CONFIRMACIÓN DE LA PRESENCIA DE Carcharhinus perezi (POEY, 1876) (PISCES: CARCHARHINIDAE) EN EL CARIBE COLOMBIANO

Trabajo recibido el 17 de noviembre de 1992 y aceptado para su publicación el 15 de diciembre de 1992.

RESUMEN

INTRODUCCIÓN

Los tiburones del Mar Caribe colombiano son poco conocidos, pues aparte de los trabajos de Dahl (1964, 1971) no se ha producido información detallada acerca de este grupo de peces. De la familia de los tiburones requiem (Carcharhinidae) se han registrado 13 especies (Acero et al., 1986); entre las más abundantes se encuentran Carcharhinus falciformis (Bibron), C. porosus (Ranzani) y Rhizoprionodon porosus (Poey) (A. Acero, datos inéditos). En octubre de 1991, en la Planta Piloto de la Universidad del Magdalena en Taganga (Santa Marta) se recibieron tres ejemplares capturados cerca de Arrecifes (11°20' N) (74° 00' O), en el Parque Nacional Natural Tayrona. En esta nota se presentan los resultados de la identificación de este material, la cual se hizo según la metodología recomendada por Garrick (1982); las medidas se dan en porcentajes de la longitud total (Lt).

Carcharhinus perezi (Poey) (Fig. 1)

Platypodon perezii Poey, An. Soc. Esp. Hist. Nat. Madrid, 5: 194-196, 1876 (Cuba).

Eulamia springeri Bigelow y Schroeder, Proc. New England Zool. Club, 23: 30-33, 1944 (Cozumel, Yucatán).

C. springeri, Bigelow y Schroeder (1948): 404-407; Cervigón (1966): 41-44; Randall (1967): 674; Böhlke y Chaplin (1968): 15; Dahl (1971): 17.

C. perezi, Compagno y Vergara (1978); Randall (1983): 12-13; Compagno (1984): 492-493; Robins et al., (1986): 27.

C. perezii, Garrick (1982): 145-150; Castro (1983): 140-141.

Material examinado: tres ejemplares (1,685-2,050 mm Lt) capturados en Arrecifes el 31-10-91.

Morfometría. Lt: 1,705-2,050 mm; distancia entre narinas: 6.3-6.7%; distancia boca-centro narinas:, 2.6-2.9%; longitud rostro boca: 6.2-6.3%; anchura boca: 10.010.5%; diámetro horizontal ojo: 1.2-1.3%; longitud rostro- primera abertura branquial: 17.6-18.8 %; longitud primera abertura bronquial: 29-3.2%; longitud quinta abertura bronquial: 2.8-2.9 %; longitud margen anterior aleta pectoral: 19.4-20.0%; longitud rostro-primera aleta dorsal: 32.0-32.3%; altura primera aleta dorsal: 12.7-13.8%; longitud margen posterior primera aleta dorsal: 3.9-4.1 %; distancia entre dorsales: 18.8%; altura vertical segunda aleta dorsal: 3.2%; longitud margen posterior segunda aleta dorsal: 4.3-4.6 %; longitud margen anterior aleta pélvica 5.6-5.9%; longitud margen posterior aleta pélvica 3.2-3.7%; longitud margen anterior aleta anal: 6.1-6.5%; longitud margen posterior aleta anal: 3.2-3.5%; longitud lóbulo inferior aleta caudal: 14.4-14.7 %; altura del cuerpo: 16.4-18.5 %.

Figura 1. Vistas dorsal (arriba) yventral (abajo) del ejemplar de C.perezi de 2,050 mm Lt colectado en Arrecifes (Santa Marta, Colombia).

Esta especie es reputada como común en los arrecifes insulares del Mar Caribe; a pesar de ello es poco lo que se conoce acerca de su biología e incluso de su taxonomía. Para los autores es evidente que la manera más sencilla de distinguirla es por la presencia de una cresta entre las dos aletas dorsales y por la forma y la cantidad de los dientes de la mandíbula superior; las cúspides de éstos son angostas, bien delimitadas de las bases; cuantitativamente varían entre 12 y 13 a cada lado (el ejemplar de 1,705 mm examinado por los autores tenía 12 hileras de dientes a cada lado en la mandíbula superior y 13 en la inferior). Otros caracteres útiles son la altura de la segunda dorsal, que varía entre 2.9 y 3.3% Lt; la relación entre el margen posterior de la segunda aleta dorsal y su altura, que varía entre 1.1 y 1.5 % Lt, y la longitud del rostro, que varía entre 5.6 y 7.1% Lt, que es casi igual a la distancia entre las marinas. Fallan, en cambio, datos como las relaciones entre la altura de las aberturas bronquiales y el diámetro ocular, pues en estos ejemplares eran siempre superiores a dos, no apenas mayores; esto parece deberse a que el ojo crece alométricamente, y su relación disminuye con el aumento de Lt. Es muy interesante que, hasta la fecha, de este tiburón se ha registrado solamente un macho de vida libre, un sintipo de 780 mm, capturado en Cuba hace más de un siglo; por lo tanto, es probable que en esta especie exista segregación entre sexos, ya estudiada para otros tiburones (Stevens y Lyle, 1989), de modo que, por ejemplo, las hembras, de las que hasta hoy se han registrado al menos 24, vivan en aguas someras, y los machos a profundidad mayor. Incluyendo estos especímenes, del sur del Mar Caribe se han registrado siete individuos de esta especie, seis de ellos entre 1,685 y 2,240 mm; nuestro ejemplar de 2,050 mm es el cuarto más grande del que hay datos exactos; sólo uno, de la Gran Bahama, lo supera (2,950 mm). Dahl (1971) registró la especie de Colombia con base en una hembra de 785 mm de la Bahía de Cartagena; empero, los autores estadounidenses subsiguientes no tomaron en cuenta esta información. Este registro de la región de Santa Marta ratifica su presencia en el Mar Caribe continental colombiano y eleva a 377 la cantidad de peces conocidos de los arrecifes samarios (Acero y Garzón, 1987, 1988 y 1989). Este tiburón se conoce con exactitud en el Golfo de México, ambas costas de Florida, Islas Bahamas Yucatán, Cuba, Jamaica, Islas Vírgenes, Islas Barbados, Venezuela y Colombia; en el mapa que aparece en Compagno y Vergara (1978) se le ubica en Islas Bermudas y en el sur de Brasil, pero ha sido imposible localizar las fuentes originales de donde provienen tales registros; para el caso de Bermudas, W. F. Smith-Vaniz (comunicación personal, 1989) no lo incluye en su lista preliminar de peces.

Se pudo estudiar el material gracias a la buena voluntad de los ingenieros Luis Nieto y Alvaro Espeleta, de la Universidad del Magdalena. William. F. Smith-Vaniz (Academy of Natural Sciences of Philadelphia, EE. UU. de A.) facilitó su inventario de peces bermudianos.

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