Y cuando la animación era mayor, los clarines de una banda militar anunciaron la llegada del Primer Magistrado de la Nación. El entusiasmo de la multitud fue delirante: las vibrantes notas de nuestro himno patrio se confundían con las exclamaciones de los concurrentes: ¡Viva México! ¡Viva España! ¡Viva Obregón!EL UNIVERSAL, 9 DE SEPTIEMBRE DE 1921AGN, Archivo Fotográfico Díaz, Delgado y García, caja 2/30. |