Este
concepto se utiliza para aludir a aquellas actividades laborales que, para
ejercer, requieren que la persona haya cursado una larga carrera teórica
en instituciones educativas legalmente acreditadas. Estas carreras se distinguen
por un ideal de libertad o autonomía en el desenvolvimiento de su
actividad profesional. Por ejemplo, la medicina y abogacía se consideran
carreras liberales no sólo porque aluden a una materia concreta,
sino porque se supone que sirven con liberalidad a la resolución
de un problema personal de sus respectivos clientes y, porque anteponen
un noble ideal o valor social (la salud o la justicia, por ejemplo) a un
interés personal. |
Término
elaborado por Gadalupe García Alcaraz, Op. cit. |