Este
concepto proviene de la sociología, la antropología de la
educación, en especial de la etnografía, y de la pedagogía.
Se refiere al espacio donde se producen las interacciones sociales y culturales
primordiales, es decir, el lugar donde se establecen los procesos esenciales
de transmisión, reproducción y apropiación de valores,
conductas, comportamientos, destrezas, habilidades y saberes tanto formales
como informales mediante métodos pedagógicos específicos.
Este espacio se transformó en un instrumento privilegiado para la
difusión de una concepción y representación del mundo.
Además es el recurso didáctico fundamental para la práctica
del proceso de socialización. Es el dispositivo que, por sus características
físicas y su diseño, organiza a la institución educativa.
En él se producen procesos de resistencia y apropiación, se
internalizan los ritmos y las disciplinas escolares, se fijan los tiempos
de la enseñanza y el aprendizaje. Por ejemplo, se asimilan los tiempos
de la lectura: se transita de una lectura en voz alta hacia una lectura
en voz baja, así como de una lectura colectiva, basada en la memorización,
a una individual y reflexiva.
|
Susana
García Salord y Liliana Vanella, Normas y valores en el salón
de clases, México, Siglo xxi editores, 1992, pp. 9-23) |