EDUCACIÓN SEXUAL
El proyecto de educación sexual que el secretario de Educación Pública Narciso Bassols quiso aplicar en 1934 en la educación primaria, fue producto de la iniciativa de la Sociedad Mexicana de Eugenesia la cual le presentó, en julio de 1932, un documentos intitulado "Bases de estudio para la implantación de la educación sexual en nuestro medio". Dos años antes, en Lima Perú, se había llevado a cabo el VI Congreso Panamericano del Niño y en la resolución 17 se insistió nuevamente en recomendar a los gobiernos de América impartir "la educación sexual desde la escuela primaria de conformidad con la edad de los niños de ambos sexos y con las características sociales de cada país". Tomando como sustento el documento de la Sociedad Mexicana, la Comisión Técnica Consultiva de la SEP dio su dictamen y elaboró su propia propuesta. El tema de la educación sexual no era nuevo en nuestro país, aunque si en la educación primaria. Desde 1908 se publicaron en México folletos sobre el tema y las enfermedades venéreas, también se dictaron conferencias por el Dr. Alfonso Pruneda y se incluyó la educación sexual y la profilaxis antivenérea en el departamento de Salubridad Pública. En 1930 siendo director de la ENP el Dr. Pedro de Alba, se instituyó la materia de Higiene de la Adolescencia y de la Juventud, programa elaborado por el Dr. Santiago Ramírez. Una vez que la SEP recibió las Bases, las remitió a la Comisión técnica la cual después de analizarlo emitió su dictamen en octubre del mismo año en términos positivos. Sin embargo, señala que su defecto es no sugerir como debe organizarse el trabajo en la escuela, por lo que debe contestarse antes ¿por qué debe darse educación sexual?, ¡quiénes, cuándo y como debe darse? A la primera pregunta la Comisión respondió que los niños y jóvenes tienen derecho a saber de esas cosas, los maestros deben enseñarla -la Sociedad proponía a los padres de familia y a los médicos-. Debe impartirse antes de la adolescencia, pues después es demasiado tarde, y en cuánto al cómo sugiere la formación de una comisión que desarrolle el programa respectivo, aunque sugiere que debe ser: "clara, objetiva, basada en hechos reales y científicos en su exposición...". La Comisión concluye que la SEP debe establecer, organizar y dirigir la educación sexual, asumir esa responsabilidad e impartirla desde el tercer ciclo de primaria y luego en la secundaria. En enero de 1933 se realizó el Congreso de Ginecología que sugirió a la SEP y a los gobiernos estatales establecer la clase de Higiene y moral sexuales obligatoria en las escuelas oficiales y particulares. Aunque el secretario recibió el Dictamen en octubre de 1932, lo dio a conocer hasta mayo de 1933, días antes la prensa lo publicó, iniciándose una campaña difamatoria promovida por Excélsior y El Universal. La polémica que se desató a partir de ese momento fue abundante y en algunos momentos álgida, surgiendo opiniones en pro y en contra de la educación sexual. El secretario propuso la integración de una Comisión que estudiara el tema formada por representantes de diferentes sectores sociales, la cual se integró y elaboró el programa de Conocimientos de la Naturaleza que fue entregado al Consejo de Educación Primaria del Distrito Federal para su estudio y dictamen. Antes de conocerse Bassols declaró que la educación sexual debía ser un proceso gradual que comenzara en el primer año de primaria y se desenvolviera insensiblemente, poco a poco, sin destacarse artificialmente sino como parte de la enseñanza. El dictamen del Consejo del DF fue aprobatorio y recomendó la enseñanza sexual como un aspecto urgente, parte de la educación integral. Debía iniciar en los primeros grados para entrar en materia en el tercer ciclo. Coincidía con la recomendación que otros especialistas habían hecho: debe darse de manera lenta y progresiva, como en Francia, y no pragmática y acelerada como en Estados Unidos. Con la presentación del programa Estudio de la Naturaleza, (la Comisión cambio Conocimientos por Estudio) culminó un largo proceso que inició dos años antes, faltaba su aplicación, la cual no se llevó a efecto pues en mayo de 1934 Bassols renunció a su cargo. En el transcurso de esa polémica se publicaron varios textos, entre ellos vale la pena destacar: Cartilla de educación sexual (dedicada especialmente a los niños de 11 a 13 años), versión del Profr. Rafael Ramírez del original del Dr. Thurman y La educación sexual en la escuela mexicana. Libro para los padres y los maestros, del Dr. Juan L. Soto y del Prof. A. Pérez y Soto. Cfr., Jorge E. Mesta Martínez y Ma. Eugenia Espinosa Carbajal, La educación sexual, 1932-1934. México, DGENAM-DF, SEP, 1995.