Mtra.
Ma. de los Ángeles Rodríguez A.
Presidencia
del Decanato, Archivo Histórico Instituto Politécnico Nacional
Introducción:
Breve revisión historiográfica sobre el tema.
La Historia
de la Educación Técnica* ( * Ver Tecnología y Técnica en conceptos.)
como en México generalmente se le denomina, hasta ahora ha sido abordada,
casi en su totalidad, por cronistas de las Instituciones principales,
queriendo con esto dejar testimonio de lo que han vivido. No obstante
que esta es una natural inclinación del ser humano, sorprende la forma
y la cantidad con que se dan estos autores, como si sintieran que
su testimonio es indispensable e invaluable para la Institución a
la que pertenecen. Tal vez esta es la reacción lógica de una comunidad
alejada de los ámbitos académicos históricos y que por tanto piensa
que nadie más dejará testimonio, si ellos no se preocupa por hacerlo.
De estos casos se tienen para la historia del Instituto Politécnico
Nacional a: Enrique G. León López, Juan Manuel Ortiz de Zárate, Eusebio
Ávila Mendoza y de los Tecnológicos Regionales Emiliano Hernández
Camargo.
El problema
de todos estos trabajos es que la inmensa mayoría no proporcionan
sus fuentes y por lo tanto no sustentan los datos e información que
proporcionan, en especial de los momentos lejanos a su contemporaneidad,
a excepción de Hernández Camargo.
Entonces
no hay forma de comprobar lo aseverado y ello ha causado muchos errores
históricos, además las comunidades no académicas en este sentido tienden
a mitificar su propia historia, creando relatos y leyendas que tienden
a manejar la historia de acuerdo a sus utopías y con ello agradan
a su comunidad, pero desvirtúan la realidad histórica. No obstante,
hay que reconocer, que a la fecha, estos trabajos han servido de fuentes
de información secundarias, en la mayoría de los casos, para aquellos
que más metodológicamente acceden al tema.
Recientemente
se han empezado a generar trabajos más sistemáticos y formales por
parte de historiadores, de ellos se destacan los trabajos de: Federico
Lazarin sobre las Escuelas Técnicas de las décadas de 1920-1930, mismo
que ha dirigido algunas tesis sobre las Escuelas de Artes y Oficios
y otro de Maria de Ibarrola con un trabajo muy general que intitula
Industria y Escuela Técnica, donde si bien hace un relato histórico
muy genérico de este tipo de enseñanza, su trabajo trata principalmente
de las entidades educativas técnicas actuales, surgidas de 1960 en
adelante; también están las obras de grupos especializados en Historia
de la Educación, quienes han comenzado a incluirla en estudios generales
como el vasto trabajo del Dr. Ernesto Meneses Morales Tendencias
educativas oficiales en México, en cinco tomos que cubren todo
el ámbito educativo de 1821 a 1988, donde incluye la educación técnica
en varios momentos de este largo periodo, en especial, a partir de
la creación de la Secretaría de Educación Pública; igualmente esta
el trabajo de Milada Bazant Historia de la educación durante el
porfiriato donde introduce un capítulo especial sobre las educación
de los oficios, así mismo Pedro Latapí en su obra Un siglo de educación
en México, menciona brevemente del desarrollo de este sector educativo.
Por
esta razón la educación técnica es en México una línea de investigación
a desarrollarse, para que pueda pasar de los estudios institucionales
generales, al estudio de otros aspectos como: vida académica, actores,
vinculación con el sector productivo; que acerquen a este sistema
educativo con un enfoque más formal, menos oficial.
Antecedentes
Es conveniente,
antes de entrar al tema, señalar que los saberes prácticos empiezan
a desarrollarse a partir de la Revolución Industrial, cuando la producción
de bienes materiales empezó a ser la premisa de la civilización humana,
situación que empieza a manejar un sistema de educación más utilitarista.
Si bien la existencia del artesano es una entidad que nace con la
civilización, éste grupo se encontraba en un lugar especial y reservado,
mismo que se reproducía al interior, sin tener la oportunidad de interactuar
con el resto de la sociedad, habría que recordar entre las ordenanzas
de los gremios, la importancia que se le daba al secreto profesional;
no obstante es en éstos que se encuentran las primeras instituciones
preocupadas por enseñar estos conocimientos técnico-prácticos, aunque
fuera sólo al interior de los propios gremios.
Pero
a partir del siglo XVI en algunos países se sintió la necesidad de
contar con personas especializadas en el ámbito técnico, para estimular
el desarrollo industrial. Aunque éste va ser un largo proceso, hasta
el momento en que surgen los primeros especialistas, en especial porque
la sociedad tardo en otorgarles el mismo prestigio que a los que realizaban
estudios universitarios. Recordar como la Universidad institución
educativa que se origina en la edad media va privilegiar el conocimiento
teórico erudito de las clases dominantes, como otra forma más de control
social, en su seno los conocimientos prácticos no tenían cabida.
Pero
con el acceso de nuevos sistemas de producción y consumo fue necesario
implantar nuevos centros educativos que capacitaran este personal
dispuesto a la producción de estos bienes materiales entrando poco
a poco dentro de los sistemaseducativos oficiales. Razón por la que
las escuelas técnicas nacen naturalmente opuestas al régimen universitario
y provocan la existencia de nuevos estatamentos sociales, mismos que
aún hoy continúan en lucha por obtener un mejor status, al nivel de
los profesionales universitarios.
Todo
esto aunado a una natural inclinación del ser humano por tratar de
ser el organizador, el coordinador, el gobernador y no el artífice
material de los productos y servicios para otros.
En México,
hasta antes de la Independencia este tipo de enseñanza se circunscribió
al área de la educación informal, entre los gremios de artesanos,
pero cuando el país se independizó de España, se expresó inmediatamente
la necesidad de establecer escuelas de carácter técnico, mismas que
posibilitarían el progreso de una sociedad que accedía a la industrialización
y rompía viejos moldes económicos, políticos y por tantos educativos.
Las
Escuelas de carácter técnico asimismo van a tener una evolución que
las va conducir, desde la simple capacitación técnica -para adiestrar
obreros- hasta lo que ahora se denomina director técnico, claro esta
que éstos últimos requieren de un conocimiento más teórico que práctico,
con planes y programas de estudio más enfocados hacia el estudio de
las ciencias puras y exactas, a diferencia de los primeros que sólo
se les otorga un conocimiento de cultura general, enfocándose básicamente
al adiestramiento de saberes prácticos. Aunque es conveniente señalar
que antes de la aparición del fenómeno fábrica estos se capacitaban
directamente en los talleres.
Antes
de pasar al México Independiente, habría que señalar que durante el
período de desarrollo mesoamericano se menciona la existencia de escuelas
donde se enseñaban oficios, aunque a la fecha los trabajos son muy
generales y no especifican la forma, ni el tipo de materias que se
impartían, lógico es plantear la existencia de clases especializadas
en la construcción, en el tallado de las piedras, el trabajo de la
madera, etc. Además de las enseñanzas impartidas en derredor de los
artesanos en las escuelas de los Calpulli por ejemplo. En cambio durante
la Colonia se conservan registros más precisos sobre los esfuerzos
en pro de la creación de estos centros de estudio, son famosos los
organizados por misioneros como Fray Pedro de Gante, el primero en
San Francisco, la Escuela de Artes y Oficios de San José de los Naturales,
donde se enseñaba además de religión lectura, escritura y latín, artes
y oficios, como: pintura, escultura, artesanías, arte de bordar, y
talleres donde trabajaban canteros, herreros, carpinteros, albañiles,
sastres y zapateros. Así mismo Don Vasco de Quiroga en 1531, propuso
al Consejo de Indias un plan de organización social para los indígenas,
con el fin de establecer unos 200 hospitales-pueblo, o sea congregaciones
de indígenas fundadas en la práctica del cristianismo, el trabajo
colectivo y la vida comunal, y cuyo funcionamiento comprendía la instrucción
de la niñez, la protección a los huérfanos, el hospedaje a los peregrinos,
el albergue a los desvalidos y el cuidado de los enfermos de ahí el
nombre de Hospitales y en especial la enseñanza de alguna artesanía;
lugares que a la fecha son muestra real de este esfuerzo, pues en
varios pueblos de Michoacán aún se muestra ésta tradición artesanal.
No habría que olvidar, también, la forma en que estos cronistas misioneros
se expresaron sobre la calidad del trabajo de los artesanos indígenas
y la facilidad con que aprendían estas artes y oficios.
Ya al
final del siglo XVIII se empezaron a crear otras instituciones educativas
más formales, en el ámbito de la enseñanza técnica, como el Real Seminario
de Minería que mereció, por su diferente orientación se le haya denominado
la "primera casa de las ciencias en México". Fue creado en 1783 cuando
se expidieron las Reales Ordenanzas para la dirección régimen y
gobierno del importante Cuerpo de la Minería en Nueva España y de
su Real Tribunal General, donde se incluía un capítulo a la educación
y la enseñanza dentro del Colegio, iniciando sus actividades el 1
de enero de 1792. Durante el gobierno de don Benito Juárez se convierte
en Escuela Especial de Ingenieros transformándose en nacional en 1883;
incluyéndose en su currícula nuevos estudios como Ingeniero topógrafo,
hidrógrafo, de caminos, puentes y canales, industrial y por supuesto
de minas y metalurgista e ingeniero geógrafo.
En
esos años se crea otra importante academia, La Real Academia de las
Nobles Artes de San Carlos, fundada en 1781 e inaugurada el 4 de noviembre
de 1785, donde además de enseñarse al arte arquitectónico se incluyó
la ingeniería y las obras públicas y en 1788 el Jardín Botánico.
Existe
un caso singular todavía durante el México colonial cuando a instancias
del virrey segundo Conde de Revillagigedo se determina establecer
escuelas de Hilado y tejido bajo nuevas técnicas "en las que se aprovecharía
la habilidad manual de los indígenas, a fin de integrarlos a una producción
de la que se alejaban por el oprobioso trato recibido generalmente
en los obrajes", una de éstas se establece en 1792 en el poblado de
Tixtla, hoy Guerrero, "sería el primer establecimiento experimental
para la enseñanza técnica y fabril que se instituyera en la nueva
España a nivel público."
Todas
estas Reales Academias, además del ejemplo de la escuela de Tixtla
responden a las inquietudes reformistas del movimiento intelectual
de este momento denominado como la Ilustración, Despotismo Ilustrado,
visto como control del estado, así como a las influencias de la revolución
industrial, tardía en nuestro país, situaciones que empiezan a cambiar
los rígidos cánones de la escolástica y la producción, y con ello
la apertura hacia otros conocimientos y saberes. Proceso que fue interrumpido
en parte por la guerra de independencia, pero que a su vez se impulsó
con la apertura del país al mundo, gracias a las posibilidades generadas
por este proceso.
México
Siglo XIX
Resulta
interesante que el iniciador de la revolución de Independencia, don
Miguel Hidalgo y Costilla fuera uno de los primeros en estimular la
enseñanza técnica dentro de sus curatos, con la formación de escuelas
de artes y oficios. En 1803 logró establecer una escuela taller en
el pueblo de Dolores, desafortunadamente la lucha que inicia en 1810
vino a interrumpir su obra.
Con
la obtención de la independencia en el país se plantearon por primera
vez nuevas y diferentes influencias educativas que van a modificar
enormemente la tradición escolar Colonial. Existen varios registros
de extranjeros que implantan escuelas con nuevas características,
muchos de ellos de origen francés, brillantes pedagogos como lo expresa
Sergio Sánchez, quien dice, se dedican a fundar escuelas de artes
y oficios y comerciales; de éstos menciona a: Eduardo Turreau de Linieres,
German Nicolas Prisette, Federico Wauthier, Carlos Vreniere, Esteban
Guénot y G. L. Voidet de Beaufort. Uno de éstos Federico Wauthier
fundó el primer establecimiento de este tipo en la ciudad de México
en 1822 en su propio domicilio en la calle de Revillagigedo.
Por
parte del gobierno oficial, durante la regencia con Agustín de Iturbide,
en la Memoria que presentó el Secretario de Estado y del Despacho
de Relaciones Exteriores e Interiores -dependencia que en ese momento
tiene a su cargo el ramo educativo-, en 1821, se planteó la promoción
de planteles educativos que proporcionaran esta enseñanza práctica.
Asimismo se decretó la supresión de los gremios en 1823, mismo que
significaba el fin de este único tipo de enseñanza. Existe un proyecto
de educación, también de 1823, que en sus artículos 137 y 157 ordena
la creación de establecimientos de instrucción",
entre los que se mencionan Politécnicos, escuelas de ingenieros de
minas, caminos y puentes, canales, de comercio y de artes y oficios.
Surgen
entonces críticas al modelo de educación universitario que se consideraba
anacrónico y aparecen los Institutos* ( * Ver en Conceptos Instituto)
como contrapartida enarbolando la idea de modernidad, dentro de un
mundo que intenta organizarse y donde, se puede decir, no existía
un sistema nacional educativo. Esta es la etapa en que nacen los institutos
como una transición entre las viejas universidades y las que hoy conocemos,
"al abolir las universidades durante la segunda mitad del siglo XIX,
tomaron su lugar las agrupaciones escolares formalmente constituidas
y las agrupaciones informales que ampliaron notablemente las posibilidades
académicas en lo cualitativo y en lo cuantitativo; brindaron una preparación
secundaria y profesional con un enfoque mucho más práctico, que iba
dejando de lado la imagen medieval de hombre culto como sinónimo de
hombre de iglesia" . Sobre
este mismo aspecto, dice, Carmen Castañeda que el instituto venía
a representar los intereses del grupo liberal que deseaba eliminar
instituciones que recordaran el pasado colonial, sin embargo, curiosamente
durante la primera mitad del siglo XIX esta fue la ambición tanto
de los gobiernos liberales como de los conservadores y hubo ocasiones
en que los conservadores lucharon aún más intensamente, tal es el
caso de la Escuela de Artes y Oficios idea largamente acariciada por
Lucas Alamán, para ser finalmente los liberales con Comonfort en el
Gobierno, en 1856, quienes logren su instalación.
Lucas
Alamán fue uno de los primeros alumnos del Real Colegio de Minería
y gran promotor de la industrialización del país, según Alamán, no
era posible cambiar súbitamente la tradición productiva del país radicalmente
minera... sobre este ramo debían descansar inicialmente los giros
industriales. Para ello era necesario reavivar, también el endeble
comercio "se inclina finalmente por un fomento de la industria
en la que el estado debía ser el primer impulsor por cuantos medios
y facultades estuvieran a su alcance."
Junto
con los capitales que se invirtieron para establecer las primeras
industrias -textiles sobre todo- e impulsar las antiguas -la minería,
por ejemplo- se vio la urgencia por contar con personal capacitado
para trabajar en las primeras fábricas, todo ello condujo al establecimiento
de las primeras escuelas técnicas oficiales como la Nacional de Artes
y Oficios, creada por decreto presidencial el 19 de abril de 1856.
Sobre esta Escuela hay que advertir que existen varios decretos para
establecerla el primero fue en 1833,
firmado por el propio Comonfort, en un momento en que luchaba al lado
de Santa Ana, que no llega a realizarse; otro más en 1843, ésta vez
por el propio Santa Ana como presidente. Si bien el proceso ya se
había iniciado con la instalación de varias escuelas técnicas y/o
industriales de carácter privado, como las creadas junto o dentro
de las fábricas,
finalmente la Escuela fue inaugurada en marzo de 1857, con más de
100 alumnos procurando la asistencia de alumnos pensionados de diferentes
lugares de la república; se instaló en el bello edificio de San Jacinto
junto con la escuela de Agricultura, donde se impartían, entre otras,
las cátedras de: mecánica, herrería, diseño, carpintería, talabartería,
plomería, tejido e hilado, sastrería, hojalatería, alfarería y tornería.
A finales de siglo, en 1892, se le incorpora la Escuela Práctica de
Maquinistas, situación que empezará enfocar a la escuela hacia un
nivel superior de enseñanza. Después de la Ley Barreda en 1867 se
le otorga el edificio secularizado del convento de mujeres de san
Lorenzo, donde permaneció hasta 1959, fecha en que se cambia a la
Unidad Profesional de Zacatenco del Politécnico.
En 1838
se funda el Colegio Militar establecimiento importante para la historia
de la enseñanza de la ingeniería en el país, pues en él se forman
los primeros ingenieros especializados en mecánica bélica, hidráulica,
y construcción, situación que los llevará a ser los mentores de muchas
de las primeras escuelas de ingeniería, como el propio Politécnico
durante el silo XX.
En 1840
se crea la primera junta de fomento que en cierta forma venía a sustituir
la actividad del Banco de Avió fundado por Alamán, con la intención
de seguir impulsando la industria y el comercio, además de las comunicaciones,
de éstas con gran desarrollo en ese momento las vías férreas. Algunas
juntas se llamaban de Fomento al Comercio (o mercantil) y de instrucción
(a veces se agregaba de instrucción mercantil), de
una de éstas nace el Instituto Comercial en 1845, hoy Escuela Superior
de Comercio y Administración (ESCA), la decana de las Escuelas Técnicas
oficiales en México, misma que junto con otras pasó a formar parte
del Instituto Politécnico Nacional en 1936. A ésta también con la
Ley Barreda de 1867 se le otorga nuevo edificio en el Hospital de
Terceros de San Francisco.
Sobre
las escuelas particulares fundadas por extranjeros destaca una comercial,
la establecida por Eduardo Turreau de Liniers como Colegio Mexicano
de San Felipe de Jesús donde se impartían "todos los ramos que debe
saber un comerciante."
En esta
Escuela "tan luego como los alumnos hayan adquirido los conocimientos
necesarios harán la aplicación de todo lo que habrán aprendido, figurando
entre ello, las casas de comercio situadas en diferentes ciudades,
que se comunicarán en diversas lenguas que tratarán operaciones imaginarias,
cimentadas en las localidades y uso de los sitios; ellos las seguirán
y llevarán a su fin, como si fuesen reales y efectivas, las liquidarán
sucesivamente con contestaciones o sin ellas, y terminarán el trabajo
haciendo el balance general de sus cuentas", se concedió el permiso
el 25 de junio de 1844.
Durante
la intervención francesa con el gobierno del emperador Maximiliano
se coincide con la idea de estimular la creación de estas escuelas
y nuevamente se menciona la fundación de politécnicos, en la ley de
1865 título IV se ordenaba la reorganización de la instrucción superior
para resolver el problema de la formación de profesionales, con seis
carreras, tres en el rubro de literarias y tres llamadas prácticas.
Estas últimas tendrían que ofrecerse en las escuelas militar, de minas
y politécnica.
Para
mediados de siglo con el advenimiento del gobierno de Juárez se da
un acontecimiento muy importante para el sistema educativo, en especial
en el oficial, al expedirse la Ley "Barreda" del 2 de diciembre de
1867, última de las leyes de Reforma misma que por primera vez organizó
todo el sistema dándole una estructura coherente por niveles educativos,
que en su parte fundamental se estructura mediante un sistema de instituciones
educativas, dividido en dos niveles:
a)
de instrucción primaria b)
de instrucción secundaria propiamente dicha
y
la enseñanza terciaria o superior, sin plena conciencia de lo que
ello significaba de acuerdo a los que expresa Meneses y Morales.
Es en
este momento cuando el antiguo Colegio de Minería nacido al final
del periodo colonial, se convierte en La Escuela de Ingenieros. Un
aspecto significativo que marca esta Ley es que por primera vez, se
manifiesta un marcado "interés por llevar la educación a las mujeres".
En adelante,
durante el porfiriato se harán múltiples esfuerzos por incrementar
este tipo de escuelas, así fue como aparecieron los Institutos de
Ciencias en los estados. Resulta curioso que a este tipo de enseñanza
se le consideraba como "especial" * ( * Ver Concepto) porque preparaba
prácticamente en oficios más que en dar formación profesional, además
porque se juzgaba un tipo "especial" de instrucción. Otro aspecto
característico de este siglo es que este tipo de estudios no requiere
más que la primaria inferior y superior, en ocasiones, pero no estudios
preparatorios de nivel medio superior porque su fin básico era la
capacitación, la instrucción y no la profesionalización, situación
que va cambiar hasta el siglo XX. Por ejemplo, el 15 de septiembre
de 1897, se expide la Ley de Enseñanza Profesional para la Escuela
Nacional de Ingenieros y como éste hay otros ejemplos en la Escuela
Superior de Comercio y en la de Artes y Oficios.
A partir
de mediados de este siglo empiezan aparecer Médicos Homeópatas en
el país, sobre todo de origen español, más tarde este movimiento terapéutico
de la Medicina provocará la aparición de la Escuela de Medicina Homeopática,
en 1889, cuyo primer director fue el dr. Joaquín Segura y Pesado,
en la calle de canoa núm. 6 y 7 (hoy Donceles). Misma que se convertiría
en Escuela Oficial por decreto de Porfirio Díaz, a partir del 1º de
enero de 1896, escuela que se incorpora al naciente Politécnico en
1936.
Entre
las escuelas fundadas durante el porfiriato se encuentra la Escuela
Nacional de Artes y Oficios para mujeres fundada en 1871 e inaugurada
en noviembre de ese mismo año. Con este plantel se abre una enorme
posibilidad de superación para la mujer, si bien en un principio todas
estas escuelas que se fundan se organizan con oficios "propios de
su género" permiten a la mujer ingresar a un tipo de educación, que
más tarde le va posibilitar entrar de lleno al mundo productivo y
cambiar fundamentalmente el modelo tradicional de madre y ama de casa
casi exclusivamente.
Gracias
a la constitución de 1857, también se empiezan a establecer una serie
de escuelas de artes y oficios en diversos estados, aunque los problemas
políticos no permitieron su instalación en forma general hasta después
de la asonada del Plan de Tuxtepec, cuando el gobierno de Porfirio
Díaz las impulsa. Para 1900 funcionaban en las siguientes ciudades:
Pachuca, Aguascalientes, Campeche, Toluca, Saltillo, Morelia, San
Luis Potosí aquí una para hombres y otra para mujeres y en Guadalajara
Jalisco ésta última fundada ya al arribo del siglo XX, en 1900.
También
durante este periodo se crearon escuelas de artes y oficios en instituciones
de beneficencia pública o social, como Casas de Niños Expósitos o
bien cárceles, uno de estos casos es la Escuela de Artes y Oficios
de Puebla dependiente de la Beneficencia Pública del Estado. En algunos
casos se da sólo la instalación de algunos talleres como complemento
a otra enseñanza. Una de éstas es la Escuela Industrial de Huérfanos
establecida en el edificio del Tecpan, que antes era un asilo de jóvenes.
Esto se realizó para instruir y educar a la "clase desheredada", ubicándose
talleres y otros cursos, entre los primeros, están: imprenta, tejeduría,
carpintería, sastrería y zapatería. Aunque también se impartía instrucción
primaria, con: lectura, escritura, aritmética, cálculo elemental,
gramática castellana, moral cristiana, música, y dibujo.
La Escuela abrió sus puertas el lunes 10 de octubre de 1880.
Otro
tipo de estas Escuelas son las Salesianas o de Don Bosco instaladas
en las ciudades de México, Puebla, Monterrey y Guadalajara, para la
enseñanza de jóvenes obreros y campesinos de escasos recursos, donde
"alcanzaron merecida fama las nuevas técnicas gráficas que ahí
se aprendían."
A principios
del nuevo siglo empezaron a surgir nuevas escuelas de carácter técnico,
varias de mujeres, de éstas las más renombradas han sido: en 1901
la Escuela Miguel Lerdo de Tejada para mujeres con enseñanza comercial;
en 1903 la Escuela Primaria Industrial para varones doctor Mora y
en 1910 la Escuela Primaria Industrial para mujeres, Corregidora de
Querétaro, destinada a la enseñanza de oficios e industrias domésticas.
Ya en
el umbral del Porfiriato un hombre gran impulsor del sector educativo,
don Justo Sierra, creó en 1905, la primera Secretaría de Instrucción
Pública y Bellas Artes y dentro de ella la primera sección destinada
a la enseñanza técnica, en 1907.
Justo
Sierra visionario de las posibilidades de la educación técnica encomienda
al ingeniero Felix F. Palavicini, egresado del prestigiado Conservatorio
de Artes y Oficios de París, visitar en el extranjero, en 1906, una
serie de instituciones con este sistema, precisamente en Francia se
ocupó de observar los sistemas en la enseñanza industrial y en Estados
Unidos el entrenamiento manual. En el informe leído por el c. presidente
de la República, al abrirse el tercer periodo de sesiones del 23º
congreso de la unión, el 16 de septiembre de 1907, menciona que:
dado
el aumento de labores de la Secretaría de Instrucción Pública y
la complexidad (sic) de las mismas, ha sido preciso crear una nueva
sección destinada a la enseñanza técnica. en ella se han aprovechado
los conocimientos de dos de los profesores (no dice quienes) que,
comisionados por esa secretaría, han permanecido durante varios
años en países extranjeros."
Deducimos
que uno de ellos debió haber sido el Ing. PALAVICINI.
Este
mismo ingeniero, años más tarde ocuparía el Ministerio de Instrucción
Pública y fundó, en 1915, la primera Dirección de Enseñanza Técnica
en el país; si bien en 1907 se había establecido el departamento encargado
de esta área, no llegó a funcionar; tal vez motivado también por el
viaje de PALAVICINI. Con esta dependencia se inicia de manera
formal en nuestro país un proceso que tomará casi 20 años para estructurar
todo un Sistema de Educación Tecnológica que engloba los denominados
aspectos "industrial y comercial", aunque este departamento
también fue de efímera vida, pues desparece con la propia Secretaría
de Instrucción Pública en 1917.
Hasta
antes sólo se había fomentado la creación básica de escuelas de artes
y oficios pero ante la carencia de obreros debidamente especializados
se inicia un explosivo celo por crear escuelas primarias industriales
y se inicia asimismo el proceso de profesionalización de ésta área.
Con
la reapertura de la Universidad, bajo una moderna visión se rompen
viejos moldes educativos y se incluye en su estructura algunas facultades
de carácter técnico como la de Ingeniería heredera de la Escuela Nacional
de Ingenieros y la de Comercio, denominada como Facultad de Contaduría
y Comercio.
México
Posrevolucionario
A pesar
de todos estos esfuerzos don VÍCTOR BRAVO AHUJA señala que:
...hasta
antes de nuestro movimiento social iniciado en 1910, la Educación
Técnica no tuvo una orientación acorde con las necesidades de la nación,
sino que la estructura del Sistema de esta enseñanza, al servicio
del pueblo y para el desarrollo de nuestra industria, es obra y fruto
de la labor continuada de los gobiernos emanados de la Revolución.
No cabe
duda que la Revolución Mexicana impulso este sistema, ya que estaba
de acuerdo con los fines sociales y económicos que se pretendían alcanzar.
Lamentablemente durante los primeros años, la misma lucha impidió
que se desarrollara el área, a pesar de algunos intentos, va ser durante
el gobierno del señor don Venustiano Carranza, cuando éste invitó
a don FÉLIX F. PALAVICINI a ocupar el cargo del Ministerio
de Instrucción Pública y Bellas Artes, cuando se puedan llevar a cabo
varias acciones, habría que recordar que es el mismo PALAVICINI
el que por encargo de Justo Sierra hizo un estudio sobre este tipo
de escuelas en Europa y en Estados Unidos, pero además era ingeniero
egresado del Conservatorio de Artes y Oficios de Paris. Como Secretario
estuvo de 1914 a noviembre de 1916, en este momento ya formaba parte
de los inquietos ideólogos del movimiento preocupado por la educación
revolucionaria. Por ello fue que al gobierno de Carranza le correspondió
el mérito de incorporar la idea de la enseñanza técnica en el proyecto
revolucionario y definir la educación nacional, aun cuando los problemas
políticos que todavía habría de sufrir el país impidieron que estos
planes consolidaran, no obstante, de esta época son fundamentales
rescatar las siguientes acciones:
-
La creación de la Dirección General de Educación
Técnica, que funcionó de agosto de 1915 al 28 de febrero de 1917.
-
La transformación de la Escuela Nacional de
Artes y Oficios en Escuela Práctica de Ingenieros Mecánicos y Electricistas.
(En 1921 se transforma en EIME Escuela de Ingenieros Mecánicos y
Electricistas, o sea se le quita lo de Práctica y en 1932 finalmente
se denomina ESIME Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica,
nombre que conserva actualmente).
Además
por primera vez se especifica claramente entre sus objetivos la formación
de ingenieros mecánicos electricistas que gracias a los conocimientos
científicos y con el aprendizaje en el manejo de máquinas, podrían instalar
o dirigir con éxito plantas o talleres mecánicos y eléctricos, ya no
como obreros sino como dirigentes de empresa, situación que va modificar
sustancialmente este tipo de enseñanza; también la secular ESCA
desde 1905 empieza a ofrecer la carrera de Contador de Comercio, todavía
durante el Porfiriato. En forma general se puede aseverar que la educación
técnica comienza a formalizarse, de tal manera que en unos años más
se va convertir en un Sistema que requerirá de funciones y entidades
educativas distintas, pero aún tendrán que pasar algunos años para que
esto suceda.
Entre
las opiniones que PALAVICINI expresa sobre la educación técnica
se encuentra una muy interesante referente a la Escuela Politécnica
de París, cuando dice, que forma "grandes teóricos, que no tienen,
en su gran mayoría, más porvenir que profesar en los Liceos y Universidades
o servir en los empleos administrativos", por lo que sugiere un
tipo de establecimientos que ha visto en Suiza denominados TECHNICUN;
donde el alumno entra muy joven, después de la primaria y cuando sale
cuatro años después está "provisto de los conocimientos necesarios
para emprender negocios positivos con todas las fuerzas de la juventud"
y dice que esta "es la escuela intermedia entre las destinadas
a formar artesanos instruidos (artes y oficios) y las dispuestas a
formar ingenieros de grado superior... cuya instrucción deberá ser
tal, que puedan fácilmente utilizar los proyectos y los planos del
ingeniero y dirigir con inteligencia la ejecución..." y la define
finalmente como la escuela que forma a los alumnos en "los conocimientos
teóricos y prácticos que les son indispensables para ocupar con una
competencia real los numerosos puestos intermediarios entre el pensamiento
que concibe y la mano que ejecuta".
Será
unos años más tarde cuando se retome la idea del Politécnico, pero
bajo otra perspectiva, en ese momento lo que se requería, era un técnico
especializado, no ya el obrero calificado, aunque siempre considera
la necesidad de contar con ingenieros, pero para él era de mayor relevancia
la necesidad de preparar numerosos técnicos.
Durante
su gestión se creó la escuela industrial "Gertrudis Armendáriz de
Hidalgo".
Para
1919 existen 88 escuelas de carácter técnico entre mineras, industriales,
comerciales y de artes y oficios, de éstas 71 oficiales y 17 particulares.
En el
proyecto de ley para la creación de la Secretaría de Educación Publica
se planteó que "Las escuelas rurales, primarias y técnicas se desarrollarán
aún a costa de las universitarias". Esta ley también planteaba la
creación de una escuela técnica en cada estado o territorio agregándose
los siguiente: las escuelas técnicas tendrán un carácter moderno y
eminentemente práctico. No es indispensable dotarlas de talleres costosos
pero sí de buenos maestros los cuales importaremos primero y luego
formaremos.
La
Enseñanza Técnica se oficializa definitivamente
Con
la llegada de don José Vasconcelos en 1921 a la Secretaría -esta vez
ya de Educación Pública-todos los esfuerzos empiezan a fructificar
en un sistema de educación técnica, por eso la iniciativa de la ley
para restablecerla claramente especifica que, se van a "establecer
institutos técnicos en número de uno por lo menos en cada Estado de
la República".
Es en
este momento que la EPIME cambia a EIME con el lema:
"la educación para la producción", quitándosele lo de práctica situación
que la va encaminando hacia la profesionalización, respecto al lema
resulta ad hoc al momento que se esta viviendo, cuando la educación
tiene como consigna estimular el desarrollo económico a través del
impulso de la industria, situación que no se conseguiría sin la participación
del sistema educativo, por ello no debe extrañarnos que un humanista
como Vasconcelos hubiera expuesto el 9 de diciembre de 1922 que:
...
más urgente que la educación superior, es transformar nuestras antiguas
escuelas de artes y oficios en modernos institutos técnicos, en ellos
deseamos formar peritos mecánicos industriales de todo género.
Sería
entonces de esperarse que con la SEP surgiera una sección especialmente
dedicada a este sector, la Dirección de Enseñanzas Técnicas, con don
Roberto Medellín Ostos, brevemente como su primer director, pues es
sustituido poco después por Luis V. Massieu como director y en la
Secretaria de la dirección Juan Mancera. A ésta dependencia se le
encomendó: "formar hombres útiles a la sociedad no sólo por sus
conocimientos sino por la aplicación práctica que de los mismos hagan
al comercio, la agricultura, industria y demás recursos" .
Importantes
escuelas técnicas se organizaron en tiempos de Vasconcelos, como la
Escuela Industrial Gabriela Mistral, el Instituto Técnico Industrial
antecedente de la Vocacional 1 hoy CECyT No. 1 y la Escuela de Constructores
hoy Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura, dentro de ésta
última se daban las siguientes carreras: constructor técnico, montador
eléctrico, carpintero, plomero constructor, cantero marmolista, maestro
de obras, fundidor, decorador, escenógrafo, ebanista, vitrista, perforador
de pozos petroleros y capitán de minas. Como podrá observarse la mayoría
encaminadas a la construcción, pero con una propuesta teórico-práctica
diferente, que en México hizo escuela dentro de la corriente funcionalista
de la Arquitectura, con representantes de la talla de Juan O´Gorman,
misma que cambio las bases clásicas de la arquitectura y que además
formó las primeras generaciones que pudieron tomar el lugar de los
extranjeros en el momento de la expropiación petrolera.
Del
impulso educativo de Vasconcelos forma parte el desarrollo de esta
área, no olvidando la formación de maestros con la creación de la
Escuela Tecnológica para Maestros en 1923, desafortunadamente de corta
duración, después con Moisés Sáenz, en 1928, se habló de la Escuela
Normal Técnica Industrial que tampoco prosperó. Muy recientemente
el Sistema de Institutos Tecnológicos creó en Querétaro, en 1976,
una dependencia similar denominada Centro Interdisciplinario de Investigación
y Docencia en Educación Técnica (CIIDET). Así mismo, se empezó a plantear
la formación de un Instituto Tecnológico Mexicano, que no llegó tampoco
a funcionar.
Dentro
de la concepción Vasconcelista de la educación y la conformación de
un nuevo México transformado por esta actividad, se cubrían todos
los aspectos del quehacer humano, por eso para éste visionario la
educación técnica era parte de la construcción material de la nueva
sociedad, la que junto con la espiritual como la educación artística,
indígena, universitaria se conjugaría en un nuevo concepto cultural
del mexicano.
Aquí
quisiera hacer mención de la importancia que ha tenido la existencia
de los ingenieros en la formación de las escuelas técnicas del país,
desde el siglo XIX. Desde un Lucas Alamán egresado del Colegio de
Minería a principio del siglo XIX, pasando por un PALAVICINI egresado
del Conservatorio de Artes y Oficios de París a finales de éste siglo,
hasta los ingenieros del siglo XX egresados tanto de la Escuela Nacional
de Ingenieros como Medellín Ostos o del Colegio Militar, como los
MASSIEU, BATÍZ, BERNARD y tantos otros que participaron en
la organización de este sistema, sumados más tarde a los propios ingenieros
surgidos del politécnico que regaron el sistema a lo largo de todo
el país con el surgimiento de los Institutos Tecnológicos. Resulta
interesante señalar este aspecto porque a pesar de ser lógica su participación
en la estructuración de la enseñanza es digno de subrayarse, por ser
individuos alejados del dominio pedagógico, pero que, sin embargo,
se preocupan continuamente por organizar este sistema de enseñanza
de la mejor manera, tomando como ejemplo a otros países, de ahí la
encomienda de PALAVICINI, de Vallejo Márquez, de GUSTAVO
ALVARADO PIER, este último en los años de 1940, visitando los
tecnológicos más adelantados de Estados Unidos antes de establecer
los primeros del país. Y más recientemente del ingeniero ANTONIO
PADILLA SEGURA quien también visita una serie de Instituciones
técnicas de Estados Unidos y Europa para obtener ideas sobre la creación
de laboratorios de enseñanza para la Unidad Zacatenco del IPN en 1959-60.
Lamentablemente
durante la primera mitad del siglo XX gran parte de su esfuerzo se
quedó en el Distrito Federal, no obstante se fundaron algunas escuelas
industriales en varios estados de la República, entre éstas las de:
Zamora, Orizaba, San Luis Potosí, Ciudad Juárez, Culiacán y Zacatecas.
Además de algunos centros culturales obreros y escuelas de artes y
oficios en provincia. De estas escuelas fueron, en 1922, en Guadalajara,
la Escuela Industrial para señoritas, destinada a la enseñanza de
oficios. En el mismo año, en Cortázar, Guanajuato, una Escuela
de Artes y oficios
para varones, que desapareció posteriormente por razones presupuéstales.
Y en Orizaba, Veracruz, otra Escuela Industrial de Artes y oficios.
El presidente
Álvaro Obregón señaló en su informe del 1o. de septiembre de 1924
lo siguiente:
"Cuando
la enseñanza industrial se organice en toda la República, convendrá
declararla obligatoria, para que al terminar el niño su educación
primaria superior y sin medios suficientes para seguir una carrera
profesional, quede obligado a concurrir a la Escuela Técnica Industrial,
sin ser explotado prematuramente por sus padres, como sucede ahora".
Aparecen
Las Escuelas Industriales Federales
La disparidad
académica era la característica de la mayoría de este tipo de instituciones
educativas, en los años veinte, con gran cantidad de materias de orden
práctico, algunas de enseñanza femenina y otras masculinas, según
el pensamiento de la época, como clases de para las primeras de: economía
doméstica, curtiduría de flores, pintura, bordado, lencería, cocina
y repostería; y para los hombres de: herrería, forja, ajuste mecánico,
repujado en lamina (hojalatería), talabartería, zapatería, fabricación
de colchonetas, carpintería, ebanistería y tallado, talabartería y
peletería, y tejido de henequén, o bien la manufactura de artefactos
de mimbre; o sea combinaba estudios diferentes para enseñarse al mismo
tiempo en un mismo plantel aunque hasta este momento perfectamente
separadas las escuelas de mujeres de hombres, a excepción de la ESCA
que fue la primera en ofrecer la coeducación en México (1889).
Los
talleres se cursaban por periodos de un mes cada uno, contaba además
con estudios de nivel medio, una especie de prevocacional, en la que
los alumnos podían elegir el oficio de su agrado en los primeros tres
o cuatro meses, después de haber experimentado varios; en el segundo
año ampliaban sus conocimientos y en el tercero los perfeccionaban.
Sus trabajos eran exhibidos para la población aledaña a la Escuela,
cada seis meses en un taller, ofreciendo sus productos en venta con
lo que lograban sufragar algunos gastos de la Escuela y de los propios
alumnos; además se tenía una especie de curso industrial a realizarse
en 4 años, al igual que la carrera comercial, que se hacía de dos
a cuatro años según "la extensión de conocimientos", que se
pretendían alcanzar.
Para
1925 la dirección sube de categoría a Departamento, situación diferente
a las actuales administraciones oficiales, pero de acuerdo a la organización
de entonces se coloca en un tercer nivel de mando, denominándosele
como Departamento de Educación Técnica Industrial y Comercial, conocido
por su siglas como DETIC, mismo que funcionó, aunque con variaciones
en su denominación, hasta la creación de la Subsecretaría de Educación
Técnica en 1959.
En este
momento dependen del DETIC las siguientes dependencias en el
D. F.:
-
EIME, Escuela de Ingeniería Mecánica Electricista
-
ITI, Instituto Técnico Industrial
-
Escuela Técnica de constructores
-
La de Arte Industrial la Corregidora de Querétaro
-
La de Artes y Oficios para señoritas
-
La de Enseñanza Doméstica
-
La Industrial Gabriela Mistral
-
La Industrial y Doméstica sor Juana Inés de
la Cruz
-
ETIC Escuela Técnica Industrial y comercial
de Tacubaya
-
Escuela Industrial doctor Balmis
-
ESCA Escuela Superior de Comercio y Administración
-
Las comerciales; Miguel Lerdo de Tejada y
Dr. Mora
-
Dos centros industriales nocturnos de cultura
popular y 24 escuelas nocturnas.
Dependía,
también, la estación de radio-telefónico en su parte electro-técnica.
Durante
este periodo de gobierno de 1924 a 1928 esta a cargo del DETIC
otro ingeniero militar de gran importancia para la constitución de
la enseñanza técnica en México posrevolucionaria, el Ing. MIGUEL
BERNARD, él en una preocupación por conocer a fondo el sistema
dispone que se realicen folletos de información general por cada una
de las escuelas y para ello manda fotografiar cada una de éstas proporcionándonos
una imagen exacta de lo que se enseñaba en el área durante esos años.
En 1928
el departamento entra en una primera reorganización debido a la forma
caótica en que han ido apareciendo las escuelas, lo que ha provocado
una desorganización del sistema y se emprende una primera reclasificación
de las escuelas técnicas y de enseñanza práctica que de él dependían.
Ubicándose en tres grandes rubros:
-
De enseñanza de pequeñas industrias, incluidas
las de tipo hogareño
-
De formación de obreros calificados, y
-
De enseñanza técnica superior.
Para
1930 sorprende encontrar que los alumnos inscritos en el sistema de
educación técnica alcanzaban una cifra de 19,356 educandos, lo que
nuevamente promovió una reforma, esta vez de planes y programas de
estudio. Aquí es cuando se aprecia como un sistema se va adecuando
a necesidades concretas, un informe expresaba que la reforma de éstos
se hace con la experiencia adquirida en años anteriores, dando a la
enseñanza una orientación única y definida, procurando que ésta resultara
"eminentemente práctica y adaptable al ambiente de lucha por la
vida de los tiempos que corren".
Ello significaba adaptar estudios a las condiciones de producción
y consumo en las distintas regiones, ya fuera en el campo o la ciudad,
dando preeminencia a la educación industrial.
"La
escuela Politécnica"
En 1931,
llega al Ministerio de Educación don NARCISO BASSOLS y como
jefe del Departamento de Enseñanza Técnica Industrial y Comercial,
don LUIS ENRIQUE ERRO (nombramiento del 6 de noviembre)
quienes realizan nuevamente una reforma en el área, esta vez de gran
trascendencia, ya que plantean con mayor seguridad la necesidad de
contar, con lo que ellos denominan una "Escuela Politécnica".
Aquí
cabría señalar un aspecto que va ser determinante en la formación
de este sistema Politécnico, después de la Autonomía Universitaria
de 1929 la que además para estos momentos se presenta como la reacción
ante los proyectos que se avecinan de educación socialista, existe
una preocupación sobre si sería la Universidad la que debía incluir
este tipo de estudios, en especial los superiores, o bien se creaban
otras entidades con otras características más afines al nuevo proyecto
educativo, al respecto existe un interesante memorando del 24 de diciembre
de 1931, recién nombrado secretario BASSOLS, que envía éste
al abogado de la oficina consultiva y de revalidación de estudios,
donde le pide "se sirva hacer estudio con el fin de fijar el alcance
de los artículos 1º, 4º y 5º de la ley del 6 de julio de 1929, que
confirió autonomía a la universidad, a fin de determinar si la UNAM
es la única que puede formar profesionistas y técnicos o si cabe la
posibilidad de que el estado por medio de la SEP u organismos
de escuelas técnicas lo puedan hacer. Cabe también la posibilidad
de que la UNAM prepare profesionistas y los técnicos no universitarios
sean formados por el estado a través de escuelas politécnicas". De
nuevo se manifiesta el surgimiento de la confrontación entre Universidad
- Politécnico, que no será sólo deportiva y que perdurará hasta el
movimiento del 68, cuando se unen los intereses de las dos instituciones.
Trabajar a profundidad el surgimiento, desarrollo, causas y consecuencias
de este enfrentamiento sería un buen caso de estudio e investigación,
que a la fecha no se ha realizado.
El presidente
de la República manifestó su posición respecto a este tipo de educación
y delinea una política más integral que va sentando las bases de un
sistema.
En
el campo de la enseñanza técnica puede decirse que tanto las administraciones
anteriores como la actual se ha esforzado por encontrar los caminos
y procedimientos más certeros para organizar un verdadero sistema
de enseñanza industrial que signifique aportación considerable para
el aprovechamiento de nuestros recursos naturales, la transformación
de nuestras materias primas y el correlativo mejoramiento del nivel
de vida de nuestro pueblo. Variados y costosos esfuerzos han sido
hechos y el caudal de experiencias y conocimientos que ha reunido
permite establecer conclusiones sobre lo que no debe hacerse, ofrece
las causas de la ineficiencia de ciertas actividades de nuestras escuelas
y sugiere caminos por los que debe continuar el esfuerzo.
Al
mismo tiempo, racionalizando y unificando las actividades de cada
escuela, se espera acercar más y más la enseñanza técnica
a los trabajadores porque son los que producen la riqueza con su trabajo,
quienes más necesitan la educación industrial que puede impartir el
Gobierno.
En
respuesta a estas demandas la Escuela Politécnica organiza sus ciclos
educativos en tres niveles; pre-aprendizaje, preparatoria técnica y
altos estudios , que corresponderían a lo que fueron después la, prevocacional,
la vocacional y la enseñanza superior. Aquí cabría hacer la reflexión
de cómo en este primer proyecto se sigue una influencia más europea
afrancesada (se menciona que ésta es a sugestión de Carlos Vallejo Márquez,
quien había estudiado en Europa y estaba relacionado con este tipo de
niveles, en especial habría que marcar el término de altos estudios
de influencia francesa). En cambio más tarde va ser bajo la óptica de
la influencia de la educación socialista.
En algunas
de las escuelas de este momento llegan a ofrecerse los tres niveles,
aunque se crean algunas nuevas, o bien algunas antiguas
escuelas industriales se cambian de denominación. Como la Escuela
Industrial Gabriela Mistral de mujeres que se convierte en Academia
No. 3 de Comercio y Costura, como otro de los intentos por reorganizar
la educación técnica de las mujeres hacia actividades más productivas,
la EIME así como la de Constructores se convierten en Superiores
quedando la primera como ESIME y la segunda como Escuela Superior
de Construcción. Erro había expresado que las mujeres deberían de
ir al Escuela no para aprender hacer rizos y pintarse las uñas, sino
para poder adquirir un conocimiento que las capacitara para incorporarse
al sector productivo. No obstante todavía existe un prejuicio de género
pues las escuelas de mujeres que surgen antes y en este momento son
todavía de oficios "propios de su sexo", es más se llega expresar
la idea de que en la medida en que se capacitara mejor a la mujer
en actividades propias del hogar, ésta desempeñaría mejor esta labor,
en beneficio primero de su familia y después de la sociedad en general.
En el
ámbito nacional destaca de este momento la inauguración oficial de
una escuela mucho tiempo anhelada, que si bien existía en forma privada
dentro de la fábrica de Río Blanco, para este momento se convierte
en la primera escuela federal de tipo superior, La Escuela de Industrias
Textiles de Río Blanco, ello ocurre en 1933. El requisito indispensable
para ingresar a estos centros era ser obrero o bien hijo de obreros
de la industria textil, por lo que se busca la manera de otorgarles
manutención completa, unos pensionados por el Gobierno y otros por
los empresarios. El costo de instalación de estas escuelas siempre
ha sido enorme, ya que se tiene que importar maquinaria de la más
moderna y adecuar sus instalaciones como si fueran una auténtica fábrica.
Este ha sido uno de los mayores problemas de la educación técnica
y en ello reside la admiración que merece el desarrollo de este sistema.
Surge
en este momento una Escuela con características diferentes, la Preparatoria
Gabino Barreda después Universidad Obrera, fundada por LOMBARDO
TOLEDANO en 1933, ésta formará algunos de los profesionales de
áreas como Médico Biológicas, Estudios Económicos y algunas ingenierías
como ingeniería municipal, de la primera rama pasara al Politécnico
la Escuela Nacional de Bacteriología Parasitología y Fermentaciones
como Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, de la segunda la carrera
de Economía años más tarde escuela independiente, así el Politécnico
va estructurar sus tres áreas de estudio. Sobre la Escuela de Ciencias
Biológicas es pertinente comentar que englobó una serie de interesantes
carreras y escuelas de gran trascendencia en la conformación socio-educativa
del país, como medicina rural, enfermería rural y antropología, esta
última la perdió al formarse en 1942 la Escuela Nacional de Antropología.
Creación
del Instituto Politécnico Nacional
De esta
forma, la Historia de la Educación Técnica se acerca a uno de sus
momentos claves, la creación del Instituto Politécnico Nacional en
1936, situación que estaba prevista en el Plan de gobierno del general
Lázaro Cárdenas, denominado como sexenal, cuando manifiesta claramente
que durante su gestión se crearán "Politécnicos Locales o Regionales
para formar los capitanes y el estado mayor de las clases obreras
del país".
Resulta
curioso que en el Politécnico se habla mucho del origen, filosofía
y pensamiento del Instituto; como la plataforma ideológica que lo
sustenta, sin embargo existen posiciones tan encontradas desde su
nacimiento que lo único que puede rescatarse es esa posición populista
de dar oportunidad a un grupo normalmente alejado de la educación
superior, otorgándole la enorme posibilidad de ascenso social a través
de la educación; por primera vez el más desheredado tendrá acceso
a la educación en todos sus niveles. Otro gran logro del Instituto
Politécnico Nacional fue que posibilitó, en gran escala y en todas
las áreas del conocimiento, la llegada de la mujer al mundo productivo;
resulta extraño que haya sido precisamente una institución de carácter
técnico la que haya logrado este cambio social, cuando estas áreas
se concebían como ámbitos del hombre. Claro esta que primeramente
fueron las escuelas de comercio a las que accedieron las mujeres,
después las de médico-biológicas y al último las de ingenierías, pero
a la fecha ha sido tal el arribo femenino que existen carreras donde
es superior el número de éstas. Exceptuando estos aspectos, importantes,
el Politécnico ha variado de políticas y sustentos de acuerdo a la
propia derivación política de sus gobernantes, por ser una dependencia
ligada a la estructura oficial depende ideológicamente de esta posición.
Sobre
el origen del Politécnico, a la fecha, existen una serie de mitos,
muchos de ellos generados por la propia comunidad y sus fundadores,
como una forma de eliminar otros antecesores y antecedentes, por ejemplo
el gobierno del Gral. Cárdenas inicia con un Secretario de Educación
Pública, IGNACIO GARCÍA TÉLLEZ y como Jefe del DETIC
Francisco Vázquez del Mercado quienes inician el proceso final de
integración del proyecto investigando nuevamente en el extranjero
sobre sistemas de educación técnica, como una inquietud por conocer
lo que se ha hecho en el exterior, no como una forma de copiar, sino
más bien de asimilar experiencias para adecuarlas a nuestro entorno
cultural. Lamentablemente este primer esfuerzo se pierde en el maremagno
que provoca el cambio de gabinete a finales de 1935 y con la llegada
de GONZALO VÁZQUEZ VELA a la SEP, también accede
otro jefe del DETIC JUAN DE DIOS BATÍS, mismos que la Institución
considera junto con Cárdenas los fundadores del Instituto, Bátiz ya
había ocupado este mismo puesto en 1930 durante el gobierno de Pascual
Ortiz Rubio, pero además tenía una relación de parentesco político
con el presidente Lázaro Cárdenas, situación que le facilita en 1935-36,
tener en cierta forma mano libre en la organización del Instituto.
Ello conllevó a modificar algunos aspectos ideológicos socialistas
radicales y dar origen a una Institución más conservadora en ese sentido.
Sin embargo, a la fecha tampoco se han hecho estudios precisos y profundos
sobre estos hechos, que tienen relación con la creación del Consejo
Nacional de la Educación Superior y la Investigación Científica.
Desafortunadamente
todo esto provocó que la Institución naciera sin un decreto oficial
y que su primer director quedara también en la bruma de la efervescencia
política mencionándose a MEDELLÍN OSTOS como el primero, mismo
que tal parece no llegó a fungir, por lo que la Institución maneja
a JUAN DE DIOS BÁTIZ como tal.
El aspecto
más importante que maneja el proyecto del Politécnico es la constitución
de toda una estructura académica en niveles, que cubre tres áreas
fundamentales del conocimiento, en el campo de la tecnología; ciencias
físico matemáticas; médico biológicas; y sociales y administrativas.
Ahora sí, por primera vez, se obtiene coherencia curricular en el
sistema, lo que posibilita la movilidad y el intercambio de alumnos
entre cualquier escuela del sistema, estableciéndose por primera vez
un sistema de educación técnica con una conducción única. Las escuelas
que lo integrarían prepararían aprendices, obreros técnicos calificados,
maestros técnicos, ingenieros y directores técnicos, así lo manifiesta
el presidente Cárdenas en su informe del 31 de agosto de 1935.
Si bien
el Instituto Politécnico Nacional se plantea, como su nombre lo indica
a nivel Nacional, con un buen número de escuelas técnicas en varios
estados de la república "verdaderas sucursales" del IPN con
una población de 3,465 alumnos
, muy pronto los problemas políticos a los que se enfrentó durante
el periodo de Manuel Ávila Camacho le cercenaron estas escuelas, algunas
de ellas con el tiempo se convertirían en Tecnológicos, casos precisos
son Durango y Puebla.
Resulta
curioso que justo en el año anterior al inicio de actividades del
Instituto Politécnico Nacional, 1935, se realizó en el país un Censo
Industrial, que entre sus propósitos tuvo conocer las necesidades
reales de la enseñanza técnica; el objetivo primordial era "capacitar
al mayor número de personas en el lapso más breve, procurando que
el educando adquiriera, desde el momento de iniciar sus estudios,
habilidades que pudieran ser bien remuneradas" .
La educación
técnica
siempre prevé este problema y va escalonando su proceso, en cada uno
de ellos, es posible adquirir una habilidad bien definida, que le
permite desarrollar un trabajo determinado.
De los
79 planteles que conforman el IPN en su inicio, 34 estaban ubicados
fuera del Distrito Federal, aunque en 1940, por reorganización de
la Secretaría de Educación, se segregaron a este Sistema las Escuelas
de Enseñanzas Especiales, las Prevocacionales existentes fuera del
Distrito Federal y las que pudieran denominarse de Artes y Oficios,
para crear con ellas una nueva dependencia.
Por eso en 1941, las prevocacionales foráneas, pasaron a depender
de la Dirección General de Segunda Enseñanza. Asimismo las escuelas
de artes y oficios
pasan a formar parte del Departamento de Enseñanzas Especiales*.(
* Ver Concepto Enseñanza Especial.)
Para
cubrir las necesidades de los alumnos, que en un principio, en su
mayoría, fueron de provincia (situación que poco a poco se revierte),
el DETIC ofrece los servicios de un Internado para que los jóvenes
sin recursos pudieran realizar sus estudios; con el tiempo esta dependencia
se fue corrompiendo convirtiéndose en parte del control político por
parte de la Federación de Estudiantes Técnicos la FNET, lo que finalmente
ocasionó una huelga en 1956, que terminó con el cierre definitivo
de la dependencia.
La
forma en que surgió el Politécnico un tanto cuanto extraoficial y
enfrentado a la Universidad, a la distancia cuando finalizó el periodo
Cardenista, va ocasionarle serios problemas, en especial con la UNAM,
crisis de las que saldrá la Institución mermada, pues en la huelga
de 1942 cuando se exige que la Universidad avale los títulos expedidos
por el IPN los jóvenes de la FNET se levantan en huelga, fallecen
unos cuantos, con lo que el problema se complica y finalmente se les
concede la auto validez académica. Pero pierden las prevocacionales
de provincia y con ello su renglón de Instituto Nacional.
Durante
los primeros años de existencia del Politécnico se registran gran
cantidad de estudiantes latinoamericanos, en especial centroamericanos,
se subraya este hecho porque la educación técnica en el resto de Latinoamérica
es tardía, durante uno de los Congresos Internacionales de Historia
de la Educación celebrado en Santiago Chile en 1998, se pudo verificar
que la mayoría de estas Instituciones son del siglo XX y tardías,
por algunas ponencias que se presentaron de Argentina, Colombia, Brasil
y Venezuela, situación que se agrava en la cercana Centroamérica y,
que ello, sin duda ocasionó esta afluencia de alumnado a México. De
la misma manera, resulta interesante como se incorporan a la reciente
institución una gran cantidad de maestros exiliados tanto españoles
como alemanes, enriqueciendo enormemente la potencialidad del Instituto.
Se
expande la Educación Técnica a provincia
A pesar
de la aparición del Politécnico, su cuidadosa estructuración y la
búsqueda de un amplio presupuesto, lo que sin duda lo coloca por mucho
tiempo a la cabeza del sistema, no logró finalmente cubrir las necesidades
a todo lo largo del país; obviamente las condiciones sociales y económicas
no estaban maduras para establecer un Sistema Nacional de Educación
Tecnológica
que llegara a todos los lugares y ofreciera todos los niveles.
Para
este momento, principio de los años cuarenta, claramente el país continúa
resintiendo la ausencia de ese contingente humano, tan necesario para
impulsar el proceso de industrialización; pero ahora no sólo se requerían
con urgencia obreros calificados, también los dirigentes de empresa
y los profesionales especializados en la construcción reparación,
o bien, mantenimiento de la infraestructura de la industria nacional,
sin pensar todavía en los requerimientos por crear tecnología propia,
situación que a la fecha no ha sido del todo resuelta.
Por
ello, muy pronto se resiente la falta de escuelas de mayor nivel escolar
en provincia, lo que ocasiona que una gran cantidad de estudiantes
acuda al Distrito Federal a completar sus estudios, para este momento
todas las escuelas de nivel medio superior y superior de carácter
técnico se encontraban localizadas aquí, lo que obviamente provocaba
muchos problemas como desarraigo, deserción y falta de un ambiente
propicio de desarrollo tanto personal como para su entorno. Razones
por las que se percata un clamor callado y a veces bien expresado
por la sociedad nacional, para que se instalen escuelas en sus localidades
que llenen estos requisitos.
De
todo lo expuesto, hasta aquí puede apreciarse que la educación tecnológica
es un reflejo de la situación económica y social en lo general, pero
en especial de los procesos de producción de bienes y servicios, situación
que se observa perfectamente cuando se correlacionan ambos índices.
Consecuencia
de lo anterior será la creación de numerosos institutos tecnológicos
regionales, en distintas ciudades del país; además, consecuentemente
también se observa como las universidades incrementaron su participación
en diversos renglones de la educación tecnológica.
Entre
las necesidades y problemas propios de la industrialización, destacan:
-
La necesidad de mejorar nuestros métodos y
sistemas de producción,
-
con miras aumentar productividad y, por otra
parte,
-
aprovechar al máximo los recursos naturales.
-
ampliar las redes de comunicación
-
mejorar e incrementar la infraestructura en
las ciudades, etc.
-
y como prioritaria una mejor planeación de
la enseñanza técnica con la consecuente ampliación de sus servicios.
Ante
la insuficiencia de técnicos, la iniciativa privada también emprende
acciones encaminadas a cubrir sus necesidades de personal capacitado,
aunque con otros fines precisos, que no son precisamente, como en
la educación oficial de carácter social, pues la formación que va
otorgar esta directamente encaminada a la preparación del dirigente
industrial-empresario. Así es
como fue fundado en 1943, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores
de Monterrey según modelo del Instituto de Massachusetts, E.U.A. Otras
Instituciones que cumplen estas funciones son el Instituto Tecnológico
Autónomo de México, en 1944, en el ámbito de la educación para la
mujer se crea la Universidad Femenina de México y dentro de este fervor
creativo de instituciones de educación superior privadas, también
están las universidades Iberoamericana y Motolinia, en 1946.
Manuel
Ávila Camacho, en su informe de septiembre de 1944 manifestó la exigencia
de empezar a establecer otros centros de educación tecnológica en
los estados de la república, cuando dice, que: "la Secretaría de
Educación ha establecido contactos con industriales y sindicatos para
sentar, sobre un conocimiento imparcial de la realidad, un programa
de educación técnica que, a partir de 1945, habrá de manifestarse
merced a la fundación de centros técnicos regionales".
Una
condición ajena al país vendrá a detonar definitivamente el desarrollo
de este ámbito educativo, la segunda guerra mundial, que posibilitó
el crecimiento industrial de las naciones que de alguna forma no se
encontraban directamente involucradas, ya que éstas tenían que producir
lo que las grandes potencias no podían realizar
Máquinas
y escuelas será la divisa de nuestro empeño. Máquinas para facilitar,
activar y aumentar las faenas de nuestros campos. Máquinas para elaborar
las materias primas que, a bajo precio, vendemos al extranjero y que
importamos más tarde convertidas en artículos manufacturados, caros
y escasos. Y también escuelas. Escuelas en cuyas aulas el adiestramiento
en las técnicas más modernas no conduzca a los educandos a las sórdidas
conclusiones de un maquinismo automático y de un materialismo servil.
El Lic.
Miguel Alemán Valdés al dar a conocer su programa de gobierno, expresó
lo siguiente que fue contundente y definitivo en la constitución de
la Educación Tecnológica:
...la
industrialización del país, la rehabilitación de nuestros ferrocarriles,
el desarrollo de la aviación y de la marina mercante, la mecanización
del campo, la electrificación rural y el anhelo de que México no sólo
aproveche los adelantos de la ciencia universal, sino que pueda aportar
a su desarrollo el genio de nuestro pueblo, requiere que las escuelas
técnicas se multipliquen en el país.
De entonces
a la fecha el sistema ha crecido enormemente, captando un gran porcentaje
de la población educativa del país, que en algunos casos supera a
la enseñanza universitaria.
En 1958
se crea la Subsecretaría de Enseñanzas Técnica y Superior por la enorme
necesidad de contar con un organismo que atendiera una de las ramas
educativas de mayor importancia para el desarrollo nacional, en especial
el económico, aunque empieza a fungir a partir de enero de 1959.
Se
crea un Sistema Nacional de Educación Tecnológica
En la
década de 1970 se estructura el Sistema Nacional de Educación Tecnológica
(SNET) formado por cinco dependencias centralizadas (direcciones generales
de Educación Tecnológica Agropecuaria, Educación Tecnológica Industrial,
Ciencia y Tecnología del Mar, Institutos Tecnológicos y Centros de
Capacitación), dos desconcentradas (Instituto Politécnico Nacional
-IPN- y Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial) y tres descentralizadas
(Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN, Centro de
Enseñanza Técnica Industrial de Guadalajara y Colegio Nacional de
Educación Profesional Técnica), todas ellas coordinadas por la Subsecretaría
de Educación e Investigación Tecnológicas.
A
la fecha el sistema maneja 5 niveles; capacitación, medio básico,
medio superior, superior y posgrado. Las áreas que contiene son: industrial,
agropecuaria, ciencias del mar, economía, administración y ciencias
biológicas, entre otras.
Las
dependencias oficiales son:
La Dirección
de Centros de Formación para el trabajo, que coordina 198 planteles
denominados CECATI (Centros de Capacitación para el Trabajo Industrial).
En éstos se imparten cursos de capacitación para y en el trabajo de
acuerdo a las necesidades de las empresas y/o de los trabajadores
en cursos con duración entre 100 y 450 horas en 3 a 5 meses, dependiendo
del grado de competencia o dominio deseado. Los Centros de Capacitación
(CECAP) imparten especialidades requeridas por la industria y los
servicios; los Centros de Enseñanza Ocupacional (CEO), desde economía
doméstica y artesanías, hasta oficios calificados; los Centros de
Estudios Tecnológicos (CET), para quienes hayan concluido la secundaria,
técnicos profesionales en cursos de seis semestres, al término de
los cuales obtienen el título y la cédula profesional;
La
Dirección General de Educación Secundaria Técnica coordina 118 planteles
en el Distrito Federal de nivel básico.
El Colegio
Nacional de Educación Profesional Técnica cuyo objetivo es la formación
de recursos humanos en el nivel medio superior terminal, de profesionales
técnicos que el sector productivo demande, con 260 planteles en todo
el país. A partir de 1998 se permite mediante un programa de complementación
académica obtener el bachillerato tecnológico.
La Dirección
General de Educación Tecnológica
Industrial que forma recursos en los niveles de mandos intermedios
y ofrece en el nivel medio superior tres modalidades educativas: técnico
básico, estudios terminales y bachillerato tecnológico, a través de
los CETIS y CBTIS con 166 CETIS y 261 CBTIS en la República, ambos
con educación bivalente. De éstos los Centros de Enseñanza Técnica
Industrial (CETIS), forman tecnólogos y profesionales con licenciatura
y profesores de enseñanza técnica industrial. En estos planteles se
realiza investigación básica y aplicada; para ingresar a ellos se
requiere haber terminado la secundaria; la duración de la carrera
es de cuatro años.
La Unidad
de Educación en Ciencia y Tecnología del Mar se remonta a 1948 cuando
se abrieron dos escuelas prácticas de pesca, una en Guaymas y otra
en Alvarado, después operaron las de La Paz, Lerma (Camp.) y Manzanillo.
En un principio dependieron de la Secretaría de Marina y más tarde
de la Secretaría de Industria y Comercio; y entre 1970 y 1980 se integraron
al Sistema Nacional de Educación Tecnológica de la SEP. Manejan los
niveles medio superior, superior y posgrado en el sector marítimo
y pesquero con 30 Centros de Estudios Tecnológicos del Mar un Centro
de Estudios Tecnológicos en Aguas Continentales y el Instituto Tecnológico
del Mar, todos ellos para mejorar los sistemas de transformación e
industrialización en el sector primario.
La Dirección
General de Educación Tecnológica Agropecuaria, se inició en las escuelas
centrales agrícolas creadas en 1925 como dependencias de la Secretaría
de Agricultura y Fomento. Actualmente forma técnicos y profesionales
en el sector agropecuario y forestal, con las modalidades de bachillerato
tecnológico, licenciatura y maestría, con 196 Centros de Bachillerato
Tecnológico Agropecuario y 6 Centros de Bachillerato Tecnológico Forestal,
veinte Institutos Tecnológicos Agropecuarios y un Instituto Tecnológico
Forestal.
La Dirección
General de Institutos Tecnológicos forma profesionales que apoyen
a los sectores productivos, así como, para contribuir al desarrollo
nacional a través de la investigación en avances tecnológicos. Tiene
76 Institutos Tecnológicos, un Centro Nacional de Investigación y
Desarrollo Tecnológico, un Centro Interdisciplinario de Investigación
Docencia en Educación Técnica y cuatro Centros Regionales de Optimización
y Desarrollo de Equipo.
Con
el proceso de descentralización educativa se han creado servicios
estatales en el área; con 137 Institutos de Capacitación
para el Trabajo, 218 Colegios de Estudios Científicos y Tecnológicos
de los Estados y 38 Institutos Tecnológicos Superiores.
El Instituto
Politécnico Nacional órgano desconcentrado de la SEP, maneja los niveles
de medio superior al posgrado y la investigación distribuidos en tres
áreas del conocimiento: Médico Biológicas, Sociales y Administrativas
e Ingeniería y Físico Matemáticas, distribuidas en 15 CECyT, 17 Escuelas
Superiores, 2 Escuelas Nacionales, un Centro Interdisciplinario de
Ciencias de la Salud, varias Unidades Profesionales Interdisciplinarias,
y Centros de Investigación, en total 50 planteles.
El Cinvestav-IPN,
organismo público descentralizado tiene su sede en el D.F y existen
seis unidades en provincia, Irapuato, Mérida, Guadalajara, Saltillo,
Querétaro y Tlaxcala, en todas ellas se realizan actividades de investigación
y desarrollo tecnológico.
Reflexión
Final
Con
este panorama terminamos un largo camino, con una amplia historia
que ha proporcionado a México el personal y el profesionista que posibilitó
el crecimiento industrial, aún existen muchos ámbitos y temas por
estudiar que nos den un marco general que demuestre en qué forma esta
educación ha generado o desarrollado industria o viceversa qué industria
ha generado y desarrollado la educación tecnológica, pero es indudable
que sin este desarrollo educativo no hubiera sido posible la industrialización
obtenida en México durante este siglo.
En cuanto
al servicio social que ha proporcionado este tipo de educación es
indudable su alto valor por el impulso y mejoramiento que ha prestado
a las clases económicamente desprotegidas, antes imposibilitadas de
un ascenso social y económico por medio de la educación. Falta aún
borrar del sistema de pensamiento el atavismo que se tiene hacia el
trabajo ejercido fundamentalmente con la manos, sin reflexionar que
para la realización de éste se requiere del desarrollo de la ciencia
y la tecnología ambas unidas forzosamente para poder evolucionar correctamente.
Otro
de los aspectos que continúan dañando la imagen de este tipo de educación
es el problema del indebido uso tecnológico que ha provocado contaminación
y daño ecológico al mundo, sin embargo sólo será la propia ciencia
unida a la técnica la que logre controlar y superar este problema.
Finalmente
es importante subrayar que tanta falta le hace a la humanidad, un
científico, como un humanista, un literato, un ingeniero, un médico,
un técnico especializado, un antropólogo o bien un agricultor, lo
importante es que el sistema educativo nacional permita equilibrar
la generación de todos estos para lograr un conjunto que permita a
las sociedades crecer y desarrollarse armónicamente con su entorno
natural.
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