Con
la foto siguiente (# 28), y en virtud del efecto-relato, la calma a/parece
restituida; es 1920 y los niños juegan a la ronda de San Miguelito
en un patio escolar bajo la sombra de altos árboles. En la década
de 1990, niños de preescolar son mostrados también jugando
a la ronda (# 30, color) y el pie de foto subraya la continuidad del juego.
Reflexiono a partir de allí sobre el alto grado de 'edición'
en el que he recibido estos materiales, y me pregunto si acaso he logrado
salir de una narración ya predeterminada. Tal vez no, y quizás
es por eso que el orden cronológico acabó imponiéndoseme
dentro mismo de las series.
Vuelvo, por tanto, a la cuestión metódica. Es esencial que
sea el propio analista quien acuda al acervo y construya desde el principio
su objeto de investigación. Lo que he llamado el paso del archivo
al corpus es determinante para la base del estudio e inclusive para su propia
capacidad de movimiento analítico: si no sé lo que he descartado,
¿cómo puedo saber por qué o para qué tengo lo
que tengo? Esto no ha de desalentar a nadie, sin embargo. El número
de fotografías consignadas en este Diccionario ofrece un acervo de
excelente tamaño, a partir del cual pueden seleccionarse varios diferentes
corpora. Mis 54 fotos me resultan, de un modo, muy pocas, pues comienza
a agobiarme la redundancia; pero en otro sentido son demasiadas para seguir
abismándome en ellas casi de una en una, como lo he estado haciendo. |
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