Linaje de lobos mexicanos "San Juan de Aragón",
historia, evidencias de su autenticidad y posibilidad de certificación.
 
 
 
 
EVIDENCIAS A FAVOR DE LA AUTENTICIDAD DEL L-SJA DE LOBO MEXICANO

Otros estudios publicados sobre el L-SJA son de M. Weber (11), que siguiendo tres líneas de evidencia:  retrolectiva, genético-bioquímica y morfométrica, obtuvo resultados importantes.  En su investigación retrospectiva del linaje no encontró suficiente información para establecer su procedencia.

   Las pruebas genético-bioquímicas consistieron en electroforesis en gel de agarosa, el cual proporciona "alta resolución" permitiendo observar hasta 13 fracciones protéicas (11).

   En estudios previos, Seal (1975) usando electroforesis en gel de poliacrilamida, comparó varios géneros de Canidae y encontró que no había diferencias en los miembros americanos del género  Canis (6).  Sin embargo Weber encontró aparentemente un polimorfismo en la glucoproteína ácida, que en los coyotes mostró una diferente movilidad electroforética a la de perros, lobos e híbridos (11).  Por otro lado, no encontró diferencias en la movilidad electroforética de las demás fracciones, indicando que eran idénticas en su arreglo molecular tanto en lobos de L-R, L-SJA, perros e híbridos (11); lo que coincide con Seal (6), mientras que Bernal (2) lo malinterpreta al afirmar que el estudio de Weber "...reveló posibilidades significativas de la NO pureza racial del L-SJA..."  "...los patrones electroforéticos de los 15 loci estudiados fueron los mismos en el L-SJA, perros domésticos e híbridos de lobo-perro..."  (2).  Esto es una grave deformación del estudio, pues en realidad se encontró que el L-C tiene también los mismos patrones electroforéticos que perros domésticos e híbridos (11).  Esto es, que la prueba no fue concluyente para diferenciar a los cánidos estudiados, lo que coincide con Seal (6).

   El estudio crancométrico de Weber en el análisis multivariado de función discriminante de lobos de la colección del Instituto de Biología de la UNAM, L-SJA, coyotes y perros domésticos, demuestra que los ejemplares del L-SJA se agrupan con los lobos mexicanos del Instituto de Biología y se separan claramente del de coyotes y perros (11).   El pequeño tamaño de la muestra, no permite considerarla como una prueba definitiva, pero si es muy sugestiva de la autenticidad del L-SJA como Canis lupus baileyi.

   La comparación de la actitud con respecto al hombre entre los híbridos y los lobos L-SJA, también arroja luz sobre la autenticidad del L-SJA.  Los lobos son de naturaleza tímida y en presencia del humano generalmente se alejan o huyen, según se ha observado en Aragón tanto en L-C, lobo canadiense y L-SJA; mientras que al acercarse a los híbridos, éstos hacen movimientos de amenaza y se acercan gruñendo y mostrando los dientes, adoptando posturas rígidas o bien, se encarreran contra la contención, la empujan violentamente mirando fijamente a la persona.  En otros casos el híbrido se acerca en actitud sumisa, vocalizando chillidos y se deja acariciar.  Los híbridos tienen un comportamiento impredecible (3).

   Cuando los lobos se encuentran en una caseta y entra una persona, la tendencia es amontonarse todos en un rincón y permanecer inmóviles, aunque a veces, sobre todo los jóvenes tratan de huir, corren y saltan por la caseta, siempre eludiendo al humano.  Este comportamiento permite sujetarlos físicamente con relativa facilidad y mucha seguridad, tanto para el manejador como para el lobo; pero los híbridos no permiten la entrada a la caseta, sino que avanzan amenazantes hacia el manejador, o bien tratan de escapar a través de la puerta por la que entra la persona, por lo que los métodos de sujeción para los híbridos son más drásticos, prefiriéndose la jaula de compresión siempre que se pueda usar.  Estas observaciones se han hecho comparando a los híbridos contra los lobos de L-R y del L-SJA; resultando que tanto los registrados como los L-SJA se comportan igual a diferencia del híbrido.

   Finalmente el comportamiento reproductivo de lobos y perros es fácilmente diferenciable, ya que los lobos presentan una sola época de celo al año, siempre en febrero y marzo con partos en abril y mayo (1,2,4,8,10).  En el perro, las hembras presentan celos dos veces al año, cada seis meses y la época depende de la edad en que la perra llega a la pubertad que puede ocurrir en cualquier época del año (1).  Estudios sobre la presentación de celo en híbridos de perro con coyote citados por Ames (1), establecen que los híbridos tienen solo una época de celo al año pero diferente época a la de lobos y coyotes puros, por lo que la presentación de celo y su frecuencia pueden ser una evidencia de hibridismo.  Según Mengel (1971), los híbridos de coyote y perro se cruzan en diciembre y según Gier, en octubre y noviembre (1), mientras que los coyotes puros entran en celo igual que los lobos Febrero y Marzo.

   Los híbridos F-2 que se mantienen en Aragón, entran en celo en Diciembre todos los año, mientras que los lobos L-SJA lo hacen siempre en Febrero y Marzo, con crías en abril. Esto es uniforme en todas las hembras L-SJA incluyendo a las de "La Michilía" a pesar de las diferencias en las condiciones ambientales (8).  Los lobos del L-R entran en celo y paren exactamente en la misma temporada que el L-SJA lo que indica claramente una alta posibilidad de que el L-SJA sea de auténticos lobos mexicanos.

 

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