El momento histórico por el que atraviesa la República, es
verdaderamente excepcional por todos conceptos, pero principalmente porque significa
una oportunidad de primer orden para llevar a cabo, no sólo la reconstrucción
del país, sino la moralización de la Administración Pública
en todos sus ramos, y la intensificación cultural de las diversas clases
sociales dentro de la esfera propia del legislador y del Gobierno.
ÁLVARO OBREGÓN,
AL ABRIR LAS SESIONES EXTRAORDINARIAS
DEL CONGRESO EL 7 DE FEBRERO DE 1921
Tomó posesión a la medianoche del 30 de noviembre de 1920.
Aquí, con su gabinete: Adolfo de la Huerta, ministro de Hacienda; Plutarco
Elías Calles, de Guerra; Mario J. Pani, de Relaciones Exteriores; Pascual
Ortiz Rubio, de Comunicaciones y Transportes, y Antonio Villarreal, de Agricultura
y Fomento, entre otros.
AGN, Archivo Fotográfico Díaz, Delgado y García, caja 1/1.
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