus estudios,
trabajaban de ordinario como maestros rurales, con excelente éxito.
Contrario a lo que pasó con la Casa del Estudiante Indígena,
ya que sus estudiantes no regresaron a sus comunidades de origen.
El papel que el maestro y la escuela jugaron en la política educativa
y en el reparto agrario los enfrentó con los intereses locales:
los terratenientes, los jefes locales municipales y estatales y el clero,
ya que el magisterio asumió una nueva tarea: organizar la lucha
contra la resistencia de los latifundistas y de las fuerzas conservadoras.
De ahí que los maestros sufrieron persecución, maltrato
y hasta la muerte, esto motivó que los mentores solicitaran a Cárdenas
que se les permitiera andar armados, la SEP solicitó a la Secretaría
de Guerra dicho permiso y en diciembre de 1935 la zona militar correspondiente
proporcionó a los maestros socialistas armas y parque para su defensa
personal.
El hecho de que el gobierno cardenista pusiera un enorme énfasis
en la educación rural al grado de convertirla en una verdadera
cruzada, no significó que la educación urbana fuera abandonada,
por el contrario, la enseñanza primaria urbana fue reformada sustancialmente,
producto a su vez de los cambios que el país experimentaba: crecimiento
de la industria y de la población urbana, como apreciamos en el
siguiente cuadro:
Crecimiento
de la población y porcentajes  |
Años |
Población
|
rural
|
urbana |
1900
|
13,607,259 |
72
|
28 |
1930 |
16,500,000
|
67
|
33 |
1940
|
19,653,552 |
66
|
34 |
Al igual que los niños del campo, los de la ciudad debían
tomar conciencia que eran trabajadores al servicio de la patria y agentes
de transformación social. La escuela socialista daría una
formación integral. Por consiguiente, los objetivos de la primaria
socialista fueron:
1) tener un carácter productivo y socialmente
útil; 2) acrecentar la capacidad productiva mediante la técnica;
3) preparar práctica e ideológicamente a las masas populares
para defender sus intereses, conforme a los principios básicos
que rigen el proceso de evolución histórica y la estructura
y funcionamiento de la sociedad actual; 4) capacitar al pueblo práctica
y culturalmente para conocer, disfrutar y fomentar la vida civilizadora
contemporánea. 
En virtud de las modificaciones aprobadas al Art. 3º. Constitucional,
legislando la educación socialista:
...la primaria se dividió en primaria rural
(cuatro años) y urbana (seis años). La rural trataba de
apoyar la vida económica y social; mejorar las técnicas
agrícolas; organizar los sistemas de producción colectiva;
fortalecer la campaña contra el alcoholismo; y promover el respecto
a la mujer. Las materias eran: lectura y escritura; aritmética,
técnicas agropecuarias, artesanías y conservas. En cambio
las escuelas urbanas se proponían lograr de sus alumnos: adquirir
una sólida moral socialista, así como formar un verdadero
carácter y alcanzar los ideales que les permitieran actuar como
factores dinámicos de la integración gradual de un nuevo
orden. Las materias eran: lengua nacional; observación y estudio
de la naturaleza; actividades artísticas; educación física,
cálculo aritmético y geométrico; geografía,
historia y civismo; enseñanzas manuales y economía doméstica.

Se trabajaría con el método de proyectos, su contenido se
dividía en conocimientos científicos, éticos y estéticos,
las enseñanzas manuales y las actividades sociales. En palabras
textuales del Plan
[...] los programas han de contener suficientes elementos
para orientar el trabajo en forma tal, que los niños adquieran
una recia conciencia moral socialista, defiendan las conquistas de la
revolución, se formen un verdadero carácter y adquieran
los ideales que les permitan actuar como factores conscientes y dinámicos
de la integración gradual de un nuevo orden social. 
La escuela socialista estaba organizada democráticamente como una
comunidad de trabajo, con consejos y comités donde participaban
alumnos, personal docente y padres de familia, además del director
general. Una vez conformados los consejos de las escuelas, estos decidieron
adjudicarse facultades ejecutivas que no les correspondían, por
lo que el secretario, al mismo tiempo que promovía la creación
de un mayor número de consejos aclaraba que estos tenían
la función técnica de estudiar los problemas pero de ninguna
manera tenían tareas ejecutivas. Su aplicación, como en
todos los casos anteriores fue desigual, dependiendo de las situaciones
concretas. 
La educación socialista podemos afirmar tuvo dos momentos: uno
de enorme entusiasmo y crecimiento y un segundo en el que los ánimos
se atemperaron y desde el propio gobierno se empezó a frenar la
participación magisterial. El gobierno de Cárdenas, a través
de Vázquez Vela informó
...que la SEP realizaba importantes reformas como respuesta a las
recientes críticas contra la educación socialista...
Ese mismo año Vázquez Vela dio a conocer que el gobierno
había puesto trabas a los maestros, quienes llevados de un celo
desmedido se habían excedido en tratar de destruir el fanatismo
y los prejuicios religiosos. Tales excesos habían hecho peligrar
los programas de acción social y suscitado dificultades para los
mismos maestros, incluso las misiones culturales se suprimieron en 1938,
por convertirse en factor de desorden e inquietud en el campo.
Para finales del sexenio cardenista, después de la expropiación
petrolera y la rebelión cedillista, el gobierno necesitaba el apoyo
de todos los ciudadanos, preparándose a dar un cambio en la política
nacional, que se expresó en el Segundo Plan Sexenal (1939)
Del gobierno de Cárdenas se
puede hacer un balance en el terreno educativo: mantuvo un presupuesto
elevado durante todo el sexenio; la educación rural se extendió
por todo el país, continuando e intensificando la labor iniciada
por Vasconcelos; la educación urbana también aumentó
y las misiones culturales fueron apoyadas.
Sin embargo, y a pesar de que el presupuesto educativo aumentó
anualmente, como lo ordenaba el Plan Sexenal, este no fue suficiente para
cubrir la demanda educativa. El Plan señalaba que se crearían
12 mil escuelas rurales que sumadas a las 7,369 existentes llegarían
a 19, 368. Solo se llegó a 12,208. No obstante, durante este sexenio
se crearon 4,839, más de la mitad de las creadas con anterioridad.
En los lugares donde la reforma agraria avanzó más, también
ahí la educación tuvo mayorinfluencia, y se requirió
una capacitación de nuevo tipo.
Podemos resumir, siguiendo a Josefina Vázquez, que la educación
socialista se entendía como un conjunto de conocimientos
y técnicas pedagógicas encaminadas a promover en el niño
y en el joven una concepción científica del mundo y de la
vida, de manera de despertarle una conciencia clasista que preparara el
terreno para el advenimiento de una sociedad socialista en el futuro.

El balance del trabajo desarrollado por la SEP hasta 1940 es altamente
positivo:
Entre 1921 y 1940, la SEP extendió su jurisdicción
de la capital a los estados y llegó a controlar 12,561 primarias
rurales, con una inscripción de 720,647 alumnos. Absorbió
escuelas de los sistemas estatales y municipales y estableció
nuevas donde no había....El cuerpo docente de las primarias rurales
federales aumentó, pasando de 6,504 en 1930 a 19,134 en 1942.
Del total de las inscripciones en las escuelas primarias, la SEP aumentó
de 34% en 1928 a 54% en 1940. Al llegar este último año,
70% de los niños mexicanos entre las edades de seis y diez años
estaban inscritos en escuelas primarias, en comparación con 30%
en 1910 .
La escuela primaria impulsada por la Secretaría durante estos veinte
años había cumplido, de alguna u otra forma, con una de
las preocupaciones planteadas en la Convención de Aguascalientes:
la necesidad de impulsar una educación que partiera de las condiciones
y necesidades reales de nuestro país. Ese es el principal aporte
de la Escuela Rural mexicana que con diferentes matices se desarrolló
en esos años. 
La escuela de la unidad nacional
Desde finales del gobierno cardenista se prepararon las bases para lo
que sería el gobierno de Manuel Ávila Camacho. En el terreno
educativo fueron, como señalamos antes, el Segundo Plan Sexenal
(1939) y la Ley Orgánica de Educación que reglamentaba el
Art. 3º. de la educación socialista (dic. 1939). El Plan no mencionaba
de manera explícita la educación socialista, aunque hacía
hincapié en la importancia del trabajo en equipo y la necesidad
de que el país evaluara los recursos con los que contaba y la Ley,
cuyo proyecto original mantenía su radicalidad, finalmente fue
moderada para poder lograr su aprobación.
Después de 1938, de la expropiación petrolera y
Frente a enemigos extranjeros que amenazaban su posición,
Cárdenas exigió que cesara la agitación en el campo.
Representantes de grupos influyentes de provincia, amenazados por la
actividad de los misioneros, lo persuadieron de que la paz no sería
posible si no se limitaba el poder de las misiones. Cárdenas
las desbandó, convencido de que el programa engendraba celos
y rivalidades que perturbaban la paz que deseaba. Hasta hoy se discute
lo atinado de su decisión [...] El fin llegó, quizá
como tenía que llegar, con la muerte de la reforma rural.

Tres secretarios ocuparon la cartera de educación en el gobierno
de Ávila Camacho (1960-1946). El primero fue LUIS SÁNCHEZ
PONTÓN (dic. 1940-sep. 1941) quien trató de continuar
con el proyecto de la educación socialista ante la inconformidad
de algunos profesores y los sectores conservadores que rechazaban el que
el presidente hubiera nombrado entre sus colaboradores a defensores de
la escuela socialista. A principios de 1941, en un mensaje radiofónico,
el secretario declaró que preocupaba a la actual administración:
Primero: la aplicación de las leyes vigentes en
materia educativa y los principios contenidos en el Plan Sexenal; segundo,
la creación de un verdadero sistema educativo nacional, uniforme
en sus finalidades y técnicas y coordinado en relación
con las aportaciones de la federación, los estados y los municipios;
tercero, las relaciones entre el Estado y la sociedad, dentro de la
misión de educar a las nuevas generaciones y elevar el nivel
de cultura de los adultos. 
Ese mismo año, en su primer informe de gobierno, Ávila Camacho
dijo, a propósito de la inquietud despertada en torno a la Ley
Orgánica de 1939:
El Gobierno iniciará, oportunamente, su reglamentación
con dos objetivos primordiales: dar acceso al campo educativo a todas
las fuerzas que concurren a mejorar la obra docente, contando entre
aquéllas en orden preferente a la iniciativa privada, y trazar
lineamientos tales a los sistemas y a los programas, que establezcan
una correspondencia cada día más estrecha entre la escuela
y la realidad de México y satisfagan las justas aspiraciones
de quienes tienen el deber paternal de preocuparse por la educación.
Estas ideas habían sido ya manifestadas por Ávila Camacho
durante su campaña, en la que había prometido respetar la
libertad de pensamiento y de conciencia y el respeto absoluto al hogar.
En la práctica tres eran los objetivos del gobierno avilacamachista:
la eliminación de la coeducación, revisar y de ser
posible cambiar- el Art. 3o. Constitucional que mandataba la educación
socialista, y unificar los programas de educación tanto rural como
urbana, confirmando con ello el cambio de rumbo que empezaba a dar la
política educativa gubernamental. Sánchez Pontón
no pudo mantenerse en el cargo, la presión contra él se
recrudeció por lo que renunció, pocos días después
del informe presidencial, junto con el subsecretario ENRIQUE ARREGUIN.
En su lugar subió OCTAVIO VÉJAR VÁZQUEZ (sep.
1941-dic. 1943).
Negando
toda relación con la escuela de los años treinta, Véjar
Vázquez ofreció como sustituto la escuela del amor. El
amor eliminaría el conflicto de clases, triunfaría sobre
todos los obstáculos [...] El problema de la educación
tanto rural como urbana era un problema de moral [...] Para él,
educar era reconocer la personalidad individual y capacitarla para realizar
su posición jerárquica en la creación,
ya que existía, según él, un lugar propio y bien
definido para cada ser humano, una especie de predestinación.
La designación de Véjar agudizó las diferencias entre
los reformistas y los conservadores, en el Senado se acusó al secretario
de discriminar la educación rural, de querer poner las escuelas
en manos de particulares, incluso las rurales y de introducir la religión
en las escuelas. Véjar afirmó que ...el maestro rural
no había cumplido con sus responsabilidades, y que carecía
de la bondad, la virtud y los ideales que inspiran al sacerdote: el deseo
de servir a los demás.
A tono con lo ya expresado por el presidente, Véjar Vázquez
propuso:
Incorporar los esfuerzos privados, prestar más
atención a la calidad que a la cantidad de educación,
acabar con la coeducación [...] subrayar más lo espiritual
que lo material en el contenido de la enseñanza, para reconstruir
moralmente al país [...] Espiritualidad y reconstrucción
moral son los dos pilares en los que se asentará la nueva política
educativa .
Desde luego, y previo a la discusión de la nueva Ley, los grupos
opuestos a la educación socialista ejercieron mayor presión,
entre ellos el Sindicato Nacional Autónomo de Trabajadores de la
Enseñanza (SNATE) y el Frente Revolucionario de Maestros de México
(FRMM), en alianza con la Unión Nacional de Padres de Familia.
La propuesta de Véjar contó con el apoyo del PAN (recién
creado en 1938) y de la Liga Defensora de la Libertad y la Iniciativa
Privada .
El gobierno avilacamachista para deslindarse de las posiciones identificadas
con la derecha, afirmó que no se trataba de reformar el Art. 3º.
sino de precisar el término socialista, el cual se interpretaba
en el sentido del socialismo de la Revolución Mexicana, es decir,
el valor de lo social sobre lo puramente individual. En la práctica,
se trataba de un giro radical con respecto a la recién aprobada
Ley cardenista.
Muy pronto Véjar logró su propósito, a tres meses
de su llegada al ministerio fue aprobada la nueva Ley Orgánica
de la Educación Pública, el último día del
año de 1941. Aunque mantenía su carácter socialista,
desaparecía la coeducación en los últimos años
de la primaria y en la secundaria.
A partir de esta Ley, los planes y programas debían ser uniformes
en todas las regiones del país. El campo como la ciudad, se regirían
por los mismos planes. De esta manera la educación rural quedó
integrada a la ciudad, olvidándose los proyectos anteriores.

Las misiones culturales volvieron a funcionar a principios de 1942, pero
a tono con los nuevos aires, se les quitó la tarea de capacitar
a los maestros, limitándolas en sus tareas y separándolas
de las escuelas rurales. Tiempo después, las misiones fueron anexadas
a la Dirección General de Alfabetización y de Educación
extraescolar, lo que les costó su independencia y las ató
al programa de alfabetización 
En 1942 se creó el Departamento de Internados de Enseñanza
Primaria que coordinaba 18 internados repartidos en el país, entre
ellos los que se conocían como escuelas Hijos del Ejército.
La población escolar de estas escuelas ascendía a 4,187
aparte de los 600 del Internado Francisco I Madero en el DF
y los 500 del internado México-España en Morelia

El cambio de gobierno, de Cárdenas a Ávila Camacho, en
el momento en que el país se unió a los Aliados tuvo un
efecto desmovilizador. La SEP, con Véjar Vázquez, impulsó
acciones represivas (castigos y despidos) contra los maestros que se
habían destacado en la promoción abierta y diligente de
la educación socialista (por más que el término
no se quitó del artículo 3º. sino hasta 1946). Se trataba
de volcar la escuela hacia una política de unidad nacional; se
hablaba de una escuela del amor; se buscaba, como en el
porfiriato, la neutralidad ideológica; se hacían las paces
con la Iglesia y fue imponiéndose una gran tolerancia hacia las
escuelas católicas. El maestro ya no sería un promotor
social, ya no se ocuparía de la redención de los campesinos
y de los indios, sino se dedicaría sólo a sus labores
pedagógicas. En cuanto a las veleidades del DAAI [Departamento
Autónomo de Asuntos Indígenas], se le redujo el presupuesto
y el personal, y se interrumpieron los trabajos de enseñanza
en lengua vernácula, que atentaban contra la homogeneidad deseada
en una nación armónica y moderna. 
A propósito de las escuelas rurales, Véjar Vázquez
propuso volver al proyecto de las escuelas de circuito de 1929, para ello
autorizó:
a las comunidades rurales a establecer sus propias escuelas
y a mantener a sus propios maestros. La SEP ofreció colaborar
con parte de los sueldos. En conclusión, se autorizó a
las comunidades rurales a establecer escuelas independientes, medida
que realmente se tomó suponiendo que la solución a la
falta de escuelas estaba en dejar la responsabilidad de la educación
a las comunidades rurales. La validez de la idea era tan dudosa en 1942
como lo había sido en el pasado. Los poblados no estaban capacitados
económicamente, ni en ningún otro sentido, para hacer
frente a la necesidad. [...] La mayoría de los maestros estaban
mal preparados y mal pagados y el nivel escolar era bajo, característica
que compartían las escuelas rurales que los estados y municipios
mantenían en 1942. 
En el contexto
de estas modificaciones se realizó del 11 al l6 de enero de 1943,
el Congreso Nacional de Educación con una amplia participación:
delegados de todos los niveles educativos, escuelas particulares, padres
de familia, de universidades y de las entidades federativas, también
asistieron delegados de países de Centro y Sudamérica y
de EU. El propósito era discutir las características de
la educación nacional, la cual, de acuerdo a las conclusiones:
debía formar un todo desde el jardín de niños hasta
los estudios superiores; con una concepción científica,
moral y estética del Universo y de la vida; procurar la colaboración
directa y efectiva de los padres de familia y exigir al ingreso previo
de los maestros normalistas la preparatoria, dándole rango de una
carrera profesional.
La SEP se proponía, en el marco del congreso, plantear el problemas
de la federalización de los sistemas estatales de enseñanza,
para ello le era indispensable la unidad sindical, la cual se logró
en el Congreso de Unificación que fundó el Sindicato Nacional
de Trabajadores de la Educación (SNTE) en diciembre de 1943.
Previo a la celebración de este congreso, presentó su renuncia
Vejar Vázquez, siendo sustituido de inmediato por JAIME TORRES
BODET (23 dic. 1943-nov. 1946) quien adoptó una política
de moderación y reconstruyó la Secretaría que Véjar
Vázquez prácticamente había destruido. 
El nuevo secretario representaba el equilibrio, ni era un hombre de izquierda
como Sánchez Pontón, ni de derecha como Véjar Vázquez.
Su tarea era continuar con el proyecto de unidad nacional e impulsar la
educación como pivote del desarrollo industrial del país.
Tendió a uniformar la educación en todo el país,
independientemente de su especificidad, muestra de ello fue la unificación
de las escuelas normales rurales a las urbanas con estudios de 6 años
y con los mismos planes de estudio (antes eran 4 y 6 respectivamente)
unificación que se hizo en los siguientes términos:
1ª. Se igualarán en tiempo, amplitud y naturaleza
general, los planes de estudio y programas de las normales rurales a
los planes de estudios científicos de los medios económicos
sociales respectivos.
2ª. Se autorizará la revalidación de los estudios de las
Normales Rurales en las Escuelas Normales Urbanas, con las limitaciones
impuestas por el momento, por las diferencias de los planes de estudio.
En virtud de la nueva ley de 1941, se hacían necesarios nuevos
planes y programas de estudio, en febrero de 1944 se instaló la
Comisión Revisora y Coordinadora de los Planes Educativos y Textos
Escolares.
La reorganización curricular del sistema tuvo
dos objetivos claves: homogeneizar la enseñanza urbana y rural,
y profesionalizar al magisterio. Las viejas Casas del Pueblo dejaron
de ser centros comunitarios y se volvieron a construir escuelas de corte
tradicional, separados los niños de las niñas, como las
de la época de Justo Sierra. Las escuelas Regionales Campesinas
dieron lugar a escuelas normales rurales, modeladas conforme a la Escuela
Nacional de Maestros de la ciudad de México. 
Ese mismo año aparece el nuevo programa con las asignaturas organizadas
en dos grupos:
1. Materias instrumentales (básicas: lenguajes,
aritmética y geometría dibujo, trabajos manuales; y complementarias:
música y canto, y educación física).
2. Materias informativas (ciencias naturales y ciencias culturales o
sociales [historia, civismo y geografía]). Las niñas llevaban
economía doméstica. 

En este programa por primera vez se agrupan los grados de la escuela primaria
en ciclos. Se recomendó a los maestros para trabajar en la escuela
primaria losmétodos globalizados, activos y funcionales para lo
cual habría que capacitar a los docentes en su manejo. Durante
este sexenio se publicaron desde 1944 las revistas Educación nacional
y El maestro mexicano para apoyar la obra educativa.
Durante la gestión de Torres Bodet se crearon dos instituciones
que jugarían un papel importante en los años siguientes:
el Instituto Federal de Capacitación del Magisterio
(IFCM), creado en diciembre de 1944, y el Comité Administrador
del Programa Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE). El IFCM
se encargaría de capacitar a los maestros que ejercían sin
ningún título profesional, Su tarea sería transitoria
en tanto se lograba su propósito.
La creación del CAPFCE respondía a la nueva política
educativa: La educación moderna requería escuelas
bien construidas y equipadas, lo que existía en muy pocas
comunidades rurales. Por ello se construyen en esta época los centros
escolares que reúnen esos requisitos. La mayoría de
ellos aparecieron en las zonas urbanas o en poblaciones grandes, concentrando
a la población y desapareciendo, a cambio, muchas escuelas rurales.
Incluso en esas zonas, los pocos centros escolares que se crearon mostraban
una contradicción, escuelas cerradas en pleno ambiente rural. 
 |

|
Un tercer
programa fue la Campaña Nacional contra el Analfabetismo la cual
sirvió no solo para alfabetizar sino también para unificar
al país y, decían algunos, restañar heridas.
La campaña nacional contra el analfabetismo dio comienzo cuando
cerca de la mitad de la población era analfabeta, y como el problema
siguió siendo grave se creó en 1948 la Dirección
General de Alfabetización. No obstante, el propio Torres Bodet
reconocería años después que la campaña, desde
1946, ...había ido declinando y perdido mucho de su vigor

Sin lugar a dudas el logro más importante de este sexenio y el
mérito le correspondió a Torres Bodet, fue lograr el cambio
del Art. 3º. Constitucional, del cual se quitaba la palabra socialista
en la práctica había dejado de serlo mucho antes-
para definirla como democrática. Torres Bodet, definió la
reforma en los siguientes términos:
Según lo define la reforma citada, los objetivos
de nuestra educación pública coinciden con la tesis que
México sustentó ante la Conferencia Educativa, Científica
y Cultural efectuada en Londres en 1945 y responde a los principios
solemnemente proclamados allí, en nombre de sus pueblos, por
cuarenta y tres gobiernos de las Naciones Unidas. [...] Educación
integral. [...] Educación para la paz, para la democracia y la
justicia social [...] Lucha contra la ignorancia... 
Modificar el artículo 3º. Constitucional no fue fácil, si
bien la presión de los sectores conservadores era fuerte y además
se habían crecido al lograr acabar con la coeducación, otros
sectores se opusieron, entre ellos los maestros. El SNTE terminó
aceptando la reforma pero se negó a revocar la premisa que
daba el control de la educación al sector público.
Se opusieron a la modificación del Art. 3º. Rafael Ramírez
y Alberto Bremauntz, en cambio los principales defensores de la
tesis sobre la supresión de la llamada educación socialista,
fueron (¡quien lo dijera!) los mismos que la habían defendido
diez años antes. 
Durante el sexenio avilacamachista las escuelas primarias crecieron en
4,200, el 60% aproximadamente tenían edificio propio y el 25% casa
para el maestro. Los maestros, tan solo en el sistema federal, aumentaron
3,948, pasando de 17,848 en 1940 a 21, 780 en 1946 .
También la población escolar creció, sobre todo en
la zona urbana.
Años
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Alumnos
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1940
|
972,270 |
1941
|
979,032 |
1942
|
944,786 |
1943
|
1,140,347
|
1944
|
1,278,497 |
1945
|
1,345,066 |
1946
|
1,375,000 |
Miguel
Alemán (19461952) nombró como secretario de educación
a MANUEL GUAL VIDAL, con él se inaugura la época
en que un solo secretario ocupa la cartera de educación. La política
educativa continuó las directrices marcadas desde Ávila
Camacho, poniéndose el acento en la educación urbana, con
la salvedad de que en este sexenio se apoyó más a la educación
media superior y superior. Se trataba de desarrollar la escuela productiva,
aquella que encauzara la enseñanza en función del rendimiento
económico.
El nuevo secretario [...] confrontó [...] el problema
de la unidad nacional a la luz de una nueva política social,
que trataba de apoyarse en la industrialización y recuperación
económica del país. Su respuesta, es la planificación
y realización de la llamada escuela unificada, adoptada en Europa
a raíz de la referida conflagración mundial. 
En 1943 se había publicado Los fundamentos de la escuela unificada,
de FRANCISCO LARROYO, pedagogía que será asumida
abiertamente por el nuevo secretario de educación. Para Larroyo
se requería conformar un sistema de educación pública
que acabara con el desorden anterior, el cual estaría organizado
y planificado ...bajo la base de una diferenciación progresiva
de centros de enseñanza metódicamente graduados, según
las aptitudes y vocación de los miembros de la comunidad.

Según el secretario, la escuela unificada
era la única que podía brindar a la educación una
estructura acorde al progreso de las tres direcciones fundamentales:
de las ciencias, de la moralidad, del Arte y más adelante
precisó:
La Escuela Unificada no es entonces sino el sistema pedagógico
que organiza todas las instituciones docentes de manera coherente según
la idea de cultura que hemos expuesto y ella es la consecuencia pedagógica
del Estado de derecho en donde queda borrada la antítesis entre
clase social legisladora que amplifica las obligaciones y restringe
los derechos y clase social legislada que no tiene intervención
en la formulación ni de los deberes que debe cumplir ni de los
derechos que han de asistirle; la Escuela Unificada es consecuencia
pedagógica del Estado democrático, como lo es nuestro
Estado mexicano, en el que todos tenemos iguales facultades para intervenir
en la confección de los deberes y de los derechos que nuestras
propias leyes establecen para todos. 
De acuerdo con esto, la Escuela Unificada reabsorbe coordinadamente
desde los jardines de párvulos hasta la educación superior,
abarca por lo tanto: ...la escuela básica o elemental primaria
para la tercera infancia tanto rural como urbana, para normales como anormales...la
campaña de alfabetización, la segunda enseñanza [con
sus modalidades] las escuelas normales, las escuelas medias [...] la educación
terciaria para la juventud (la escuela superior de agricultura y ganadería,
el IPN, la Universidad, la escuela Normal Superior [...] las Instituciones
de formación educativa para postgraduados... 
Y todo ello para lograr la mexicanidad la cual presupone una homogeneidad
de cultura y de voluntad colectivas. El maestro juega entonces un
papel fundamental como agente social encargado de educar e instruir
al pueblo por lo cual tienen una importante significación
[...] para el Estado Mexicano. De ahí que la unificación
de la enseñanza normal sea garantía de la unificación
de la enseñanza nacional, creando un verdadero sistema de educación
pública. 
Producto de esta política fue la creación de la Dirección
General de Enseñanza Normal, su primer director fue Francisco Larroyo,
quien ya antes había colaborado con Torres Bodet como director
del Instituto Nacional de Pedagogía en 1945.
La filosofía educativa planteaba que la escuela mexicana debía
tener una acentuada orientación práctica, debe ser la escuela
activa y del trabajo, Una escuela que produzca manos más
prontas, dedos más hábiles, sentidos mejor ejercitados
[para que el educando sea] consciente de los objetivos y rendimiento de
su acción, cuando realiza un esfuerzo por sí mismo, dirigido
a la producción espiritual o manual. 
Como resultado de la Segunda Conferencia Plenaria de la UNESCO, realizada
en México en diciembre de 1947 y a partir de un proyecto presentado
por la delegación mexicana, se encomendó a México
desarrollar un Ensayo Piloto de Educación Fundamental
proyecto que estuvo a cargo de MARIO AGUILERA DORANTES e ISIDRO
CASTILLO el cual recibió el nombre de
Santiago Ixcuintla. Quizás el último experimento de
educación integral regional... .
En 1951 se creó el Centro Regional de Educación Fundamental
para América Latina (CREFAL), establecido en Pátzcuaro,
Mich., ambos en el marco de programas de colaboración entre México
y la UNESCO. 
En 1947 se estableció un Centro Escolar de Demostración
en la escuela República de Costa Rica, cuyo objetivo
era ...mejorar las actividades docentes en todos los planteles,
mediante la acción de un grupo escogido de maestros, que trabajaron
en 1947 durante tres meses con ese propósito. 
La demanda educativa de enseñanza primaria crecía continuamente,
para 1947 se inscribieron 40,881 niños más, la SEP enfrentó
este problema con la construcción de aulasde emergencia apoyado
por el CAPFCE- y utilizando otras tantas disponibles, el Departamento
Central del Distrito Federal (DDF) asumió parte de los gastos,
lo que nos da idea de que la Cd, de México, había iniciado
ya, irremediablemente, su crecimiento explosivo. Todo esto llevó
a una serie de discusiones algunas ventiladas en la prensa de la época,
sobre como abordar el problema del aumento de la población y, consecuentemente,
el aumento de la demanda educativa. Las misiones culturales siguieron
funcionando, no solo en las comunidades rurales, sino también en
las colonias o barriadas pobres de las ciudades. En 1947 había
21 internados, para finales del sexenio su número había
crecido en dos más y 10 escuelas asistenciales. 3 internados estaban
en el DF y el resto en el interior del país. Atendían a
niños pobres.

Se continuó con la campaña de alfabetización, en
este sexenio se formaron los legionarios del alfabeto, recurriendo
a los niños de la escuela primaria desde el tercer año hasta
los de secundaria, cubriendo tres tareas: levantar el censo de analfabetos
de su zona, llevar el control de asistencia y actuar como instructores
dirigidos por sus maestros.
Durante el gobierno de Alemán, se continuó con la limpia
de maestros indeseables, entendiendo por ello a aquellos más
comprometidos con la educación socialista. Esa política
inició durante el gobierno de Ávila Camacho.
El balance de la administración alemanista en el terreno educativo
no es del todo satisfactoria: Por desgracia, la alfabetización
decayó lamentablemente; no se dio la debida atención a la
cuestión indigenista y la enseñanza agrícola y la
escuela rural tampoco recibieron la ayuda necesaria. 
Con la llegada de Adolfo Ruiz Cortines (19521958) la política
educativa continuó sin grandes cambios, el secretario JOSE ANGEL
CENICEROS mantuvo la campaña contra el analfabetismo, entre las
instituciones que apoyaban esta labor estaban las antiguas casas del pueblo,
y las misiones culturales que crecieron de 78 en 1952 a 94 en 1958.
Apenas iniciaba el sexenio cuando se realizó, en 1953, la Junta
Nacional de Educación Primaria, que hizo una evaluación
de la educación primaria y normal en relación con la escuela
rural. Entre los temas que se trataron estaba el de la evaluación
de la educación primaria en los estados, estudio encabezado por
LUIS ALVAREZ BARRET, y el de los supervisores, tratado por VICTOR GALLO
MARTINEZ. La Junta llegó a las siguientes conclusiones:
...la
educación nacional estaba en crisis, y especialmente, la educación
rural, [...] se atribuía a la ausencia de planeación,
de dirección y de programas eficazmente adaptados. El rápido
crecimiento industrial y comercial [...] eran los factores que afectaban
más la educación [...] la escuela rural no había
sido capaz de adaptarse a estos cambios. ...un alto porcentaje de
las escuelas rurales estaban en manos de maestros improvisados. Debería
establecerse una clara distinción entre los programas de las
normales rurales y urbanas. En cambio la unificación de los
planes de la enseñanza normal urbana y rural había desvirtuado
los fines específicos de ambas instituciones.
La junta deploró que se hubiera perdido la mística educativa,
fermento de la acción de los primeros maestros rurales; alrededor
del 49% de niños en edad escolar se quedaría sin inscripción.
Las normales rurales no produjeron el número de maestros necesarios
y el alumnado del tercer año de las normales apenas representaba
el 10% de la inscripción inicial.
Esta reunión
no se limitó al diagnóstico, sino que elaboró una serie
de propuestas que podían constituir un plan de trabajo de gran envergadura.
Algunas de ellas serían retomadas seis años después.
En el mismo tenor, en 1954 el SNTE hizo una evaluación de la educación
normal y la formación de los maestros rurales, señalando que:
...durante
el período de 1941 a 1944, la educación normal rural
se desintegró poco a poco de la educación agrícola,
y las Escuelas Normales respectivas, [perdieron] su cimiento de educación
económica que había probado ser de tanta utilidad para
el ejercicio del magisterio rural [por lo que se] produjo un desconcierto
completo en los maestros rurales en formación, porque privadas
las Escuelas de aquella fuerte orientación rural de profundo
sentido económico y social que habían venido trayendo
sólo unas cuantas de ellas la conservaron con mayor o
menor cariño-, se sintieron, ya formados, inútiles y
sin ánimos para trabajar en las áreas campesinas y emigraron
a las ciudades por considerarse capaces de trabajar en ellas. De modo
que, en términos generales, podemos decir que las Escuelas
Normales Rurales de hoy están, como las escuelas Normales Urbanas,
preparando maestros para los centros urbanos de población y
no para las comunidades rurales del país.
[En base a este análisis afirmaron] el maestro rural no debe
ser un maestro cualquiera, sino un maestro cuidadosamente preparado.
[...] debe enseñar a las gentes campesinas a llevar una vida
más satisfactoria.[...] debe ser de pura cepa campesina [su
formación debe ser] de tipo regional y forzosamente en el campo.
Formar maestros rurales en la ciudad es una solemne tontería.

Como en el caso de la Junta, el Sindicato también presentó
un buen número de propuestas para la formación de los maestros
rurales con un carácter integral. 
En 1957 se reformaron los planes de estudio de la escuela primaria organizándose
de la siguiente manera:
I Materias
instrumentales (los instrumentos propios para el manejo de las demás):
lenguaje, aritmética y geometría.
II Materias aptas para conocer y aprovechar la naturaleza (Se relacionan
con los hechos y los fenómenos de la naturaleza inorgánica
y viva y, sobre todo, del hombre), las ciencias naturales: física,
química y biología (botánica, zoología,
anatomía y fisiología humanas).
III. Materias encaminadas al conocimiento y mejoramiento de la sociedad
(implican las creaciones del espíritu humano y la organización,
fines y resultados de la vida social): geografía e historia;
y educación cívica y ética.
La geografía ocupa un puesto intermedio o de enlace entre el
grupo II y III, pues la geografía física pertenece al
grupo de las ciencias naturales y la geografía humana, económica,
social y política, corresponden a las ciencias de la cultura.
IV Materias para conocer, encauzar, estimular y aprovechar, por medio
de actividades especificas, las aptitudes de los alumnos: 1) educación
física; 2) trabajos manuales (con la variedad de las labores
relacionas con la vida del hogar, para las niñas); 3) dibujo
y artes plásticas; y 4) música y canto. 
Se aplicó una forma de trabajo mixta: globalizada y sistemática.
Bajo este programa, que en realidad es igual al de 1944 con pocas adiciones,
la filosofía educativa siguió siendo la misma que impulsó
Torres Bodet desde 1944, lo que significaba, en palabras suyas: ...que
la escuela rural no preparaba campesinos sino ciudadanos mexicanos. Todos
los alumnos, cualquiera que fuese la escuela a la que asistieran, contaban
con la misma instrucción fundamental y podrían vivir en
cualquier parte con la misma facilidad. 
Civismo cambió de nombre por el de Educación cívica
y ética y se incluían temas como los derechos de la mujer,
el concepto de Estado y los organismos internacionales ONU, UNESCO
y OEA-. La enseñanza de la historia, que como se recordará
tuvo un cambio radical con respecto a la educación socialista,
en esta ocasión se incrementaron de siete a 14 las finalidades,
sobresalen entre las nuevas:
Crear
en el alumnos sentimientos de amor y actitudes de respecto hacia las
distintas culturas autóctonas; ayudar a los alumnos a percatarse
de la necesidad de que México logre su independencia económica;
afirmar en los alumnos los ideales democráticos de México.
En ese mismo año se creó el Consejo Nacional Técnico
de la Educación
(Conalte), reconociendo con ello la necesidad de planificar la educación.
Durante esos años, 1956-1958 surgió el conflicto magisterial
que tuvo su expresión más radical en ese último año.

Para finales del sexenio de Ruiz Cortines, era ya evidente que el sistema
educativo nacional no había crecido al ritmo que el incremento
de la población, tan solo en el DF habían quedado sin atención
215 mil niños, más del 33% y a nivel nacional, cerca de
seis millones de niños demandaban educación primaria y sólo
asistían a clases el 50%. El presidente Ruiz Cortines, en su ultimo
informe de gobierno mencionó:
No obstante
[los] esfuerzos realizados, la situación actual de la enseñanza
primaria es así: los niños en edad escolar en el país
suman 7 millones 400 mil; se inscribieron en escuelas federales 2
millones 900 mil, y un millón y medio en estatales, municipales
y particulares. En suma, 4 millones 400 mil. 3 millones de niños,
incluidos los de las comunidades indígenas -lo informo con
profunda pena- quedaron al margen de la enseñanza. 
En ese mismo
informe, Ruiz Cortines se refirió al escaso apoyo de los particulares
para la cuestión educativa, haciendo un llamado a que sumaran esfuerzos
en tarea tan importante:
Es indispensable -imperativo cívico- que los particulares, bien
sea a través de las Juntas de Mejoramiento Moral, Cívico
y material de los patronatos o comités o como se desee, e igualmente
las instituciones, agrupaciones sociales y las empresas, industriales,
comerciales y bancarias, organicen sistemáticamente su cooperación
económica. La Secretaría de Educación orientará
en la técnica a seguir, con autonomía de los particulares,
hacia la inversión que rendirá óptimos frutos en
bien de la Nación. [...] Necesitamos todos el esfuerzo, pero
leal, verdadero esfuerzo de los mexicanos y de los residentes en el
país que material y espiritualmente conviven con nosotros...

Apoyo magro también en relación a la construcción
de escuelas:
La solución de Torres Bodet, que Alemán desarrolló
de manera más completa fue hacer un llamado al capital privado.
Con esta esperanza, Gual Vidal inició un intenso programa de
construcción de escuelas, urgiendo particularmente a los hombres
de empresa a contribuir con generosidad. La respuesta a este esfuerzo
no alcanzó a satisfacer la demanda. Desde la época de
Ávila Camacho hasta la de Ruiz Cortines se construyeron 4,156
escuelas con ayuda de estos medios, y de los 435 millones de pesos gastados
en su construcción, 300 millones provenían del fondo público.
La mayoría de las escuelas se construyeron en pueblos y ciudades,
sólo un tercio en provincia. 
Era claro que se requería, nuevamente, de una política gubernamental
vigorosa y de largo alcance.
Intentando recuperar el camino
Adolfo López Mateos (1958-1964) nombró como su secretario
de educación a Jaime Torres Bodet, quien tras 12 años de
ausencia regresaba al ministerio de Educación. En cuanto inició
su gobierno, el presidente envió al Congreso una iniciativa para
establecer una comisión encargada de resolver el problema de la
educación primaria. Al inaugurar los trabajos de la Comisión,
Torres Bodet precisó la amplitud y los límites de su labor,
así como sus objetivos:
No se trata de formular un plan general, que abarque
todos los ciclos del sistema educativo de la nación [...] No
significa esto [...] que no debamos tener presente al reflexionar sobre
los planes y los programas de enseñanza primaria la resonancia
que cualquier modificación tendrá, ineludiblemente, en
los otros ciclos educativos. Urge determinar, por ejemplo, entre otras
cosas, cuántos niños en edad escolar no han ido jamás
a ninguna escuela y cuántos, en cambio, [la abandonaron]. ...es
razonable prever que una enseñanza primaria más objetiva,
práctica y realista, despertará entre las familias rurales
(y aludo a ellas especialmente porque la deserción escolar es
más susceptible en el campo que en la ciudad), un interés
mucho más activo y, sobre todo más prolongado. 
Precisamente en este aspecto cuantitativo, y aunque Ruiz Cortines había
declarado en su último informe de gobierno que había tres
millones de niños en edad escolar sin escuela, se dio una serie
de discrepancias y discusiones sobre las cifras definitivas: la población
que estaba en edad de estudiar la primaria, la que la solicitaba -la llamada
demanda real- la que desertaba y la que la demandaría
en 1970. La discusión fue con la Secretaría de Industria
y Comercio, pero sobre todo con la Secretaría de Hacienda, que
aportaría los recursos para resolver el problema. Finalmente, se
determinó, por la presión de esas secretarías, en
1,700,000 los niños sin acceso a la escuela.
Para entonces México había cambiado gracias a la política
económica instrumentada por los gobiernos anteriores, el país
había dejado de ser eminentemente agrícola, (solo la mitad
de su fuerza de trabajo, el 52% se dedicaba al campo) su nivel educativo,
por lo tanto, era inferior al que requería una nación industrializada.
El nivel promedio educativo era de tres grados escolares.
Según el informe de la comisión [...] de
cada mil niños que logran poner el pie en el primer peldaño
de la primaria, solo uno llega al último grado de la profesional
y sólo 59 ingresan en un establecimiento de segunda enseñanza.
Pero hay proporciones todavía más lamentables [...] de
cada mil niños que figuran en las listas del primer grado de
las escuelas rurales del país, sólo 22 obtienen un certificado
de educación primaria. Los 978 restantes desertan antes del sexto
año: muchos, porque carecen de recursos para continuar sus estudios
y muchos otros, porque en su mayoría, es decir, en un 81%, nuestras
escuelas rurales no son todavía completas. 
A pesar de datos tan desalentadores, algo se había logrado, ya
que en 1919 la población atendida en primera enseñanza representaba
el 24% y en 1958 era del 58%, en un país que había crecido
rápidamente: 1.7% anual en la década de los cuarentas, 2.8%
en la de los cincuentas. Para 1950 el país contaba con casi 26
millones de habitantes con una población urbana de 43%. El crecimiento
urbano se había dado sobre todo en el Distrito Federal, en Morelos
y en las ciudades del norte.
Como resultado del trabajo de la comisión surgió el Plan
Nacional para la Expansión y el Mejoramiento de la Educación
Primaria, mejor conocido como Plan de Once Años, visto por algunos
como el primer intento de planificación educativa del país,
y, como su nombre lo indica, se proponía trascender el sexenio
hasta llegar a 1970 .
El Plan tenía sus bases en las necesidades nacionales, pero se
ubicó a su vez en el marco de una política internacional:
...la Conferencia Regional sobre Educación Gratuita y Obligatoria
en América Latina, convocada para la estructuración del
Proyecto Principal [de la UNESCO] sobre Extensión y Mejoramiento
de la Educación Primaria en América Latina. El proyecto
fue aprobado por la IX Conferencia General y cubriría un periodo
entre 1957 y 1967. 
Se perseguía expandir y mejorar la educación primaria, su
limitación era que los esfuerzos se canalizarían sólo
al sistema federal, aunque el secretario manifestó su deseo de
contar con la colaboración de la iniciativa privada y que los estados
no disminuyeran su participación en educación.
El Plan debía abordarse en tres vertientes: creación de
nuevos grupos; construcción de escuelas y preparación de
los maestros necesarios. El presidente anunció su inicio al inaugurar
el foro del XI Consejo Nacional Ordinario del SNTE:
...principiaremos a ejecutar desde luego las medidas
encaminadas a la expansión del sistema, edificando las tres mil
nuevas aulas previstas para 1960, creando las cuatro mil plazas docentes
que el plan prevé, ampliando los servicios del Instituto Federal
de Capacitación del Magisterio, robusteciendo las escuelas normales
e instalando los centros regionales de enseñanza normal que estimamos
imprescindibles para la formación de los nuevos maestros.
Durante el sexenio se crearían 21,249 nuevos grupos calculando
54 alumnos por cada uno; la construcción de 17 mil aulas incluyendo
la casa para el maestro y preparar a 67,000 profesores, 5,600 por cada
año del sexenio. Las escuelas normales, por consiguiente debían
ser rehabilitadas y deberían crearse otras más. A su vez,
de un total de 27,187 maestros no titulados, un poco más de 16
mil no se habían incorporado al IFCM. La comisión solicitaba
a la iniciativa privada desarrollar nuevas escuelas particulares. El Plan
contemplaba también la educación rural e indígena,
las misiones culturales, siguieron participando en este aspecto. 
El Plan fue acompañado de dos acciones más: la reforma a
los planes de la escuela primaria (también de preescolar, secundaria
y normal) y la entrega de textos gratuitos a los niños de primaria.
El secretario definió así los propósitos de la reforma:
...que, en los diferentes momentos del proceso educativo,
la enseñanza resulte más objetiva, que responda de manera
más adecuada a los requerimientos del país y que dé
al educando mayor confianza en su propio esfuerzo, mayor gusto por el
trabajo y mayor sentido de su responsabilidad nacional e internacional.
[Se trata de] relacionar al alumno con el ambiente en que habrá
de desenvolverse y la insistencia con que exhortamos a los maestros
y padres de familia a fin de que colaboren en la instalación
de pequeños talleres donde los escolares del quinto y del sexto
grados adquieran destrezas prácticas, capaces de confirmarlos
en las verdades trasmitidas por el maestro, pero capaces asimismo de
irlos acostumbrando a las tareas elementales del campo o de la ciudad.
El Conalte fue el encargado de elaborar los nuevos programas que fueron
entregados en 1960 y agrupaban el conocimiento como suele encontrarse
en la vida de la naturaleza y de la sociedad dividiéndolo en cinco
áreas: 1) protección de la salud y mejoramiento del
vigor físico; 2) investigación del medio físico y
aprovechamiento de los recursos naturales; 3) comprensión y mejoramiento
de la vida social; 4) actividades creadoras; 5) adquisición de
los elementos de la cultura en cuanto a relación, expresión
y cálculo. 
En 1964 la SEP publicó los Programas de Educación primaria
aprobados por el Consejo Nacional Técnico de la Educación,
sancionados originalmente en 1961 y con las enmiendas sugeridas posteriormente.
Un año antes, se publicó Teoría y aplicación
de la reforma educativa, de Torres Bodet. En ella se daban recomendaciones
para la práctica educativa. Se postulaba: equilibrar el tiempo
destinado a la información y a la formación de los educandos;
reemplazar la educación verbalista por una activa y experimentadora.
Con respecto a los contenidos, Torres Bodet señaló:
Es recomendable abrir, en los planes y en los programas
una puerta mucho más amplia a los elementos locales y regionales,
tan vigorosos en nuestro pueblo. Conviene que la unidad del propósito
nacional no imponga al educador una vana uniformidad en los medios y
los ejemplos de la enseñanza.[...] queremos que la escuela de
tal o cual poblado, de ochocientos o mil vecinos sea tan mexicana y
tan útil como cualquier buena escuela capitalina, pero sucede
que no podrá serlo totalmente del mismo modo, dentro de una utópica
identidad, y que una voluntad de unificación sistemática
tropezará en muchos casos con singulares dificultades de adaptación.

El problema de la deserción seguía siendo muy alta en el
país, sobre todo en las zonas rurales en donde los niños
llegaban máximo a dos o tres grados de estudios, las causas no
eran solamente la falta de maestros y escuelas sino también las
condiciones económicas prevalecientes, por lo que el secretario
planteó:
En tanto llega a generalizarse el plantel primario completo
¿no convendría imaginar una mejor distribución
de actividades y de estudios en los primeros cuatro grados, a fin de
que, sin decapitar el futuro, atendiésemos de manera más
efectiva a las demandas presentes de educación? No estoy proponiendo,
en manera alguna, una escuela primaria de cuatro años; ni siquiera
una instalación resignada al nivel de esa escuela, sino un ajuste
al plan de estudios que tome en cuenta la realidad de la deserción
y que, por tomarla en debida cuenta, procure dar a los primeros años
de la escuela primaría una unidad formativa fundamental.
La renovación de los planes y programas de estudios implicaba también
la reforma de los métodos de enseñanza. Las características
de la educación mexicana eran: democrática, antiimperialista,
antifeudal, progresista, de unidad nacional, pacificista, orientadora
de la comunidad, gratuita y obligatoria en el grado primario, activa,
científica, laica, mexicana e integradora de la nacionalidad. 
El Plan de Once Años incluía también, como se dijo
antes la creación de escuelas de carácter regional, se fundaron
dos centros normales regionales, el de Cd. Guzmán, Jal y el de
Iguala, Gro. a los que asistieron maestros de distintos lugares del país.
A su vez, el IFCM jugó un papel muy importante en la aplicación
del Plan.
El 12 de febrero de 1959 se creó la Comisión Nacional de
Libros de Texto Gratuito, mediante la cual se proporcionaría a
todos los niños de las escuelas primarias del país, gratuitamente,
los libros de texto indispensables para su buen funcionamiento. La precaria
situación de los niños, además de la ausencia de
bibliotecas en las escuelas obligaban a que el gobierno de la República
asumiera esa responsabilidad. En el decreto se mencionaba que una gran
mayoría de niños no podía pagar anualmente sus libros
de texto y que el gobierno no podía aceptar que el criterio de
la ganancia fuera el que prevaleciera en el manejo de los libros de texto.
Con su distribución se cumplía plenamente el precepto constitucional
de la gratuidad de la educación.
Ahora se trataba de que la misma SEP publicara los textos y los pusiera,
gratuitamente, en manos de los niños. López Mateos recomendó
al titular de la Comisión MARTÍN LUIS GUZMÁN
velar porque los libros sean dignos de México y no contengan expresiones
que susciten recuerdos, odios, prejuicios y controversias. 
Los libros constituyeron un gran aporte a la educación permitiendo
a los niños contar con los materiales necesarios para su estudio
y a los maestros poder trabajar en mejores condiciones, sin embargo, estos
textos se elaboraron en base a la reforma de 1957 y no a la de 1960, por
lo que la SEP tuvo que publicar materiales para orientar a los maestros
en cuanto a su uso.
Los resultados del Plan en el sexenio lopezmateísta fueron alentadores
en palabras del propio secretario:
...la matricula nacional de primera enseñanza
ha llegado a ser de 6 millones 605 mil 757 escolares. 2 millones 500
mil 455 más que en 1958 y 5 millones 757 mil 695 más que
en 1910 [...] Para formar a los maestros que enseñan en las 66
mil 35 aulas primarias de la federación (de las cuales 24 mil
917 fueron construidas durante este sexenio) sostenemos un conjunto
de 38 Escuelas Normales: 7 urbanas, 2 Centros Regionales y 29 Normales
Rurales. De ellas egresaron, el año pasado, 4 mil 575 profesores.
No incluyo en esta cifra el total de los que obtuvieron su título
en las Normales de los Estados y en las Normales particulares. Ese total,
en 1963, fue de 5 mil 896.[...] En 19 años el IFCM ha capacitado
a 29 mil 437; 15 mil 620 de 1945 a 1958 y 13 mil de 1959 a 1963. En
1964 se graduarán probablemente 3 mil 655. [...] los restantes
lo harán entre 1965 y 1966. 
Educación
primaria en la República Mexicana 
|
1958
|
1964 |
Escuelas
primarias |
30
816
|
37
576 |
federales
|
18
406 |
23
596 |
estatales
|
10
426 |
11
147 |
particulares
|
1 984 |
2
853 |
|
|
|
Maestros
|
95
191 |
141
963 |
federales
|
55
521 |
82
865 |
estatales |
29
003
|
42
532 |
particulares
|
10
667 |
16
566
|
|
|
|
Población
escolar
|
4 105
302 |
6
530 751 |
federal
|
2 166
650 |
4 015
000 |
estatal
|
1 580
761 |
1 982
151 |
particular |
357
891 |
608
60 |
Y aunque el crecimiento fue significativo, el mismo Torres Bodet, en sus
Memorias, y haciendo un balance del Plan afirmó:
He releído
muchas veces el Plan. Y soy el primero en admitir que contuvo serios
errores. El censo de 1970 ha venido a revelárnoslo duramente.
No obstante, estoy convencido de que aún así, con todas
sus deficiencias, llevarlo a la práctica no fue un error.
Sin el plan hubiéramos continuado una lucha acaso estéril-
para aumentar lentamente el presupuesto de la Secretaría. Las
autoridades hacendarias podían (y así lo hicieron) reducir
muchas aspiraciones, pero no desconocer lo que su representante admitió
al final de nuestros debates. 
El incremento del presupuesto, efectivamente creció entre ...1958-1964
fue del 16.9%, ligeramente superior al incremento promedio del gasto educativo
a nivel internacional en el mismo periodo, que fue del 15.5% .
La deserción también disminuyó, aunque en las zonas
rurales seguía siendo altísima por las razones sobre todo
arriba apuntadas. Durante este sexenio se instituyó una premiación
que hasta la fecha subsiste: el niño o niña de sexto año
mas sobresaliente por cada zona escolar viaja a la capital del país
para recibir un reconocimiento por parte del Presidente de la República,
también va a un viaje por los lugares donde se originó el
movimiento de independencia. Los gastos son sufragados por los gobernadores
y la SEP.
Con el cambio de gobierno y la llegada de Gustavo Díaz Ordaz (19641970)
es nombrado secretario de educación AGUSTÍN YÁNEZ,
quien nombró a una Comisión encargada de hacer un plan nacional
de educación, en la que participaron MANUEL BRAVO JIMÉNEZ,
asesor del Banco de México, FERNANDO SALMERÓN, director
general de Enseñanza Superior e Investigación Científica
de la SEP y como coordinador, Aguilera Dorantes, oficial mayor de la SEP .
Su objetivo era ...realizar un estudio técnico del problema
de la educación en México, con la intención de apreciarlo
en sentido integral, desde la enseñanza pre-escolar hasta la investigación
científica y tecnológica. 
La
Comisión rindió su informe al secretario en marzo de 1968
y propuso políticas de largo plazo que culminarían en 1980,
basadas en una apreciación de conjunto de la demanda de servicios
educativos a los años de 1970 y 1980 en los diversos niveles del
sistema [...] para dar satisfacción al derecho que la niñez
y la juventud de México tienen sobre la educación y la cultura,
derecho que por cierto ha sido el punto de partida y supuesto fundamental
de este estudio. 
Se determinaron como principales problemas de la educación primaria:
1) bajo rendimiento de la educación: ausentismo, deserción
escolar y reprobación; 2) mejoramiento de la calidad de la enseñanza:
mejor capacitación de profesores y aumento de salarios; y 3) de
carácter técnico: revisión y actualización
de los programas, técnicas y métodos pedagógicos
modernos, aprovechamiento de los medios masivos de comunicación.
Para resolverlos propuso:
3.- La
ampliación de capacidad de servicio en las escuelas primarias
para poder atender una matrícula, a fin de cursos, aproximadamente
de 8 millones en 1970 y de 12.6 millones en 1980. De esta forma el 63.3%
de la población [...] 6 a 14, en 1970, y el 70.2%, en 1980, estaría
recibiendo educación primaria.
4.- La reestructuración del sistema de enseñanza primaria
rural en cuanto a contenido programático, métodos y sistemas
de enseñanza y organización de sus actividades, tomando
en consideración los niveles propios de la economía rural
y las necesidades estacionales de ocupación de la niñez
campesina, así como la dispersión geográfica, para
que efectivamente puedan alcanzarse los índices de eficiencia
señalados. 
Las propuestas de la Comisión no se aplicaron, entre otras razones,
por la falta de presupuesto. Sin embargo en su informe de ese año
y a raíz del movimiento estudiantil que afectó a la educación
media superior y superior del país, Díaz Ordaz buscó
una explicación del conflicto y la encontró en la educación:
Examinemos ahora, brevemente, el verdadero fondo del
problema: la urgencia de una profunda reforma educacional. Problema
no sólo de México: la crisis de la educación es
mundial. [...] Quizá nos hemos ocupado demasiado por instruir
y hemos descuidado el enseñar [...] Deberemos enseñar
a pensar, a atender, a actuar, a tolerar y, lo que es muy importante,
enseñar a aprender 
En ese mismo informe el presidente convocó a elaborar una reforma
integral de la Educación, concretada en la frase aprender
haciendo y enseñar haciendo. Tampoco esta reforma pudo cuajar,
entre otras causas porque el sexenio de Díaz Ordaz llegaba a su
fin.
Parte de la política educativa de ese periodo fue el uso de los
medios de comunicación masiva en el terreno educativo, ÁLVARO
GÁLVEZ Y FUENTES, fundador de la telesecundaria, comentaba
que todo locutor, conductor de programas, comentarista o artista que
usa un micrófono o se encuentra frente a una cámara de televisión
es quiéralo o no un maestro. Por ello habría que poner
estos medios al servicio del maestro:
¿Podemos seguir contemplando impasibles los dos
extremos de esta absurda ecuación De un lado un maestro, sabio
entre sabios, encerrado en cuatro paredes de un salón de clase,
ante 30 ó 40 alumnos y por otro un maestro del crimen enseñando
a una masa de varios millones de espectadores a cometer un delito sin
dejar huella...? Antes era la familia ahora son la televisión
y la familia, los muros se han derrumbado, nuestro hogar es tan amplio
como el mundo

La política educativa de Díaz Ordaz estuvo encaminada a
reorientar la educación en el sentido del trabajo productivo, la
orientación vocacional para aprovechar al máximo los recursos
humanos, y el uso de los medios de comunicación masiva, así
como la adopción de los métodos de aprender haciendo
y enseñar produciendo 
El saldo del sexenio diazordacista en el terreno educativo es para muchos
negativo, las metas del Plan de Once años no se cumplieron en ese
sexenio, quedando trunco el intento de planificar trascendiendo al gobierno
en turno.
La parte
del plan que le tocó poner en marcha, [a Torres Bodet] durante
los primeros cinco años, cumplió con las metas propuestas
en cuanto a la expansión de la oferta. Sin embargo, la demanda
fue mayor a la estimada y la deserción, que no es un fenómeno
exclusivamente escolar, no disminuyó de manera notable a pesar
de los incrementos en los servicios asistenciales, como los desayunos
escolares y los programas de higiene. La segunda parte del plan, según
Latapí, en el cuidadoso análisis que hizo de la política
educativa del gobierno de Díaz Ordaz, fue un retroceso. No hubo
los recursos fiscales para la educación, ni la voluntad política
del régimen de continuar la obra. El segundo asunto pesó
más que el primero.
Los resultados del Plan que en el sexenio lopezmateísta fueron
grandes, en el de Díaz Ordaz disminuyeron: la escuela primaria
creció en 59.19% de 1958 a 1964, y de 1964 a 1970 37%. En ese sexenio
se cambió el calendario escolar, unificando en uno solo el de todo
el país. Con anterioridad existían dos el A que iniciaba
en febrero y terminaba en noviembre y el B que iniciaba en septiembre
y terminaba en junio. El país se unificó en el calendario
B.
Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) emprendió una
reforma que María Gallo intitula en su obra citada, la reforma
integral de la educación, y que abarcó varios puntos:
en lo político propiciar la participación, la llamada apertura
democrática; en lo económico modernizar el aparato
productivo; en lo social mejorar las clases populares y en lo internacional
incrementar las relaciones con otros países, sobre todo con el
llamado Tercer Mundo. Nombró como secretario de educación
a VÍCTOR BRAVO AHÚJA. 
A pesar de Plan de Once Años, las previsiones del crecimiento poblacional
se quedaron cortas, de tal manera que para 1970 la demanda había
rebasado a la oferta, -recuérdese que el número de la demanda
real se redujo artificialmente cuando se elaboró el plan- y el
problema de la deserción no había sido resuelto. El país
había cambiado también, si para 1960 la población
urbana superaba mínimamente a la rural con 50.7%, para 1970 la
diferencia era ya enorme, 58.53%. De tal manera que para inicios del sexenio
la problemática era la siguiente:
a) Solamente el 38.63% del total de escuelas primarias
en el país eran de organización completa.
b) El coeficiente de satisfacción de la demanda de educación
primaria en zonas urbanas era de 83%, en zonas rurales sólo se
atendía al 62%.
c) En 1970 terminaron su primaria 740 310 niños que constituían
el 30.6% de los que la iniciaron en 1965; esto significa que 1,700,000
niños abandonaron el sistema primario en forma prematura.
d) La retención promedio del sistema ocultaba la gran disparidad
entre el medio urbano y el rural, pues provenía de combinar la
retención del 63% en las zonas urbanas del país, con la
de 9% de las zonas rurales.
e) El elevado porcentaje de niños que abandonan la escuela primaria
antes de concluir este nivel educativo se debía, entre otras
razones, a que un gran número de ellos tenía que incorporarse
a las actividades productivas desde temprana edad.
Tal como
se había prometido en campaña, y en vista de este panorama,
la reforma sería profunda e integral abarcando a todo el sistema
educativo, además de contemplar los aspectos pedagógicos
y filosóficos: el aprendizaje como proceso, la actitud crítica
y la educación para el cambio (el aprender a aprender),
el método científico y la conciencia histórica; el
cambio de planes y programas, los métodos y libros de texto; la
creación de nuevas instituciones educativas; los aspectos administrativos:
modernización interna, descentralización administrativa,
automatización; y los políticos, basados en un proyecto
de nación. La educación tendría dos grandes objetivos:
...transformar la economía y la organización social
mediante la modernización de las mentalidades e instaurar un orden
social más justo, procurando una distribución más
equitativa de oportunidades
Para la reforma se estableció la Comisión Coordinadora de
la Reforma Educativa la cual promovió una amplia consulta en el
país. De ella surgieron tres recomendaciones: actualizar el sistema
educativo, abrirlo y flexibilizarlo.
...la
actualización [...] permitía a maestros y educandos utilizar
las técnicas e instrumentos más avanzados en el proceso
de enseñanza-aprendizaje; la apertura [...] significaba la capacidad
de llegar a todos los grupos sociales y hacer posible la popularización
de los bienes educativos; y la flexibilidad [...] permitía adaptarse
a las necesidades de la sociedad así como facilitar los movimientos
horizontales y verticales de los educandos dentro de los diversos tipos
y modalidades del sistema .
La Comisión recomendó adecuar la Ley Orgánica de
1943, promulgándose el 14 de diciembre de 1973 la Ley Federal de
Educación y dos años después se aprobó la
Ley Nacional de Educación de Adultos. Para el mismo año
de 1973:
...se
consideraba que sólo el 20% de las escuelas rurales tenían
edificios aceptables; 16,000 escuelas eran unitarias federales, 3,000
mil estatales, 1,000 federalizadas o de artículo 123, y 400 aulas
rurales móviles, lo que equivalía a 20,000 escuelas atendidas
por un solo maestro. En 1975, del total de escuelas rurales unitarias
el 83% abarcaban entre el 1er. y el 3er. grado, el 14% entre 4º. y 5º.,
y solamente el 3% ofrecía el ciclo completo de primaria. 
Una de las innovaciones del gobierno para atender la demanda educativa
rural fueron los Cursos Comunitarios diseñados por el
Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE), creado en 1971
para llevar educación a las comunidades más aisladas y de
baja densidad poblacional. Los cursos se iniciaron experimentalmente en
1973 en 100 comunidades de menos de 500 habitantes en Guerrero y para
1976 se abarcaba a 2,100 comunidades e incluía a los adultos en
sus programas de primaria. 
También en 1971 se creó el Centro para el Estudio de Medios
y Procedimientos Avanzados en la Educación (CEMPAE) con el objetivo
de buscar nuevas formas de educación aprovechando los medios masivos
de comunicación y extender la educación a una mayor población.
Ese mismo año el subsecretario RAMÓN G. BONFIL anunció
que se reformarían los libros de texto gratuito, y dos años
después se entregaron los primeros ejemplares, los cuales correspondían
a los nuevos contendidos de los planes y programas de estudio de la primaria
recién aprobados. Con la reforma las asignaturas se conjuntaron
para trabajar por áreas, se implantó el método histórico
y experimental en el proceso enseñanza-aprendizaje. En la enseñanza
del lenguaje se aplicó el método global de análisis
estructural.
La reforma educativa realmente logró ampliar los servicios
educativos en los diferentes niveles del sistema escolar, tanto [...]
en la incorporación de alumnos [...] como en la preparación
de profesores, [...] la construcción de escuelas y la creación
de nuevas instituciones
La educación primaria, que formaba junto con la preescolar la educación
elemental, tuvo en el sexenio de Echeverría un aumento, para algunos
espectacular, la matrícula de primaria creció mas de tres
millones y medio y el sistema educativo en su conjunto tuvo un crecimiento
nunca antes visto.
Y a pesar de ello, la demanda educativa no estaba resuelta, tampoco la
deserción y la reprobación:
...1.7 millones de niños entre 6 y 14 años no tenían
acceso al sistema y 11.9 millones mayores de 14 años no habían
terminado la primaria; [...]se calcula que entre 1970 y 1974 desertaron
dentro del curso o reprobaron más de 3.3 millones de alumnos
[...] se logró una mejoría: si de la cohorte 1966-1971
llegó al sexto grado 35.3%, de la de 1970-75 llegó 42.3%

Con
esta situación arribó al nuevo gobierno José López
Portillo (1976-1982) y nombró como secretario de Educación
a PORFIRIO MUÑOZ LEDO quien renunció apenas cumplido
un año, el 9 de diciembre de 1977 y fue sustituido por FERNANDO
SOLANA MORALES. No obstante, Muñoz Ledo tuvo tiempo de elaborar
un Plan Nacional de Educación, el cual contenía metas y
políticas para todo el sexenio. El Plan se presentó al presidente
en agosto de 1977, después de una amplia consulta en la que participaron
150 mil profesores; en él no se hacía referencia a las reformas
introducidas en el sexenio de Echeverría.
En el Plan se mencionaban los problemas que seguían aquejando al
país: el analfabetismo continuaba, 25.8% de la población
y la deserción era mayor que el número de alumnos que terminaban
la escuela. La reprobación también era alta. Deserción
y reprobación, afectaban a los grupos de menores ingresos. En el
campo solo uno de cada diez niños que ingresaba a la primaria la
terminaba. La deserción mayor era en la escuela primaria. Por su
parte la educación privada había crecido: la población
escolar representaba el 12% en el nivel superior; 23% en el medio superior;
26% en la secundaria y sólo el 5% en primaria. El plan proponía
elevar la educación normal a nivel superior, establecer un sistema
de evaluación escolar y estimular la experimentación educativa.

En el mismo año de 1977 una Comisión de evaluación
de los libros de texto gratuito de la SEP concluyó que los nuevos
libros eran altamente apreciados por los maestros de primaria, cumplían
con los postulados del artículo 3º. Constitucional, sus contenidos
eran acertados y acordes al programa. Las deficiencias podían ser
subsanadas sin necesidad de reestructurarlos totalmente. Los auxiliares
didácticos constituían un valioso aporte para el maestro.
Se sugirió revisar los textos posteriormente para mejorar los contenidos
que no estuvieran adecuados al medio rural y al urbano. 
La educación primaria, a pesar de su crecimiento extraordinario
impulsado en los últimos años, atendía a 12
millones de niños en más de 55 mil escuelas- solamente cubría
el 86% de la demanda real, por lo que, para el ciclo 1976-1977 quedaron
fuera de la escuela 1.8 millones de niños, el número de
localidades atendidas había aumentado, sin embargo, más
de la mitad no contaban con primaria completa.
Los periódicos de la época reportaron información
sobre la población escolar que demandaba educación primaria
y las condiciones de la misma, uno de ellos afirmó que los estados
con mayor número de escuelas incompletas eran:
Primarias:
Primarias:
Escuelas incompletas
|
Entidad |
Porcentaje |
Chiapas
|
56 |
Michoacán
|
47 |
Tabasco
|
47 |
Guerrero
|
46 |
Veracruz
|
46 |
Hidalgo
|
45 |
En
razón de ello Solana inició en 1978 el Programa de Primaria
para Todos los Niños, el cual se propuso diseñar múltiples
alternativas de atención a fin de generalizar el acceso a este
nivel educativo. En 1980 se logró una cobertura de 98% de los niños
de seis años en primer grado por lo que menos de 400,000 niños
en edad escolar estaban fuera de la primaria.
En virtud de ello la educación primaria pasó de poco más
de 12 millones a casi 15 millones de alumnos, la deserción disminuyó
de 8.7 a 6.9%, la eficiencia terminal mejoró, aumentando de 42.6
a 50.4%, en contraste la reprobación aumentó de 10.3 a 11.1% .
Estos logros permitieron afirmar que el problema educativo ya no era el
del crecimiento de la matrícula en el nivel primario, sino el de
la calidad de la enseñanza hacia la cual se debían enfocar
los esfuerzos, política que fue impulsada desde el Conalte, dirigido
entonces por JOSÉ ÁNGEL PESCADOR OSUNA.
Así, al finalizar el sexenio, culminó un esfuerzo que se
reinició a partir del Plan de Once Años:
Fue justamente en 1982 cuando se alcanzó por fin
el viejo anhelo de que todos los niños mexicanos pudieran tener
acceso al primer grado de la primaria. Esto fue posible porque se abandonó
el esquema rígido de escolarización mediante planteles
convencionales el cual fue reemplazado por la variedad de estrategias
que se resumen en [..]: albergues escolares, transportes, instructores
comunitarios, etc. 
La nueva modernización
Con la llegada de Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988) es nombrado
como titular de la SEP JESÚS REYES HEROLES, quien a su muerte,
en 1985, es sustituido por MIGUEL GONZALEZ AVELAR.
Si la educación primaria había crecido de manera constante
sobre todo con el Plan de Once Años y los gobiernos de Echeverría
y López Portillo hasta llegar a cubrir la demanda al 98%, a partir
de 1982 con la crisis, ...disminuye drásticamente el presupuesto
federal al gasto social, y eso afecta principalmente al sector educativo
y al de salud [...] se abandonó la construcción de escuelas
y la adquisición de equipos.
Con lo que el se inicia un camino de regreso que llevó, para 1995,
a tener casi millón y medio de niños sin escuela primaria.
...por primera vez desde que se fundó la SEP, la matrícula
de primaria se redujo en la década de los ochenta. 
La evolución de la matrícula puede verse claramente en los
siguientes cuadros, bajó a partir de 1984 y el número de
escuelas también decreció en los periodos escolares de 1984-85,
1985-86 y 1987-88.
Educación
primaria: totales nacionales 1976-1983
|
|
1976-1977 |
1977-1978 |
1978-1979 |
1979-1980 |
1980-1981 |
1981-1982 |
1982-1983 |
Alumnos
|
12,616,699
|
13,153,982
|
14,096,393
|
14,612,043
|
15,231,383
|
15,393,373
|
15,587,324
|
Maestros
|
283,759
|
312,124
|
334,719
|
357,592
|
386,749
|
406,578
|
421,994
|
Escuelas
|
56,517
|
62,521
|
68,747
|
71,237
|
77,053
|
77,066
|
78,395
|
Educación
primaria: totales nacionales 1983-1990
|
|
1983-1984
|
1984-1985
|
1985-1986
|
1986-1987
|
1987-1988
|
1988-1989
|
1989-1990
|
Alumnos
|
15,778,878
|
15,622,496
|
15,453,472
|
15,376,117
|
15,173,924
|
14,997,064
|
14,197,978
|
Maestros
|
433,223
|
440,653
|
452,020
|
462,689
|
466,390
|
468,509
|
473,768
|
Escuelas
|
77,831
|
76,381
|
76,627
|
80,370
|
79,142
|
80,332
|
80,689
|
Fuente:
Hayashi, op. cit. cuadros 3.16, 3.17 y 3.18.
Durante el sexenio se elaboró el Programa Nacional de Educación,
Cultura, recreación y Deporte 1984-1988, en el que se planteó
la Revolución Educativa. En cuanto a la educación
primaria, disminuyó el 1.5%, casi medio millón de niños;
la deserción bajó 1.8%, la reprobación aumentó
.8% y la eficiencia terminal mejoró 7.8%
Mediante la revolución educativa primero
y la modernización educativa después, comienzan
la desconcentración en la administración del sistema básico
(que más delante se federalizará), los programas para
la formación y superación profesional del magisterio,
así como para el aumento de la eficiencia y la calidad de los
servicios escolares y de su vinculación con el sector productivo.
Con el nuevo gobierno de Carlos Salinas (1988-1994) se inició al
programa de Modernización de la Educación.
Con el primer secretario se puso en marcha el Programa para la Modernización
de la Educación (1989-1994), sustentado en un diagnóstico
de todo el sistema educativo proponiendo la reforma de los planes, programas
y textos de la educación preescolar, primaria y secundaria. Resultado
en parte de este Programa es el Acuerdo Nacional para la Modernización
de la Educación Básica (ANMEB)
que suscribieron, el l8 de mayo de 1992, el nuevo secretario, los gobernadores
de los estados y el SNTE, con lo que se inicia una nueva etapa en el sistema
educativo nacional, el de la federalización no centralista
que en realidad es la culminación de un proceso que había
iniciado tiempo atrás, sobre todo con Solana cuando fue secretario
de educación por primera ocasión y que es en la práctica
la descentralización de los servicios educativos. El contexto sin
embargo, no era ya el mismo. 
Mediante el Acuerdo, ...el gobierno federal transfirió la
operación de los servicios de preescolar, primaria y secundaria
a los gobiernos de los estados de la República. Y,
como dice Margarita Zorrilla, En un primer momento se descentralizaron
los problemas, pero paulatinamente las entidades van descubriendo que
las soluciones son también su responsabilidad.
A ocho años de la firma, del ANMEB sus resultados están
aún por estudiarse y evaluarse, sin embargo un sinnúmero
de artículos y textos al respecto han sido ya publicados y han
aparecido a la luz pública los primeros balances. 
Resultado del ANMEB es la promulgación de la Ley General de Educación
en 1993, en virtud de ella:
...compete a la SEP garantizar el carácter nacional
de la educación básica, elevar su calidad y vigilar el
acceso equitativo a los servicios. [...]de regular un sistema nacional
de formación, actualización, capacitación y superación
profesional para maestros de educación básica que contribuya
a mejorar la calidad [...] a los estados les corresponde de manera exclusiva
la prestación de los servicios de educación inicial, básica
incluida la indígena y especial-, así como la normal
y los relacionados con el formación, actualización y superación
profesional de los maestros.[...]es responsabilidad de la federación
y de las entidades federativas en conjunto ejercer una función
compensatoria encaminada a eliminar las carencias educativas que afectan
con mayor gravedad determinadas regiones y estados. 
Los datos que arrojó el Censo General de Población de 1990
señaló que: En el nivel primario hay 14.4 millones
de estudiantes (6.2% en escuelas particulares promedio en el país,
pero con 17.7 en el DF., y 1.8% en Chiapas) con 343,000 maestros y 82,280
escuelas. [...] en las regiones rurales hay problemas de extraedad y particularmente
de deserción.
Por ello se hizo necesario aplicar los programas compensatorios
que iniciaron en el ciclo escolar 1990-1991.
El ANMEB comprometió a la SEP a revisar los planes y programas
de estudio de la educación básica y normal. En virtud de
ello renovó la totalidad de los libros de texto gratuito y se editaron
otros nuevos, y se modificaron los planes y programas de estudio de la
educación básica y de las licenciaturas de educación
primaria, preescolar y secundaria. Por su parte, el SNTE llevó
a cabo, en 1994, su Primer Congreso Nacional de Educación. En sus
resolutivos y con respecto a la educación primaria, hizo un primer
balance del ANMEB, entre ellos sobre los nuevos programas y la preparación
de los docentes para su aplicación, y propuso:
... plantear un programa de seguimiento que evalúe las posibilidades
del trabajo docente y el aprendizaje de los alumnos; [...] buscar la
coherencia entre los tres niveles [de educación básica];
en la distribución y dosificación de los contenidos; entre
los distintos materiales; entre las formas de trabajo y las de evaluación
[y] establecer los medios y mecanismos eficientes que permitan a los
maestros contar con oportunidades de actualizarse y superarse permanentemente.
Para finales del siglo XX, la educación primaria se imparte en
cuatro modalidades: general, bilingüe-bicultural, cursos comunitarios
y educación para adultos. La educación primaria tiene un
currículum general para todo el país y a partir del Acuerdo
Nacional se han integrado contenidos regionales y locales; está
organizada en tres ciclos de 2 años cada uno, sigue distribuida
de manera desigual en todo el país, habiendo más en las
zonas urbanas que en las rurales, y existen aún escuelas de organización
incompleta y bidocentes.
Los datos cuantitativos son los siguientes:
Educación
Primaria
|
Ciclo
escolar |
Escuelas |
Matrícula
total |
Docentes |
1990/91
|
82,280
|
14,401,588
|
471,625
|
1991/92
|
84,606
|
14,396,993
|
479,616
|
1992/93
|
85,249
|
14,425,669
|
486,686
|
1993/94
|
87,271
|
14,469,450
|
496,472
|
1994/95
|
91,857
|
14,574,202
|
507,669
|
1995/96
|
4,844
|
14,623,438
|
516,051
|
1996/97
|
95,855
|
14,650,521
|
524,927
|
1997/98
|
97,627
|
14,647,797
|
531,389
|
1998/99(estimado)
|
99,627
|
14,640,000
|
532,087
|
En cuanto a los contenidos de la educación primaria:
La escuela primaria debe asegurar en primer lugar el
dominio de la lectura y la escritura, la formación matemática
elemental y la destreza en la selección y el uso de la información.
En la medida en que se cumplan con eficacia estas tareas, será
posible atender otras funciones [...] la prioridad más alta se
asigna al dominio de la lectura, la escritura y la expresión
oral.
Actualmente la distribución de clases es la siguiente:
Distribución horas clase por asignatura en primaria
Distribución
horas clase por asignatura en primaria |
|
|
Horas
clase por grado |
Asignaturas
|
1o.,
y 2o.
|
3o., a 6o.
|
Español
|
9
|
6
|
Matemáticas
|
6
|
5
|
Conocimiento
Integrado del Medio |
3
|
0
|
Ciencias
Naturales
|
0
|
3
|
Historia
|
0
|
1.5
|
Geografía
|
0
|
1.5
|
Educación
Cívica
|
0
|
1
|
Educación
Artística
|
1
|
1
|
Educación
Física
|
1
|
1
|
Total
de horas |
20
|
20
|
Por lo que es fácil concluir que el tiempo dedicado al estudio
en los recintos escolares públicos es mínimo, siendo de
los más bajos del mundo, por ello la SEP está desarrollando
en algunas escuelas, como proyecto piloto, la jornada de tiempo completo.
La escuela primaria hoy se desarrolla en el marco del Acuerdo Nacional,
el cual, según Ornelas, encierra en sí mismo dos posibilidades:
una democrática y cultural y la otra neoliberal y en oposición
a la primera, suponemos, autoritaria-. Sin
embargo, para Martínez Rizo y:
A dos sexenios de distancia parece claro que, efectivamente, México
vivió un importante cambio a principios de los ochenta cuando,
después de los sexenios llamados populistas de Echeverría
y López Portillo se orientó en la dirección llamada
neoliberal, que prevalece hasta la segunda mitad de los noventa. Lo
que no es nada claro es a dónde conduce el nuevo camino
En cualquiera de las posibilidades, para que una política educativa
tenga éxito, ésta debe llegar al aula, en donde el maestro
enseñan a sus alumnos, ...con su hacer cotidiano, el amor
o desamor al trabajo, el respeto a los demás, su valoración
justa o arbitraria, su despotismo o afabilidad [...] Reformar el aula
consiste en modificar la relación maestro-alumno, maestro-maestros,
autoridad-maestro, escuela-hogar y maestro-padres de familia.
Ahí está el verdadero reto y donde se decidirá la
educación primaria del nuevo siglo.
Conclusiones
El siglo XX mexicano aporta a nuestro país, en el terreno educativo:
a) La creación de un sistema educativo nacional, anhelo y objetivo
de buena parte del siglo XIX, incluso de los gobiernos liberales más
recalcitrantes.
b) La casi universalización de la educación
primaria en todo el país.
c) La consolidación y cumplimiento del Art. 3º. Constitucional
en cuanto a la educación laica, nacional, obligatoria y gratuita.
d) La educación permanente y el desarrollo de la comunidad, preocupación
de la posguerra en el ámbito internacional, se desarrolló
en México mucho años antes, a raíz de la Revolución
mexicana siendo una aportación de los educadores mexicanos.

Las tareas
pendientes
Muchos preguntas han quedado sin contestar: ¿qué estudiaban
los niños de la escuela primaria y que estudian hoy? ¿cómo
lo hacían antes y que actividades realizan ahora? ¿qué
diferencias y semejanzas hay entre las escuelas de principios y finales
del siglo? ¿quiénes acudían a la escuela primaria
y quienes tienen acceso en nuestros días? Estas y otras cuestiones
más rebasan los objetivos de este trabajo, podrán contestarse
con estudios comparativos de largo aliento y en futuras investigaciones.
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