ANALES DEL INSTITUTO DE CIENCIAS DEL MAR Y LIMNOLOGÍA


TREMÁTODOS COMO INDICADORES DE NIVELES DE CONTAMINACIÓN POR ÁCIDO SULFHÍDRICO EN EL GOLFO DE MÉXICO E IMPACTO DE ESTE ÁCIDO EN LA SALUD PÚBLICA

Trabajo recibido el 10 de enero de 1992 y aceptado para su publicación el 10 de diciembre de 1992.

TREMATODES AS POLLUTION LEVELS INDICATORS BY HYDROGEN SULPHIDE IN THE GULF OF MEXICO, AND THIS ACID'S IMPACT ON PUBLIC HEALTH

Guillermina Caballero y Rodríguez y Guadalupe C. Tello-Sandoval

Laboratorio de Helmintología "Dr. Eduardo Caballero y Caballero", Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México. Apartado Postal 692, México, D. F. O6000, MÉXICO.

Carlos del Río-Estrada, Leopoldo Rodríguez-Álvarez

Instituto de Ciencias del Mar y Limnología. Universidad Nacional Autónoma de México. Apartado Postal 70-305, México, D.F. 04510, MÉXICO. Refinería "18 de marzo", Petróleos Mexicanos, MÉXICO. Contribución No. 730 del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología.

Trematoda, Pisces, contaminación ambiental, Salud pública. Trematoda, Pisces, Pollution, Public health.

RESUMEN

El análisis final del Catálogo de los tremátodos de peces marinos del Golfo de México y del Mar Caribe indica una fauna parasitaria muy reducida en los peces de las costas mexicanas del Golfo de México. Debido a esto, se buscaron las causas posibles que ocasionan este fenómeno, y se llegó a la conclusión de que se origina como consecuencia de la explotación petrolera, fundamentalmente al liberarse el ácido sulfhídrico (H2S) que escapa a la biosfera, así como otros compuestos de azufre y de la capa permanente de petróleo, que sin duda afectan la vida de los organismos vivos, incluido el hombre. Debido a esta contaminación, micro- y macro- -flora y -fauna, en el transcurso de este siglo se han modificado paulatinamente. Este hecho lo hemos notado en especial en los tremátodos, cuyo ciclo de vida ha sido roto y los ejemplares adultos están ausentes en los peces de las costas mexicanas del golfo. Además de los daños a la ecología local, el problema repercute en la economía, pues los moluscos, crustáceos y peces son fuente importante de divisas.


ABSTRACT

Recent examination of the Catalog of Marine Fish Trematodes from the Gulf of Mexico and the Caribbean Sea, points out a significant reduction in the occurrence of parasites in the ichtyofauna distributed along the Mexican Gulf of México coast. It is concluded that such a reduction may be attributed to mineral oil pollution caused by accidental spills or by the process of petroleum extraction where hydrogen sulphide and other sulphur components escape to the biosphere. Thus the presence of marine macro- and microorganisms has been modified in a short time during this century. Consequently, trematodes life-cycle has been broken, since both intermediate and potential hosts and habitats, as well as free-living trematode larvae, are seriously affected. Therefore the opportunities for a successful infestation is reduced, and adult parasites are absent in fishes. Eventually the presence of hydrogen sulphide in the marine atmosphere seems to affect also the life and health of men working at petroleum drilling platforms. This pollution affects the ecology and local economy, because the integrity of shellfishes is impaired. Quality and quantity loss make fisheries more, difficult to handle, in a region where most people make a living from this activity.


INTRODUCCIÓN

En este trabajo acerca de parásitos, hospedadores y localidades geográficas relacionadas con la distribución de los parásitos se trata de resumir, en primer lugar, las características propias de la fauna trematódica de los peces de dos bellos mares tropicales: el Golfo de México y el Mar Caribe o Mar de las Antillas, como también se le denomina, y en segundo lugar se aborda un tema actual de gran interés nacional y ecológico, como es la contaminación ambiental, y sus repercusiones en la composición faunística y florística del mar y en la salud pública.


MATERIAL Y MÉTODOS

La realización de este trabajo se basa en los casi 250 años de investigaciones y contribuciones en Helmintología realizadas por investigadores nacionales e internacionales acerca de los tremátodos de peces marinos del Golfo de México y del Mar Caribe. Con todas estas contribuciones se elaboró un catálogo que es la base principal de la investigación que se presenta y que es eminentemente una recopilación bibliográfica. Se dedujeron las causas posibles de ausencia notoria de parásitos en peces del Golfo de México, sobre todo en lo que se refiere a las costas mexicanas, y su implicación como indicadores de niveles de contaminación, particularmente de ácido sulfhídrico y los efectos de éste en la salud pública, en invertebrados y vertebrados marinos.

COMPOSICIÓN DE LA FAUNA ÍCTICA

La mayor parte de los peces examinados en los trabajos helmintológicos de tipo descriptivo pertenecen al Orden Teleostei; a sus respectivas familias se les ha clasificado por orden alfabético, y de la misma manera a las especies correspondientes.

La ictiofauna estudiada está constituida de la manera siguiente:

a) Familias representadas por numerosos géneros de peces:

Bothidae, Chaetodontidae, Clupeidae, Gadidae, Haemulidea Labridae, Lutjanidae, Pomacentridae, Sciaenidae, Scombridae, Scorpaenidae, Serranidae, Sparidae y Triglidae.

b) Familias representadas por pocos géneros de peces:

Acanthuridae, Gerreidae, Hemiramphidae y Holocentridae.

c) En ambos casos, los géneros pueden estar representados por pocas o numerosas especies: Bothidae (8 gen., 14 esp.); Chaetodontidae (3 gen., 8 esp.); Lutjanidae (3 gen., 13 esp.); Ostraciidae (2 gen., 6 esp.); Pomacentridae (4 gen., 8 esp.); Pomadasyidae (2 gen., 11 esp.); Serranidae (10 gen., 22 esp.).

Las capturas están siempre relacionadas con el trabajo de pesca ordinario realizado por los pescadores de las diferentes localidades.


COMPOSICIÓN DE LA FAUNA PARASITARIA DE LOS TREMÁTODOS

La composición de la fauna trematódica de los peces de estas dos regiones es muy heterogénea, como se ha observado en otros grupos de vertebrados; sin embargo, en las familias de peces mejor representadas y hasta ahora estudiadas, se puede apreciar la presencia de alguna familia de parásitos en particular, y así se tiene lo siguiente:

a) Familias de tremátodos que parasitan con más frecuencia a una familia determinada de peces:

Hemiuridae en Acanthuridae, Bothidae, Carangidae, Clupeidae, Coryphaenidae, Chaetodontidae y Gadidae.

Apocreadiidae en Balistidae.

Bucephalidae, Haplosplanchnidae y Zoogonidae en Belonidae.

Monorchiidae en Haemulidae.

b) Especies de tremátodos que se han adaptado a mayor cantidad de géneros o de especies de peces, por lo que la especificidad hospedatoria se ha reducido, y actualmente se pueden reconocer especies parásitas con un rango de distribución más amplio, tanto en los peces como geográficamente: Lasiotocus longicaecum, Genolopa brevicaecum y Proctotrema longicaecum, las tres pertenecientes a la Familia Monorchiidae, y que se han extendido hasta las Islas Galápagos, realizando su dispersión a través del Canal de Panamá.





Figura 1. Distribución geográfica de los tremátodos en el Mar Caribe y en el Golfo de México.









Figura 2 . Distribución geográfica de los tremátodos en el Mar Caribe y en el Golfo de México.






DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DE LOS TREMÁTODOS

También se hace énfasis en lo referente a la distribución geográfica de los parásitos en la amplia zona seleccionada, que en ocasiones se extiende hacia el Océano Atlántico occidental norteamericano, hacia las Islas Británicas Occidentales y hacia Centroamérica hasta el Canal de Panamá; esto se explica porque algunos de los tremátodos de peces de Florida se dispersan hacia el norte o hacia el sur, pasando por las Islas Bermudas al exterior y Cuba en el Caribe, y las otras islas hasta Centroamérica (Figs. 1, 2 y 3). En peces de la costa de Tuxpan, Veracruz, se identificó Lobatostoma ringens (Fig. 6) (E. Caballero y C. et al., 1965); esta especie se distribuye más ampliamente hacia Florida, Bahamas, Bermudas e islas del Mar Caribe, y en proporción menor en el resto del Océano Atlántico.

Es de llamar la atención que, a pesar de las pesquisas realizadas por personal de investigación encabezado por el Doctor Eduardo Caballero y Caballero, quien efectuaba excursiones anuales de colecta en las costas del Golfo de México en Veracruz, Isla Sacrificios e Isla Verde, hasta el octavo decenio de este siglo las colectas eran escasas. Otros trabajos de colecta se hicieron en el Golfo de México, desde Tampico, en el sur de Tamaulipas, en el sureste de Veracruz, Tabasco e Isla del Carmen, Campeche, de 1967 a la fecha. A pesar de todos estos años de colecta, en los que se visitaban diferentes lugares, generalmente en mayo, junio y julio, y en ocasiones también hacia finales del otoño, los informes acerca de esta fauna de tremátodos, de esta región, son escuetos, si los comparamos con los existentes acerca de peces del Mar Caribe, del Océano Pacífico y del norte del Golfo de México.

Pasaron muchos años antes de volver a reflexionar sobre esta marcada ausencia de helmintos en peces de las costas mexicanas del golfo. Decididamente se buscaron las causas que estaban actuando en el ambiente de la región con repercusión en los organismos y que, obviamente, estaban pasando desapercibidas, por tratarse de seres microscópicos como son los estados larvarios de los tremátodos; miracidio y cercaria, o bien muy pequeños, como las larvas y postlarvas de diversos crustáceos como camarón langostino y langosta, así mismo los caracoles, moluscos necesarios para la realización del ciclo de vida de los tremátodos, cuya culminación se efectúa en los peces.

Es bien conocido el hecho de que, de los pozos de extracción, junto con el petróleo sale también ácido sulfhídrico (H2S), que se debe eliminar por medio de oxidación, que lo convierte en azufre elemental aprovechable.





Figura 3. Distribución geográfica de los tremátodos en el Mar Caribe y en el Golfo de México.















El H2S corroe tuberías y sistemas de captación, pues es un veneno capaz de atacar a casi todos los metales y compuestos organometálicos, como enzimas y pigmentos respiratorios.

Los seres más susceptibles a este efecto negativo podrían ser los tremátodos, en virtud de la complejidad de su ciclo vital y de su dependencia de hospedadores vertebrados e invertebrados.


SIMBOLOGÍA

Especies representadas en los mapas 1,2 y 3:





SIMBOLOGÍA.









Cont. SIMBOLOGÍA






EFECTOS DE LA CONTAMINACIÓN EN LA VIDA DE LOS ORGANISMOS

La industria petrolera moderna se inició en 1859, cuando Edwin L. Drake perforó un pozo petrolero en Pennsylvania EE.UU. de A.; en México comenzó con el Pozo La Pez No. 1, en 1904. Desde esa época la extracción del petróleo bruto de pozos petroleros, tanto terrestres como marinos, ha alterado lentamente la composición del aire, el agua y el suelo con la presencia de sustancias nocivas.

a) Se debe considerar que la región de las Planicies Costeras y Plataforma Continental del Golfo de México es una zona rica en yacimientos petrolíferos; b) la presencia de contaminantes y desechos provenientes de las plataformas de explotación, baterías recolectoras, separadoras y almacenadoras petroleras, oleoductos, gasoductos, buques-tanque y barcos relacionados con la industria petrolera; c) la contaminación que proviene de las refinerías y las zonas urbanas, con sus industrias y hotelería, heces fecales; d) el acarreo de plaguicidas y desechos industriales de todo tipo mediante los ríos, que finalmente al desembocar en el mar esparcen un sinfín de contaminantes.

En el proceso de extracción del petróleo, en las plataformas marinas y del continente, junto con los hidrocarburos están otros compuestos altamente perjudiciales, como el ácido sulfhídrico (H2S), el monóxido de carbono (CO) y el anhídrido carbónico (CO2), que desde el período Carbonífero son productos de la descomposición de vegetales y animales que han permanecido en forma de acumulaciones orgánicas e inorgánicas, pero que al efectuarse la extracción de hidrocarburos, junto con ellos, son acarreados como gases disueltos.

En una primera fase, esos gases se eliminan mediante procesos previos, realizados en la planta de perforación con equipos especiales. Sin embargo, a su vez el equipo resulta corroído por los compuestos de azufre, que dañan los recipientes, tanques de almacenamiento, tubería de conducción, bombas y maquinaria en general; además pasan a la atmósfera en forma de vapores. En el caso del SO2 (anhídrido sulfuroso), al reaccionar con el agua forma el ácido sulfuroso (H2SO3) que corroe todo tipo de material: oleoductos, gasoductos, buques-tanque petroleros y buques-tanque de gas; ocasionalmente afecta los ductos de la refinería misma.

Los gases de desecho, producto de la combustión, son tóxicos.

El ácido sulfhídrico o sulfuro de hidrógeno (H2S), gas binario, comúnmente llamado gas de refinería, es letal al ser aspirado por el hombre, pues pasa a la atmósfera y forma una capa pesada que puede causarle la muerte. El ácido sulfhídrico que se libera en los pozos de extracción pasa a la atmósfera, y con la humedad del aire regresa al mar y a la tierra, en forma de lluvia ácida; por esta razón las aguas marinas se están contaminando frecuentemente, y en la tierra corroe todo material metálico que entre en contacto con él. Si es en el mar, esta lluvia ácida es nociva para todo ser viviente, dependiendo siempre de la concentración del contaminante y de la susceptibilidad de los organismos que ahí habitan, pudiendo también ocasionarles la muerte.

La presencia de los contaminantes descritos en párrafos anteriores ha causado deterioro gradual y permanente, lo que ha ocasionado el desequilibrio ecológico del habitat marino, el cual alberga a multidud de micro y macroorganismos, tanto invertebrados como vertebrados. Los tremátodos son parte integral de este complejo biológico, que al habitar en un ambiente desequilibrado han resultado afectados en la realización de sus complejos ciclos biológicos; es muy probable que los tremátodos de peces del Golfo de México estén dañados por los contaminantes suspendidos en el agua, al actuar directamente sobre ellos y sus hospederos intermediarios o definitivos.

El ciclo de vida de los tremátodos comprende fases de relación estrecha con el hospedero definitivo y con el intermediario, pero también fases libres en el ambiente circundante, que implica la búsqueda del hospedero intermediario, generalmente molusco, en cuyo hepatopáncreas realizan otra fase de su ciclo (redias), buscan la libertad nuevamente (cercarias) y al hospedero definitivo, o quizás uno más, si han caído en un hospedero accidental o de espera.

Los factores mencionados anteriormente sugieren índices de contaminación variables, pero continuos, según diversos factores: concentración de los contaminantes, corrientes marinas, patrones de dispersión de las poblaciones de animales que son hospederos intermediarios o definitivos, y susceptibilidad de los mismos a dichas sustancias. De tal manera que la vida de los seres ahí presentes se ha alterado y paulatinamente tiende a desaparecer.

Los seres más afectados son del fitoplancton y del zooplancton, que, por estar suspendidos en la superficie del mar, no tienen oxígeno ni luz solar suficientes, al ser obstruidos por la capa de petróleo y sus consabidos gases nocivos. Si debido a esto desaparecen los elementos necesarios, como son los hospederos intermediarios, se interrumpen los ciclos de vida.

Se ha observado que cuando el ácido sulfhídrico aumenta tanto en el aire como en el agua, hay mortandad de peces por ese compuesto. Como consecuencia de todo esto, la vida y la sobrevivencia del parásito quedan afectadas definitivamente y sucumbe ante los factores ambientales preponderantes, contra los cuales los tremátodos no pueden luchar, pues si todo aquello que les es necesario para su existencia resulta destruido, la perpetuación de su especie no se lleva a efecto, de ahí que pocos en el Golfo de México tengan el éxito deseado en un acto de por sí complicado, como lo ha demostrado su escasa presencia en peces de esta región.





Figura 4. Mapa de corrientes dominantes y probables del Mar Caribe [Tomado del Atlas Oceanográfico del Golfo de México y Mar Caribe (1974)].






IMPACTO DE LA CONTAMINACIÓN EN LA SALUD PÚBLICA

La Sección de Control de la Contaminación, de Petróleos Mexicanos, tiene a su cargo el tratamiento de los diversos contaminantes provenientes de la zona petrolífera mexicana. Sin embargo en ocasiones la contaminación atmosférica y marina por ácido sulfhídrico (H2S) rebasa las acciones emprendidas de seguridad y control.

El ácido sulfhídrico, con olor característico a huevos podridos, es un agente muy activo en la precipitación de los metales pesados. Reacciona formando sales insolubles de color negro con cobre, bismuto, hierro, mercurio, cobalto, níquel, plata y plomo También forma sales insolubles amarillas con estaño oxidado, cadmio y con arsénico; sales insolubles anaranjadas con estaño reducido y con antimonio; sales de color de rosa con manganeso, y sulfuro blanco insoluble con cinc. Es decir, remueve los metales que se encuentren en agua, y los elimina como residuo insoluble. Esto indica que cualquier compuesto biológico combinado con un metal se inactiva al estar en presencia del gas sulfhídrico. La lista de moléculas que contienen metales es muy grande y reviste gran importancia. Por ejemplo, el hierro se encuentra en las enzimas siguientes: hemoglobina, catalasa, peroxidasa, uricasa, diversos citocromos, la citocromo-oxidasa y la mioglobina. Poseen cinc: la insulina y la carboxipeptidasa. El núcleo activo de la arginasa tiene manganeso y la vitamina B12 posee un átomo de cobalto en su centro. Otros ejemplos son la hemocrurina y la hemocianina, que poseen Cu. Todos estos metales reaccionan de manera irreversible con los venenos clásicos: el ácido cianhídrico, el monóxido de carbono, el ácido nitrhídrico y el ácido sulfhídrico.





Figura 5. Mapa de las corrientes marinas estacionales en el Golfo de México [Tomado del Atlas Oceanográfico del Golfo de México y Mar Caribe (1974)].





Este último es un gas muy soluble en agua (1 g en 187 ml a 10°C) y resulta de gran peligro para los humanos y los animales. En cantidades muy pequeñas irrita las mucosas, la conjuntiva y causa sensación de mareos, vómitos y dolor de cabeza. Pero en cantidades mayores llega a producir coma, colapso y muerte por paro respiratorio. Esto podría ocurrir al cabo de pocos segundos después de una o dos inhalaciones. Se trata de un veneno traicionero, porque aunque su olor lo descubre inmediatamente, un contacto más prolongado con este gas fatiga el olfato y grandes cantidades pasan desapercibidas cuando llega a haber concentraciones elevadas.

Tal como el ácido cianhídrico y los cianuros actúan, se adhiere a la ferroproteína más importante en mamíferos: la citocromo-oxidasa, que existe en pequeñas cantidades y cuya desaparición o inactivación se convierte en muerte por asfixia.

En la región petrolera se presentan los daños siguientes:

1. Quemaduras en las zonas expuestas del cuerpo de los trabajadores de las torres, como es la piel, o lo que es más grave: su muerte por aspiración de este ácido, cuando el grado de concentración rebasa los límites de tolerancia.

2. A lo anterior relacionamos la muerte de peces que se han visto flotando en los alrededores de las plataformas petroleras (Fuente de información: reportes del personal de PEMEX).





Figura 6. Lobatostoma ringens (Linton,1907) Eckmann, 1932. Preparación in toto (Tomada del original E. Caballero y C., M. Bravo H., 1965).





En el afán de conocer qué es lo que acontece en el organismo de los trabajadores que mueren, por acción del ácido sulfhídrico, se llegó a la explicación siguiente:

Al respirar, el hombre aspira aire atmosférico, el cual está compuesto por 21 % de O2, 77 % de nitrógeno, y 2 % de otros gases más escasos, como vapor de agua, CO2, H2 y los gases nobles (helio, neón, argón, criptón, xenón y radón). Sin embargo, aparece un gas, tóxico, en cantidades variables, que es el ácido sulfhídrico (H2S) y que abunda en las zonas donde se extrae el petróleo.

En los pulmones se realiza el intercambio gaseoso y además del nitrógeno (inerte) y el oxígeno, penetra el H2S, que perjudica a moléculas que contienen metales (especialmente enzimas) y daña a la enzima primordial, que es la citocromo-oxidasa, factor vital en la respiración, cuya desaparición causa la muerte.

(citocromo oxidasa) (citocromo oxidasa inactiva)











El ácido sulfhídrico ataca a otros átomos de hierro de otras moléculas orgánicas importantes e incluso elimina a otros metales, pudiendo formar precipitados que generan trombos, que si obstruyen arterias en el cerebro, podrían causar la muerte, o cuando menos hemiplejía.

Al tratarse de una reacción intracelular muy rápida, no hay manera de neutralizarla y se diagnostica como muerte por asfixia. Esta explicación es acertada, pues se impide realmente el transporte de oxígeno, al desaparecer la citoromo que es el último eslabón de la cadena oxidativa y es la enzima que directamente reacciona con el oxígeno del aire.

Se aclara que la referencia a la Sección de Control de la Contaminación, de PEMEX, está a cargo de la Gerencia de Inspección y Seguridad Industrial en la región correspondiente.


CORRIENTES MARINAS

Todo lo expuesto anteriormente no se manifiesta de la misma manera en los peces de las costas de la Unión Americana. A partir del estado de Texas los tremátodos reaparecen y así continúan, hasta encontrar su desarrollo máximo en los peces de Florida.

La explicación a esta abundancia y frecuencia de especies de tremátorios y de todos los organismos involucrados se ha orientado hacia la influencia que sobre ellos ejercen las corrientes marinas del Golfo de México (Figs. 4 y 5), en general.

La calidad de las aguas de las corrientes marinas provenientes del Mar Caribe permite que la vida se desarrolle favorablemente. Los tremátodos no desaprovechan este factor físico de las aguas marinas, como lo demuestra su presencia en peces desde Venezuela hasta Yucatán, México (Figs. 1, 2 y 3) e islas el Caribe.

Las corrientes que entran al golfo por el Canal de Yucatán (Fig. 4) siguen dos cursos principales, según se aprecia en el Atlas Oceanográfico del Golfo de México y Mar Caribe (1974). Si se observan las corrientes de las cuatro estaciones del año (Fig. 5), se nota que en gran parte del golfo las aguas se mueven dominantemente en un flujo y reflujo continuo hacia las costas suroccidental y meridional de Cuba, que arrastran consigo la derrama de petróleo cotidiano, que sin embargo no las expulsa, sino que por lo contrario las reintroduce al golfo, junto con los contaminantes, por la corriente del Caribe; lo anterior significa que este mar contaminado, aunque en apariencia se retira, no tiene salida, y tampoco por el Estrecho de Florida.

Otra gran corriente dominante se dirige hacia el noroeste y el norte del Golfo de México, de ahí cambia su curso y sale por el Estrecho de Florida hacia las Islas Bahamas y al Atlántico Occidental. En esta región aguas marinas conservan calidad que propicia la manifiestación de la vida animal y vegetal, por lo que la consideramos menos contaminada y encuentra su comprobación en el augue de los tremátodos, sobre todo en Florida. La distribución de algunas especies de estos parásitos se basa en los más sobresalientes, que invaden a gran cantidad de peces y que en el transcurso del tiempo han ampliado también su rango de distribución, como es el caso de Prosogonotrema bilabiatum, Antorchis urna, y algunas especies de las familias Cryptogonimidae, Hemiuridae y Opecoelidae.

Probablemente la dispersión de los parásitos tiene mucha relación con la migración de los peces, pues se aprecia que los tremátodos siguen trayectorias de distribución que indican cierta preferencia de parte de tales pequeños invasores: la primera, de Florida hacia las Islas Bahamas y la costa atlántica occidental; la segunda, de Florida hacia las Bahamas e islas del Caribe; la tercera, de las islas del Caribe hacia las costas de Belice y Quintana Roo, México, y la cuarta, del Caribe hacia el Pacífico a través del Canal de Panamá, llegan a las Islas Galápagos y a veces hasta Hawai; ejemplo; algunas especies del género Metadena y la especie Parahemiurus merus.

Otro lugar que nos ha parecido interesante destacar es Venezuela. País petrolero por excelencia, en sus costas marinas existe una diversidad de 15 ó más especies de tremátodos, endémicas de esa región; mientras que dentro del Lago Maracaibo, zona invadida por plataformas petroleras, que contaminan las aguas, no hay informes de parásitos que infesten peces locales.

Igualmente hemos señalado otras 20 especies de tremátodos descritas en peces del Mar Caribe mexicano (Figs. 1, 2 y 3).



DISCUSIÓN Y RESULTADOS

Con el conocimiento que actualmente se tiene acerca de la fauna parasitaria de tremátodos en peces marinos del Golfo de México, se confirmó la escasez de estos organismos en peces de las costas mexicanas. Esta ausencia ya se había notado al término de las excursiones de colecta a esa zona; sin embargo, en esos años no se buscaron las causas posibles que estaban actuando sobre los ciclos biológicos de los tremátodos, no obstante que también otros helmintos como los acantocéfalos, monogéneos y nemátodos de estos mismos vertebrados, se notaban afectados en su ciclo.

Todo lo que hemos expuesto en líneas anteriores, que se relaciona con el conocimiento general que se tiene respecto del ácido sulfhídrico y otros compuestos de azufre, no es nuevo; únicamente lo estamos proponiendo como factor importante que, al estar presente en la biosfera y en el mar, actúa sobre las enzimas, pigmentos respiratorios, etc., de invertebrados y vertebrados, y que puede ser el origen de la ausencia de parásitos en los peces al afectarse los hospedadores intermediarios y definitivos.

Las alteraciones y los cambios del habitat marino influyen especialmente sobre los organismos altamente especializados, los cuales, al no poseer la capacidad de adaptabilidad, sucumben fácilmente y tienden a desaparecer de modo paulatino; se modifica así la composición floristica y faunística del lugar.

De acuerdo con los estudios realizados acerca de las corrientes marinas en el Golfo de México y en el Mar Caribe, la contaminación no tiene salida, debido a las diferentes direcciones que siguen, las cuales en ocasiones parecen salir hacia el Caribe y súbitamente cambian su rumbo e introducen nuevamente la mancha de petróleo ahí presente, durante todo el año.

Así se explica la presencia del tremátodo Prosogonotrema bilabiatum Pérez-Vigueras, 1940, descrito en Cuba y Jamaica, que se ha encontrado en el Caribe mexicano en las costas de Quintana Roo, en donde la contaminación es menor, y este organismo ha podido sobrevivir e igualmente dispersarse hacia Venezuela.

Esta misma observación la hemos hecho en el norte del Golfo de México, y el resultado es opuesto a lo que sucede en la costa mexicana. La presencia de tremátodos es evidente y aumenta en especies e individuos en los peces, desde las costas texanas a los de Florida e Islas Bahamas, en el Atlántico Occidental.

Del trabajo petrolero se deriva el gran peligro de muerte y extinción en el que se encuentran las especies que habitan en el Golfo de México, incluyendo los daños físicos ocasionados al personal que labora en las plataformas de Petróleos Mexicanos, cuando el contenido de diferentes contaminantes rebasa los límites tolerables. Este hecho se ha presentado en las zonas cercanas a las plataformas, al observarse la muerte de crustáceos, moluscos y peces, y los informes de desvanecimientos y muertes ocasionales de trabajadores de la industria petrolera.

En caso de continuar así, en poco tiempo habrán de desaparecer paulatina e irremediablemente fauna y flora en la zona petrolera mexicana del Golfo de México, hasta convertirse en "MAR MUERTO", como ya sucedió en el río Coatzacoalcos, Veracruz, en el Lago de Tequesquitengo, Morelos, y en las zonas de manglares en Tabasco y Veracruz, en donde mediante el proceso de degradación de los derrames petrolíferos existen contaminantes como el H2S y el CO2, que al liberarse crean una atmósfera tóxica, en donde la vida no es posible y los organismos tienden a desaparecer.

Todos estos daños tienen también repercusiones económicas, puesto que, al ser fuente de trabajo para los pescadores y ser ahora productos escasos y de mala calidad, afectan al consumo nacional y a la exportación.


CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS

Después de todas estas observaciones en las que se compara la fauna de tremátodos de peces de la región, concluimos que los elementos que intervienen a favor de la presencia de parásitos en el norte del golfo son el factor de control estricto que el gobierno norteamericano ejerce sobre las grandes empresas petroleras de ese país, cuyas instalaciones están sometidas a vigilancia y control constantes y, en su defecto, sus propietarios a sanciones y multas elevadas por efectos de contanmación y derrame.

La industria petrolera norteamericana cuenta con medidas de control, como: inspección de las plantas de extracción en mar y tierra, hasta las mismas refinerías; equipo especializado para aspirar el petróleo derramado, y suspensión temporal de los trabajos de extracción del crudo, cuando los contaminantes rebasan los niveles de tolerancia.

Otro factor que en ese país interviene favorablemente son las corrientes marinas que se suceden en el norte del golfo, que sí tienen salida, por el Estrecho de Florida, hacia el Océano Atlántico.

Si en México se aplicaran las mismas medidas estrictas de control y multas, es posible que esta contaminación por H2S, los otros compuestos de azufre y la ausencia de petróleo derramado dejarían de interactuar en la vida de los organismos marinos, tanto invertebrados como vertebrados y vegetación costera. De la misma manera, los trabajadores de la industria petrolera mexicana y habitantes de la zona tendrían menos riesgo de sufrir daños físicos por ácido sulfhídrico. Todo este control evitaría que los contaminantes altamente corrosivos [ácido sulfuroso (H2SO3), ácido sulfúrico (H2SO4)] y destructivos [ácido sulfhídrico (H2S)] cesaran de contaminar la biosfera, ya tan alterada en esta época, lo que impediría que aumente el peligro de extinción de las especies, como lo demuestra el escaso desarrollo alcanzado por los tremátodos y otros helmintos.

Pensamos que mediante la reducción y la desaparición paulatinas de los contaminantes, los tremátodos y otros helmintos que parasitan peces de las costas mexicanas reaparecerían en un plazo indeterminado, pues se ignora hasta qué grado han desaparecido los ciclos biológicos de estos pequeños invertebrados marinos y otros elementos necesarios, y el fenómeno se presenta irreversible para ellos.


Agradecimientos

Agradecemos al Ingeniero Químico Lisandro Castellanos Trujillo, al Pasante de Geografía Manuel Mendoza Cantú, investigadores del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, y a la señora Agustina Lara León, Jefe de la Biblioteca del Instituto de Biología, por su acertada colaboración y oportunas sugerencias en la revisión de la presente contribución, que se presentó en los concursos: Premio de Investigación Médica Dr. Jorge Rosenkranz 1990 y Premio Nacional de Oceanografía 1990, convocados por el Instituto Syntex y por la Secretaría de Marina, respectivamente.


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