Una estela de muerte, dolor, destrucción y angustia fue la herencia que dejó el temblor de ayer. Decenas de edificios quedaron destruidos, familias enteras quedaron sepultadas. En algunos casos se logró rescatar heridos y en otros sólo cuerpos sin vida.LA PRENSA, 20 DE SEPTIEMBRE DE 1985La misma zona después del temblorAGN, Archivo Fotográfico Hermanos Mayo, Cronológico Segunda Parte, sobre 1,464. |