El programa de vacunación comprende las principales enfermedades virales que se reportan en canideos silvestres (1.37).

   En el año de 1991 se sumó al calendario de vacunación la inmunización contra coronavirus, debido a la presentación de un cuadro de gastroenteritis hemorrágica viral en cachorros ya que se ha reportado la asociación de este virus al de la parvovirosis canina, provocando que la sintomatología persista aún con tratamiento y aumente la mortalidad (2).

   El programa de desparasitación se calendariza semestralmente, sin embargo, este puede realizarse incluso cada 4 u 8 meses dependiendo de los resultados de los exámenes coproparasitoscópicos.  Los productos utilizados son de amplio espectro (a excepción de la piperacina) y baja toxicidad.  En el caso de la invermectina, su uso principal es contra nematodos, aplicándose durante los manejos de vacunación debido a que su vía de administración es subcutánea.

   En las crías, debido a su facilidad de manejo y para poder constatar el consumo total del producto, se realiza la administración del antiparasitario en forma oral por tomas directas.  Es importante mencionar que dichos manejos se llevan a cabo por la mañana y en el menor tiempo posible tratando así de disminuir los factores estresantes.

   En lo que corresponde al suplemento de vitaminas y minerales, los casos de raquitismo disminuyen notablemente con la adición de calcio y pollo con hueso en la dieta.

   De los trastornos reportados, los de más alta incidencia son los que afectan al aparato digestivo, destacando las diarreas provocadas por protozoarios (coccidias) principalmente en cachorros coincidiendo con lo descrito por Wallach (1983) y Klos (1976), y causando incluso la muerte de un ejemplar.  Cabe señalar que el 82% de los casos se pesentaron en las estaciones de otoño e invierno.  Se ha realizado el tratamiento con Daimeton sódico al 100% (sulfamonometoxina de sodio) (M1[Laboratorios Sanfer]) oral en alimento, a dosis de 150 mg/kg durante 4 días y 75 mg/kg durante 8 días más, con buenos resultados.

   Los trastornos en sistema músculo esquelético y piel fueron los segundos en cuanto a frecuencia de presentación (40.8%), siendo los traumatismos debidos a agresiones intraespecíficas los que se reportaron el mayor número de veces (81%). Estas agresiones resultaron como parte de la interacción social de los individuos de la manada con el macho dominante para demostrar y establecer su nivel jerárquico, tal como lo menciona Servin (1983); inclusive la época de más alta presentación de traumatismos entre congéneres fue la de invierno (62%), la cual corresponde a su época reproductiva (4).

   Las afecciones en las orejas por mordidas de moscas se han observado más frecuentemente en época de primavera y verano; el tratamiento consiste en la antisepsia de las heridas y la aplicación de insecticidas locales como diazinon (neocidol) H (M2[Laboratorios Ciba-Geigy Mexicana]) y piretrinas (K-othrine) (M3[Laboratorios Grupo Roussel]) con resultados poco satisfactorios ya que estas afecciones reinciden al poco tiempo.

   Dentro de los trastornos oculares sólo se reportan conjuntivitis de etiología desconocida y sólo han sido observadas en lobos LR.  Se han tratado a base de lavados oculares con ácido bórico (oftaboril) y gotas con antibióticos (polimixina B y neomicina).

   Se reportan 4 casos (2.2%) de neumonías agudas de origen mixto (viral-bacteriano), diagnosticadas únicamente por sintomatología de descarga nasal mucopurulenta, estertores y fiebre (1,3,7).

   Solamente fue observado un trastorno en el sistema hemolinfático (0.5%) referido como anemia, en una hembra adulta de linaje SJA, la cual fue secundaria a un cuadro de diarrea crónica.