Subrayo
solamente el poderoso efecto de verosimilitud, de cercanía y de cierta
admirada fascinación que me produce el mobiliario y el equipo, las
máquinas de escribir, los implementos en los pupitres, las cortinillas
que guardan de la vista (de la mía ahora para siempre jamás:
un destino fatal para la curiosidad) el contenido de un armario al fondo
del salón en donde recatadas y bonitas estudiantes nos regalan la
escena de una implausible concentración universal, distraída
y absorta . |
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