ANALES DEL INSTITUTO DE CIENCIAS DEL MAR Y LIMNOLOGÍA


VARIACIÓN ESTACIONAL DE LA COMPOSICIÓN QUÍMICA DEL OSTIÓN Crassostrea corteziensis (HERTLEIN, 1951) EN MAZATLÁN (SINALOA, MÉXICO)

Trabajo recibido el 8 de enero de 1991 y aceptado para su publicación el 1 de octubre de 1991.

SEASONAL VARIATION OF THE CHEMICAL COMPOSITION OF Crassostrea corteziensis (HERTLEIN, 1951) IN MAZATLAN (SINALOA, MEXICO)

Federico Páez-Osuna

Laboratorio de Química Marina, Estación Mazatlán, Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, UNAM. Apartado Postal 811, Mazatlán Sinaloa, 82000, México.

Héctor M. Zazueta-Padilla y Abel Rodríguez-Higuera

Coordinación General de Investigación y Posgrado, Universidad Autónoma de Sinaloa, México.

José I. Osuna-López

Escuela de Ciencias del Mar, Universidad Autónoma de Sinaloa. México.

Crassostrea corteziensis, ostión de mangle, composición química, Mazatlán. Crassostrea corteziensis, mangrove oyster, chemical composition, Mazatlan.

RESUMEN

Se estudió la variación estacional de la composición química del ostión de mangle Crassostrea corteziensisis en la parte meridional del Puerto de Mazatlán, México, de octubre de 1987 a julio de 1988. La fluctuación estacional de la humedad y de los componentes químicos del tejido blando del ostión es similar en dos grupos de tallas (3-4 y 4-5 cm) y en las tres secciónes muestreadas sobre el mangle. El contenido de cenizas y humedad varía de modo semejante; el máximo ocurre en otoño y el mínimo en invierno o/y primavera. Las proteínas del tejido blando seco tuvieron las mayores proporciones en el muestreo invernal; los ostiones que habitan en las secciónes inferiores sobre las raíces del mangle se encuentran en las mejores condiciones nutricionales. La composición química de la porción comestible de C. corteziensis es: humedad, 83.6%; minerales, 3.0%; proteínas, 7.3%; grasas, 1.7%; carbohídratos, 4.5%; calcio, 0.8%;y magnesio, 0.1%, lo cual indica el importante valor alimenticio de este molusco.


ABSTRACT

Seasonal variation in the chemical composition of two size groups: 3-4 and 4-5 cm, of mangrove oyster Crassostrea corteziensis from Mazatlan harbor (in the upper portion), Mexico, from, October 1987 to July 1988, was studied. The seasonal fluctuation in moisture and chemical components of oyster soft tissue seemed to be similar, both in the two size groups and in the three positional intervals sampled on the mangrove. The minerals and moisture content showed a similar variation, with the maximum in autumn and the minimum in winter or/and spring. Proteins in dried meat had the highest proportions in the winter sampling, whereas the oysters that inhabit the lower sections on the mangrove roots have the best nutritional conditions.. The chemical composition of C. corteziensis, edible portion is: Moisture, 83.6%; minerals, 3.0%; proteins, 7.3%; fats, 1.7%; carbohydrates, 4.5%; calcium, 0.8%; and magnesium, 0.1%, which indicate the important alimentary value of this mollusc.


INTRODUCCIÓN

Entre las diversas especies marinas que se aprovechan en México, cuantitativamente la captura del ostión es la séptima en importancia. Así, en los primeros nueve meses de 1989 se extrajeron 41,605 toneladas de producto vivo (PESCA, 1989), cifra que indica la trascendencia económica de esta actividad.

De las ostras más abundantes y comunes en la costa del Pacífico mexicano destaca Crassostrea corteziensis (Hertlein, 1951), que se distingue por habitar en aguas salobres asociada a raíces de mangle (Stuardo y Martínez, 1975) y cuya distribución geográfica se extiende desde el Golfo de California hasta Panamá (Keen, 1971). Además de contribuir al conocimiento de la biología de esta especie, la evaluación estacional de la composición química proporcióna criterios para establecer un régimen de extracción adecuado, de acuerdo con el contenido de materia comestible. Este estudio trata acerca de los resultados analíticos de proteínas, grasas, carbohidratos y minerales de C. corteziensis, con base en cuatro muestreos estacionales consecutivos (entre octubre de 1987 y julio de 1988), para lo cual se consideraron su talla y su ubicación en las raíces del mangle al que vive asociado. Así mismo, se establece el importante valor alimenticio de esta especie.


MATERIAL Y MÉTODOS

Las muestras se colectaron trimestralmente en una estación ubicada en la parte meridional del puerto de Mazatlán (Fig. 1), que según Lankford (1977) es una laguna costera pequeña (16 km²) del tipo plataforma interna con barrera; regionalmente se conoce como Estero de Urias. C. corteziensis se asocia principalmente a las raíces de los mangles rojo y blanco, Rhizophora mangle y Laguncularia racemosa, respectivamente. La ubicación de la estación se eligió por su accesibilidad y la mayor abundancia de ostión, además de encontrarse en un punto alejado de la influencia antropogénica diversa presente en Mazatlán. En cada colecta se muestrearon por separado tres secciones, definidas arbitrariamente en cada muestreo: sección A, que comprende al intervalo que existe desde la interfase agua-sedimentos hasta los 20 cm, que subyace a la bajamar promedio en la escala indicada en una regla fija; sección B, que se refiere al intervalo siguiente, de 20-40 cm sobre la línea de bajamar promedio; y la sección C, que comprende de los 40 a 60 cm, ubicada aproximadamente bajo la línea de la pleamar promedio.

Como medida estimativa relativa del ostión C. corteziensis, en cada sección muestreada se separaron dos grupos, de acuerdo con la talla dominante: grupo 1, de talla mayor, constituido por especímenes de 4-5 cm; y grupo 2, de talla menor, integrado por organismos de 3-4 cm de longitud. En el laboratorio se les sometió a limpieza y a separación del material adherido a la concha: principalmente algas, restos de tubícolas y ocasiónalmente balanus. Después se midieron (longitud, anchura y espesor) y pesaron; a continuación se procedió: a abrirlos; luego se pesó la parte comestible (tejido blando húmedo) de cada individuo. Con 25 individuos se preparó un homogenizado, que se desecó en estufa a 90°C hasta obtener su peso constante. Posteriormente el producto deshidratado se molió y tamizó con una malla de nylon de 200, µm. De este material se tomaron alícuotas para análisis diversos: 1) cuantificación de proteínas a partir del contenido de nitrógeno, por el método macro-Kjeldahl (Lees, 1969); la calibración se realizó con urea; 2) porcentaje de grasa, determinado por el método de extracción soxhlet, mediante éter etilico (Lees, op. cit.); 3) determinación cuantitativa de las cenizas o minerales por calcinación de la muestra a 550°C durante 12 horas; 4) cálculo de carbohidratos, por diferencia, y 5) medición del contenido de calcio y magnesio por espectrofotometría de absorción atómica, después de digerir una alícuota de la muestra en HN0³ concentrado según el método descrito por Páez-Osuna y Marmolejo-Rivas (1990). El error analítico en cada una de las determinaciones se estimó mediante una réplica de seis alícuotas del material homogenizado, expresado como coeficiente de variación; se encontró que, en general, éste fluctúa entre 3 y 8%.





Figura 1. Puerto de Mazatlán (Estero de Urías). Localización del sitio de colecta (*). Diseño del muestreo: A) Sección que comprende de 0-20 cm en la escala arbitraria, subyacente a la línea de la bajamar promedio (MLW); B) Intervalo 20-40 cm sobre la MI-W, y C) Sección de 40-60 cm, ubicada bajo la línea de la pleamar promedio (MHW).





Con el objetivo de evaluar la proporción de material comestible en grupos durante las diferentes épocas del año, se calculó el índice de condición de Gabbott y Walker (1971), mediante el peso de tejido blando seco (T) y el peso total del grupo respectivo (Pt), con:

GW = ( T ) ( Pt) 100


RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En la tabla 1 se presentan los datos de talla, peso promedio e índice de Gabbott y Walker (GW) de cada uno de los grupos más abundantes de ostión C. corteziensis.





TABLA 1 Talla y peso promedio de C. corteziensis según su posición en la raíz de mangle









Figura 2. Composición química del ostión Crassostrea corteziensis según el intervalo en que habita asociado al mangle: A) humedad; B) cenizas; C) calcio; D) magnesio (0 = otoño; 1 = invierno; P = primavera; V =verano).





La mayor cantidad de grupos ocurrió en otoño, pues en cada una de las tres secciónes definidas arbitrariamente estaban los dos grupos dominantes predeterminados: 3-4 y 4-5 cm de longitud. Aunque no hay diferencias significativas entre talla y peso de un mismo grupo en los cuatro muestreos, en invierno y primavera parece haber una tendencia ligera a decrecer en los moluscos que habitan en la sección superior (40-60 cm) de la escala arbitraria.





Figura 3. Composición química del ostión Crassostrea corteziensis según el intervalo en que habita asociado al mangle: A) carbohidratos; B) proteínas (0 = otoño; 1 = invierno; P = primavera, V = verano).





Respecto al peso en seco del tejido blando, los valores son ligeramente mayores en la colecta de invierno; esto se nota más claramente en el índice GW (Tabla 1): 5.9% en los grupos de ostiones procedentes de las secciónes inferiores a los 40 cm, en las raíces del mangle, o sea, los que están más tiempo sumergidos y posiblemente sujetos a una mejor fuente de alimentación.

En la figura 2(A) se observa que en ambas tallas el contenido de agua de los organismos alcanza su valor máximo (85-94%) en la colecta de otoño, y su mínimo (75-82%) en la de invierno (bivalvos de las secciónes inferiores a 40 cm) y en la de primavera (especímenes radicados en la sección superior).

El contenido de cenizas o minerales tiene un patrón de variación similar al de humedad [Fig. 2 (B)]; el porcentaje fluctúa entre 13.6 y 25.2% (peso en seco), con tendencia a ser más elevado en los ostiones de mayor talla.

De los dos metales analizados, el calcio mostró los niveles más altos, de manera que como CaO llegó a constituir hasta el 70% de las cenizas. Ello manifiesta una correlación lineal significativa (r=0.70, α=0.05) con el patrón estacional de ambos [Figs. 2(B) y 2 (C)], aunque el contenido más bajo de calcio acaeció en las colectas de verano; el de cenizas ocurre en primavera. El magnesio no presenta un patrón ordenado [Fig. 2 (D)] ni correlación estadísticamente significativa con las cenizas.

En contraste con las cenizas, los carbohidratos de la mayoría de las secciones y tallas muestreadas tuvieron su mayor porcentaje en primavera [Fig. 3(A)], mientras que en la mayoría de los grupos el contenido de proteínas tuvo su valor máximo en invierno, y el mínimo en otoño [Fig. 3 (B)]. Este máximo nivel proteínico coincide con la época de proporciones mayores de material comestible (Índice de GW). Por otra parte, en los cuatro muestreos estacionales realizados, los grupos de menor talla contenían más proteínas que los grupos de tallas mayores.

El contenido de grasas en los distintos grupos de ostión analizados no presentó un patrón definido (Fig. 4); sin embargo, sólo las grasas muestran diferencias significativas cuando se comparan los promedios anuales de los diferentes componentes químicos estudiados en los tres intervalos muestreados sobre la raíz del mangle.





TABLA 2 Resumen de la composición química del ostión C. Corteziensis (% de peso en seco) según su posición en raíces de mangle.









TABLA 3 Comparación de la composición química promedio de C. corteziensis con otros bivalvos





Se han estudiado los cambios estacionales de la composición bioquímica de moluscos bivalvos en relación con su ciclo reproductivo en Mytilus edulis (Zandee et al., 1980), Crassostrea virginica (Trider y Castell, 1980) y otros bivalvos moluscos, entre los cuales no está incluido C. corteziensis. Sin embargo, Stuardo y Martínez (1975) describieron ya el cielo reproductivo de esta especie en San Blas, Nayarit, localidad relativamente cercana a Mazatlán, lo cual permite discutir los resultados del presente trabajo. Al parecer, el máximo de concentración de carbohidratos (Fig. 3A) de enero a marzo, y de proteínas Fig. 3B) durante diciembre-enero está relacionado con la presencia de mayor cantidad de individuos en las fases de reposo (o indiferenciada) y de postdesove (Stuardo y Martínez, 1975). Esto es consistente con lo observado en M. edulis , especie en la que se señala (Lubet, 1959) una acumulación de reservas de carbohidratos y proteínas en el período no reproductivo o de reposo. Gabbott (1976) y Zandee et al. (1980) encuentran en esta misma especie un incremento en los niveles de glucógeno en el tejido del manto durante la fase de reposo.





Figura 4. Contenido de grasas en el ostión Crassostrea corteziensis según el intervalo en que habita asociado al mangle (O = otoño I = invierno; P = primavera; V = verano)





Por los datos de la tabla 2, donde se resumen los análisis de los grupos de ostión C. corteziensis, se nota que los organismos que habitan adyacentes a la interfase agua-sedimento tienden a poseer proporciones más altas de grasas y proteínas en su tejido blando, y los que viven en las secciónes superiores de las raíces del mangle parecen contener mayor cantidad de cenizas y carbohidratos, lo cual debe ser consecuencia de la disminución del contenido de grasas y proteínas en estas secciones.

Con la finalidad de comparar la composición química promedio se elaboró la tabla 3. A pesar de las diferencias existentes entre mejillones y ostiones y las especies mismas de cada género, los niveles de los componentes son comparables.

C. corteziensis se distingue quizás por poseer una concentración ligeramente menor de proteínas y mayor de carbohidratos. De cualquier modo, esto confirma que el ostión de mangle Crassostrea corteziensis tiene valor alimenticio comparable al de otros bivalvos de importancia comercial.


Conclusiones

No obstante la mayor abundancia de C. corteziensis de diferente talla en otoño, en el muestreo invernal se encontraron los ostiones con más contenido de material comestible (tejido blando) y mayor concentración de proteínas; los que viven asociados en las secciónes inferiores del mangle (0-20 cm, a partir de la interfase agua-sedimento) se desarrollan más. Aparentemente la variación en el contenido proteínico y de carbohidratos está relacionada con la presencia de mayor proporción de individuos en las fases de postdesove y de reposo, respectivamente; así mismo, examinando los períodos críticos de reproducción señalados por Stuardo y Martínez (1975), los resultados de este estudio permiten recomendar la época invernal como la mejor para la extracción de este molusco.

Considerando las variaciones estacionales de talla y posición en la raíz del mangle donde viven asociadas las poblaciones de C. cortezietisis en la cabeza lagunar del puerto de Mazatlán, este bivalvo posee la composición promedio siguiente: humedad, 83.6%; cenizas, 3.0% (18.3% del peso en seco); proteínas, 7.3% (44.1%); grasas, 1.7% (10.6%); carbohidratos, 4.5% (28.2%); calcio, 0.8% (4.8%); y magnesio, 0.1% (0.6%). Lo cual evidencia que este molusco tiene un valor alimenticio comparable al de otros bivalvos de importancia comercial.


Agradecimientos

Al químico Humberto Bojórquez Leyva por su asistencia y participación en la preparación del manuscrito y a Margarita Cordero Ruiz por la labor de mecanografía. Este trabajo fue apoyado parcialmente por la Coordinación General de Investigación y Posgrado, de la Universidad Autónoma de Sinaloa, y la Dirección General de Investigación Científica y Superación Académica, de la Secretaría de Educación Pública (88 01 0298).


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