Probabilidades de extinción del lobo mexicano
mediante simulaciones de cambio estocástico.
 
 
 
METODOLOGÍA 

Para estimar las probabilidades de extinción del lobo mexicano utilizamos el programa de simulación de cambio estocástico llamado VORTEX, versión 1992. Este programa de computadora está basado en un procedimiento o simulación Monte Carlo, que trata los datos como eventos anuales, secuenciales y discretos regidos por probabilidades aleatorias de supervivencia, mortalidad, reproducción, distribución en categorías de edades y catástrofes, entre otras. Para correr este programa es necesario conocer, o al menos inferir, la historia de la población problema, y establecer las probabilidades de catástrofes y cambios en la capacidad de carga. Ya que fue y es prácticamente imposible conocer la pirámide de distribución de edades de la población silvestre remanente, se construyeron 20 poblaciones hipotéticas: 12 modelos de 50 individuos, en base al reporte de McBride en 1980, y 8 modelos de 10 individuos, en base a los datos empíricos proporcionados por Ginsberg y MacDonald en 1990. Por razones prácticas, por ejemplo para dar a la población la oportunidad de recuperación y para igualar el radio sexual al nacer, se adicionaron 8 crías (4:4) a las 8 poblaciones de 10 ejemplares para dar un total de 18 individuos en cada uno. 

   El diseño tuvo que realizarse en base a "la mejor elección", de acuerdo con Ciucci, quien efectuó un análisis de viabilidad de poblaciones similar al presente pero con lobos silvestres italianos. Como es de esperar, existen un gran número de modelos posibles. Para solucionar este problema, y para evitar subjetividad innecesaria, se hizo una revisión extensiva de la literatura sobre Canis lupus sensu lato, Canis lupus baileyi y Canis rufus, tanto en cautiverio como en condiciones silvestres, y se extrajo la información relevante para modelar de una manera más realista las pirámides de distribución de edades y sexos. Además, se analizó el libro genealógico de baileyi para complementar la información, particularmente en lo relativo a tamaño de camada, período de gestación, edad de maduración sexual, período reproductivo, mortalidad, radio de sexos al nacer, fecundidad, etc. 

   Las pirámides fueron diseñadas de manera simple para reflejar: 1) adultos y crías en una distribución de edades estable; 2) adultos y crías en una distribución de edades no estable; 3) plenitud de crías contra escasez de adultos; 4) escasez de crías contra plenitud de adultos; 5) más hembras que machos; 6) más machos que hembras; y 7) combinaciones de éstas pirámides y variaciones en sus parámetros cuando fueron las mismas, como variación en el porcentaje de adultos reproductores y variación en la población efectiva. 

   Para cada población se calcularon los parámetros de las tablas de vida, como Lambda, lx, qx, bx, mx, Ro, r, T y Ne, en base a una distribución estable de edades. 

   La selección de hembras adultas produciendo crías en cada clase de edad, es decir, la fecundidad, fue aleatoria cuando no todas las hembras producían, 

   La estructura genética no fue incluida en las simulaciones ya que no se sabe nada sobre el grado de parentesco de los lobos reportados por McBride ni de los últimos lobos silvestres que aún pueden quedar. Sin embargo, el programa calcula la heterocigosis promedio y el número de alelos, tanto al inicio como al final de las simulaciones, por lo que los miembros de cada población hipotética se consideran no endogámicos y no emparentados. 

   La pérdida de integridad genética debido a la hibridación fue considerada como catástrofe. 

   Se corrieron 100 simulaciones para cada población, dando un total de 2 mil simulaciones. 
 

 
 
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