ELITES INTELECTUALES Y CULTUALES
Este concepto, proveniente de la ciencia y la antropología políticas, refiere a un grupo de individuos que comparten una visión o una representación del mundo en común. Estos son productores, reproductores y divulgadores de sistemas de pensamiento que intentan definir ideas, percepciones, representaciones, valores, comportamientos, usos y costumbres, en suma, prácticas sociales que intentan legitimarse en una sociedad y una época específica mediante modos específicos: instituciones educativas, familia, prensa, rituales, ceremonias.
Las elites intelectuales y culturales adoptan formas específicas de reclutamiento y reproducción de acuerdo con las funciones generales y los papeles que desempeñan, de los mecanismos con los cuales se ligan a los sistemas educativos, su relación con la vida política, su base económica. Se refiere, por tanto, a un grupo de personas determinado por el control y la amplitud de sus relaciones sociales, económicas y políticas, así como de la cerrazón o apertura a los diferentes grupos de la sociedad. Las elites intelectuales y culturales representan la tradición, el disentimiento y el cambio. Su carácter de elite lo determina el control sobre los procesos de producción, reproducción y divulgación de los sistemas de pensamiento, en especial, de los conocimientos, los saberes los espacios de sociabilidad.
Cfr., Roderic A. Camp, Los intelectuales y el Estado en el México del siglo XIX, México, FCE, 1995, p. 11-24, 105-236; Eduardo Cavieres, "Educación, elites y estrategias familiares. La aristocracia mercantil santiaguina a fines del siglo XVIII y sus proyecciones a comienzos dl XX", en Pilar Gonzalbo Aizpuru (coord.), Familia y educación en Iberoamérica. México, El Colegio de México, 1999, p. 115-136; Carmen Castañeda (comp.), Historia social de la Universidad de Guadalajara. México, Universidad de Guadalajara/CIESAS, 1995, p.9-16.