Millares de personas acudieron a presenciar el viaje del dios Tláloc, que causó sensación por sus grandes dimensiones y su extraordinario peso de 167,000 kilogramos, y que obligó a los demás vehículos que utilizaron esas mismas vías, a dejarle paso libre (...) en algunos tramos de su recorrido fue necesario romper pisos y camellones para que pudiera pasar este gran monolito (...) A las 00:25 llegó al monumento de Cuauhtémoc, a donde habían subido numerosos estudiantes que lanzaron porras al propio Cuauhtémoc, a Tláloc y a Cacama. Allí se hicieron sonar las sirenas en honor al último emperador azteca.

EL NACIONAL, 17 DE ABRIL DE 1964

El monolito se colocó afuera de la entrada del Museo Nacional de Antropología e Historia, inaugurado ese año de 1964 por el Presidente López Mateos, al igual que el Museo de Arte Moderno, el Museo Nacional del Virreinato y el Museo Anahuacalli.

AGN, Archivo Fotográfico Hermanos Mayo, Cronológico, sobre 19,055.

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